E n tiempos en que todo eso parecía superado, pero que está más vigente que nunca, en la trigésima segunda edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), que se celebra del 10 al 17 de marzo, se alzará la voz de forma crítica bajo el entendido de que el cine, de acuerdo con Iván Trujillo, director del festival, “ha sido el medio idóneo para luchar contra la intolerancia”.
En ese sentido, el cineasta irlandés Jim Sheridan impartirá una conferencia magistral en el marco de la Cátedra Cortázar en la que hablará sobre la responsabilidad de los cineastas en la era Trump. Alrededor de ese tema, el actor Diego Luna sostendrá un diálogo con la actriz Ofelia Medina, homenajeada nacional de este año. En tanto, se pretende que las diferentes academias de cine de Iberoamérica concreten la creación de la Fiacine (Federación Iberoamericana de Academias de Artes y Ciencias Cinematográficas) para impulsar las cinematografías de la región.
De México e Iberoamérica
Durante muchos años, el FICG era conocido como la Muestra de Cine Mexicano, donde se reunía lo mejor de la producción nacional. A pesar de su expansión, esa parte todavía es importante. De hecho, Jorge Sánchez, director del Instituto Mexicano de Cinematografía, lo considera “una ventana al mundo para nuestra cinematografía, experiencia que ha permitido el surgimiento de otras iniciativas en todo el país, que ya suman más de 130 certámenes o eventos fílmicos”.
La convocatoria de este año para el Premio Mezcal, que reconoce el cine mexicano con un premio en efectivo de 500 000 pesos, recibió 89 largometrajes (42 de ficción y 47 documentales), de los cuales se seleccionaron 21. Una tercera parte de los filmes elegidos ha sido dirigida por debutantes (esperemos que, parafraseando a Jorge Ayala Blanco, logren que su ópera prima no se convierta en ópera póstuma). Estarán en competencia Tesoros, de María Novaro; Los crímenes de mar del norte, de José Buil; El maíz en tiempos de guerra, de Alberto Cortés; Un exilio, de Juan Francisco Urrusti; Sueño en otro idioma, de Ernesto Contreras (premiada en Sundance), y La libertad del diablo, de Everardo González (documental estrenado en la Berlinale con tremendos elogios).
En cuanto a la competencia iberoamericana, esta se divide en dos partes: ficción y documental. En la primera de ellas participan 18 largometrajes de 11 países distintos. Algunos de estos filmes vienen precedidos de su paso por el circuito de festivales alrededor del mundo, tal es el caso de El futuro perfecto (Argentina, 2016), de Nele Wohlatz, premiada en Locarno y Bilbao y que también compite por el galardón a mejor ópera prima; o de El ciudadano ilustre (Argentina-España, 2016), de Gastón Duprat y Mariano Cohn, premiada en La Habana y Venecia.
Además, se presenta La mujer del animal (Colombia, 2016), de Víctor Gaviria (La vendedora de rosas), y la nueva cinta de Álex de la Iglesia (que fue seleccionada en competencia en Berlín), El bar, comedia negra vuelta cinta de horror. La competencia de documentales incluye 18 producciones.
El invitado y el maguey
Todavía como parte de las actividades del año dual Alemania-México, el FICG vuelve a tener como país invitado a Alemania, en esta ocasión con más de 30 películas. De hecho, el festival inaugurará con Tschick (2015), del cineasta de origen turco Fatih Akin, a quien se le rendirá homenaje. También habrá presencia alemana en la competencia con Bruma, de Max Zunino; La gran promesa, de Jorge Ramírez Suárez (ambas coproducciones con México).
Están programadas Toni Erdmann, la película de Maren Ade nominada al Oscar como mejor película extranjera y ganadora del Fipresci en Cannes; Regreso de Montauk, de Volker Schlondorff; Axolotl Overkill, de Helene Hagemann; Manifesto, de Julian Rosefeldt; Karl Marx City, de Petra Epperlein.
En cuanto al Premio Maguey, que cumple su sexto año reconociendo la cinematografía Queer/LGBTTTI, además de brindar un espacio que promueve la diversidad y la aceptación, tiene como eje temático Ich Liebe (Me encanta). Lo integran 17 largometrajes de 12 países que competirán por el premio a mejor película y la mención honorífica. Entre el jurado destaca la presencia del canadiense Bruce Labruce, director de filmes como L. A. Zombie, Gerontophilia y Pierrot Lunaire.
Las actividades del premio incluyen un homenaje póstumo al prolífico cineasta y dramaturgo Rainer Werner Fassbinder (1945-1982), por su activismo en los años setenta con películas como Las amargas lágrimas de Petra von Kant, La angustia corroe el alma, La ley del más fuerte, El matrimonio de María Braun, Lola o Verónika Voss. Otros homenajes serán a Susanne Sachbe (protagonista de filmes de Bruce Labruce), como ícono queer, y a Júrgen Büning, reconocido productor, por su trayectoria.
Otras actividades
Hay un ciclo de cine y música, Son de Cine, cuyo anfitrión será Joselo Rangel. El programa incluye la musicalización en vivo de dos cintas silentes: Tepeyac (1917), primera película sobre el milagro guadalupano cuya proyección será acompañada por la pianista Deborah Silberer; y la alemana Gente en domingo (1930), por la agrupación mexicana Cabezas de Cera. También se presenta una muestra de cine socioambiental y el Talents Guadalajara, con master class y actividades académicas en el Laboratorio de Arte Variedades (LARVA), el Museo de Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA) y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). No puede faltar el importantísimo Guadalajara Film Market, que ya cumple 15 años, donde se lleva a cabo un encuentro de coproducción y se realiza el programa Guadalajara Construye, de donde salió Bruma, de Max Zuninio, en competencia en esta edición del FICG. También hay un programa de Cine Culinario, compuesta por cuatro filmes y en la que tres restoranes (Romerita 28, Trasfonda y Palrea) harán menús inspirados en las películas.
