Periodismo imprescindible Lunes 18 de Marzo 2024

Cuando Hollywood fue a la guerra

Cinco grandes directores que fueron reclutados para filmar la Segunda Guerra Mundial tras el ataque a Pearl Harbor
10 de Abril 2017
Especial
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Es de todos conocido que, luego del ataque a Pearl Harbor en 1941 y el inevitable involucramiento de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, la industria en general de aquel país se volvió industria de guerra, y produjo todo lo necesario para apoyar el envío de tropas al frente y así detener a Hitler.

¿Qué pasaba en Hollywood en aquel entonces? ¿Cómo ayudó la meca del cine a ganar la guerra? En Five Came Back (documental exclusivo de Netflix), Laurent Bouzereau, director con amplia experiencia en la realización de “detrás de cámaras” de cintas tan relevantes como Jaws (1975), Raiders of the Lost Ark (1981) y Back to the Future (1985), narra la increíble y poco conocida historia de cinco directores legendarios de los años cuarenta y cómo accedieron a enlistarse en la guerra con el propósito inicial de ayudar a la causa mediante filmes de propaganda.

Frank Capra, John Ford, John Huston, George Stevens y William Wyler eran los cinco directores más exitosos en aquella era dorada de Hollywood. Luego del ataque a Pearl Harbor, son contactados por el ejército para ser enviados al frente de combate, con la misión de filmar la guerra y hacer propaganda para levantar el ánimo de las tropas. Todos accedieron, ya sea por nacionalismo, por auténtico temor a lo que podría pasar si Hitler se apoderara de todo Europa, o por simple aventura. Estos cinco magníficos vivieron la experiencia de diferentes formas, pero a todos la guerra les cambió la vida para siempre.

El documental está narrado por otros cinco magníficos: Steven Spielberg, Francis Ford Coppola, Paul Greengrass, Lawrence Kasdan y Guillermo del Toro, quienes no sólo son conocidos directores, productores y guionistas de cine sino que además conocen la historia de aquellos cineastas que fueron una inspiración en sus propias carreras.

Basado en el libro homónimo de Mark Harris, el documental es la crónica, con imágenes exclusivas, sobre cómo aquellos legendarios directores abandonaron el oropel y las alfombras rojas para enfrentarse a la guerra, ponerse el uniforme y salir a filmar.
El trabajo de los cinco empezó torpemente: llegaban a locaciones donde la guerra había acabado, las cintas carecían de interés, incluso algunas que fueron estrenadas al público no sólo fueron fracasos en taquilla, sino también en la crítica. Irónicamente, fueron los propios alemanes quienes elevaron el nivel de esta guerra mediática. Cuando llega a sus ojos una copia de Triumph des Willens (El triunfo de la voluntad, 1935) se dan cuenta del tamaño del monstruo que enfrentaban, y no se referían solamente a Hitler, sino a la directora, Leni Riefenstahl, quien había montado una pieza perfecta de cine propagandístico.

Así, la crema y nata de Hollywood comenzó a hacer lo propio. No sin recurrir en ocasiones al vil montaje de escenas recreadas para la cámara, los cineastas que habían llegado sin saber mucho sobre la guerra (más allá de lo que el mismo cine de aventuras de la época les había mostrado), pero poco a poco se dieron cuenta de lo importante de su misión: mostrar al mundo la realidad, la crueldad, el horror de la guerra. En el campo de batalla estos hombres se convirtieron en soldados, aprendieron a usar armas, a pilotear aviones y además se asumieron por primera vez como documentalistas, al grado que en esa época nació la categoría Mejor Documental en los premios Oscar.

Con una narración emotiva y docta por parte de Spielberg, Coppola, Del Toro y compañía, este documental es un magnífico relato sobre cómo la pasión de cinco hombres por el cine les cambió la vida y la forma de ver el arte. Gracias a ellos se conocieron los horrores de los campos de concentración, la carnicería en el desembarco de Normandía y la crueldad de la bomba atómica.

Al regresar, algunos con heridas, otros tirados al alcohol, poco a poco volvieron a los estudios. Todos filmaron sus mejores cintas después de esta experiencia, pero el oropel se había desvanecido. Su cine le puso un rostro real a la guerra, y a su vez la guerra cambió al cine de Hollywood para siempre.

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