Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

Dark Tourist: El Otro Turismo

En la búsqueda de cosas inusuales, el periodista, actor y director David Farrier nos introduce al llamado Turismo Oscuro en el que vivirá una serie de experiencias extremas como estar en zonas de guerra o en áreas irradiadas por alguna explosión nuclear
27 de Julio 2018
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A inicios del siglo XVIII, una actividad empezó a tomar mucho auge entre la alta sociedad de aquella era. Se trataba de algo que para ese entonces era una absoluta excentricidad: salir de casa y dar una gran vuelta por los centros culturales de Europa, entiéndase París, Italia, Roma, y más. A esta práctica se le llamó ‘tour’ (recorrido) y a quienes lo practicaban se les empezó a nombrar ‘tourists’, que derivó en ‘turistas’.

Un viajero y un turista no son lo mismo, mientras que para el viajero el camino es un placer, al turista no le basta. Exige una experiencia emocionante, intensa, que sea registrable en foto o video para luego tener muchos likes en Facebook e Instagram.

De esta constante sed por experiencias es que nace la moda del llamado ‘Dark Tourism’ (Turismo Oscuro), mismo que consiste en visitar lugares en los que usualmente no nos gustaría estar: zonas de guerra, sitios donde haya ocurrido un desastre natural, áreas irradiadas por alguna explosión nuclear, experiencias extremas como tomar un curso de primeros auxilios en Japón –con todo y simulador de temblores– o vivir la experiencia de ser un narco en Colombia. Sí, esas experiencias existen, y sí, hay gente que paga por esos tours.

El periodista, actor y director neozelandés, David Farrier, se da a la tarea de vivir en carne propia todas estas experiencias y lo documenta en la serie del mismo nombre, Dark Tourist: El Otro Turismo, exclusiva de Netflix.

Farrier no es extraño a este tipo de actividades “inusuales”. En su documental de 2016 llamado Tickled, daba cuenta sobre un rarísimo concurso de cosquillas que al momento de salir a documentarlo sin querer descubrió una red de trata de personas.

Aquel documental –que provocó muy buenas críticas en Sundance– le dejó a David el gusto por la búsqueda de lo inusual. Y es así como decide armar esta serie de ocho capítulos donde él y su camarógrafo se adentran a este tipo de turismo que forzosamente va ligado al peligro, el miedo y la muerte.

El tour comienza por terrenos conocidos. En Colombia, David se sube a un carro que va manejado por un doble de Pablo Escobar, mismo que lo lleva a lugares clave de la historia del poderoso narcotraficante. En otra parte del tour, Popeye, un ex sicario de Escobar (hoy libre tras cumplir 23 años de cárcel) narra de viva voz las aventuras que vivió con su jefe. “Por aquí subían las Miss Universo, eran mujeres bellísimas”, narra este hombre que hoy es una estrella de YouTube.

En la frontera con México, David se suma a un tour que ofrece a sus visitantes la experiencia real de cruzar como ilegales a los Estados Unidos, incluyendo un asalto por parte de los narcos y balazos de la Border Patrol. Si eso no suena lo suficientemente extremo, en Japón se puede visitar la provincia de Fukushima, lugar que sufrió un terremoto, un tsunami y un accidente radioactivo que dejó abandonada la zona. Los turistas que van a estos lugares, llevan su contadores de radiación, un constante recordatorio del peligro que corren al caminar por estos lugares. Mientras más extremo el tour, mejor, aunque el sentimiento de seguridad rara vez se pierde: todos saben que, como en cualquier tour, al final se regresa siempre a casa.

A lo largo de ocho capítulos –aunque nunca con la contundencia necesaria– David Farrier trata de contestar lo obvio: ¿qué clase de gente paga por esto?, ¿están mentalmente sanos quienes ofrecen los tours?, ¿qué clase de personas necesitan este tipo de experiencias?, ¿no es acaso una falta de respeto el tomarse una selfie donde murieron cientos de personas por un tsunami, o asesinadas por un narcotraficante?

¿Turismo cultural o la frivolización de la tragedia?, ¿masoquismo o entretenimiento? Tal vez la respuesta la tenga el sonriente y bonachón guía en Japón, Yo, quien asegura que un poco de risas y diversión son la receta para no volvernos locos ante la realidad que nos golpea en forma de temblores, asesinatos o tsunamis. A lo mejor, como bien dicen en la serie, todo esto lo único que provoca es un nuevo aprecio por la vida misma.

 

Dirección: Colin Rothbart.

Guion: David Farrier.

Producción: Polly Fryer, Carthew Neal, Mark McNeil, David Farrier. USA, 2017.

Fotografía: Jake Bryant.

Edición: Richard Shaw.

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