Por César Arreola / Estadio
Muchos son los que completan la lista de los compatriotas jugando en otro país; existe la legión europea del futbol, la decena de lanzadores en las Grandes Ligas y muchos deportistas amateurs que buscan ser los mejores en su disciplina, pero en este espacio mencionaremos sólo a los de élite, a los que escribieron su nombre en letras de oro y lograron ser profetas fuera de su tierra.
Empecemos por el beisbol. En 1981 llegó a Estados Unidos un joven mexicano llamado Fernando Valenzuela, quien se convirtió en un gran fenómeno que no ha podido ser igualado por nadie. Valenzuela consiguió todo lo que un lanzador podría desear: fue novato del año, ganador del premio Cy Young al mejor pitcher del año, ganador de 20 juegos en una temporada, dos veces campeón de las Mayores con los Dodgers y hasta consiguió un juego sin hit ni carrera.
Hace algunos años, en el futbol, el mexicano más destacado era Hugo Sánchez, quien ganó 5 trofeos Pichichi, otorgado al mejor jugador de la Liga en España; además ganó la Bota de Oro que se le da al mejor romperredes de toda Europa. Siempre polémico, Hugo fue un gran ídolo en el país ibérico y todavía hoy tiene algunos récords en el Real Madrid.
Sin embargo, en años recientes el título al mejor azteca en tierras ajenas es para Rafa Márquez, quien fue campeón en Francia con el Mónaco, cuatro veces en España con el Barcelona y hasta un par más en México. Con los blaugranas lo ganó todo, incluidas dos Champions League.
Al nivel de ellos y quizá no tan publicitada por su especialidad, está Lorena Ochoa, golfista que logró 30 títulos de la Asociación de golfistas femeniles, incluyendo 2 majors. Ochoa permaneció como número uno mundial por tres años y se despidió del deporte en lo más alto de su carrera.
Pasemos ahora al box, donde podemos mencionar a dos leyendas recientes: Julio César Chávez y Ricardo Finito López. Chávez fue cinco veces campeón mundial y conquistó más de 107 triunfos, mientras que el Finito López ganó 4 campeonatos y tuvo 51 victorias, pero lo más destacado es que nunca conoció la derrota.
Una atleta más que debemos mencionar y que sigue estableciendo marcas es Paola Longoria, la mejor raquetbolista del planeta y probablemente la deportista más dominante en cualquier actividad de la actualidad. Longoria es la número uno de su disciplina, pero más allá de eso la forma en que domina a sus rivales es impresionante. Esta joven tiene una racha de 152 victorias consecutivas y 34 títulos ganados al hilo. Ha terminado como número uno de su deporte en 5 de los últimos 6 años y al paso que va es probable que llegue a ser la deportista más grande en la historia del deporte mexicano.
Menciones especiales merecen Raúl Alegre y Rafael Septién, pateadores en el futbol americano de la NFL; Horacio Llamas y Eduardo Nájera, quienes abrieron mucho camino en el basquetbol de la NBA; Raúl Ramírez y Rafael el Pelón Osuna, en el tenis mundial y los hermanos Rodríguez (Pedro y Ricardo), quienes cosecharon triunfos inesperados en la F1.
Así, con este pequeño homenaje a las más grandes leyendas del deporte profesional mexicano desde aquí gritamos: ¡Que viva México!
