POR JAVIER PÉREZ
A finales de los ochenta y principios de los noventa, el artemarcialista belga Jean-Claude Camille Francoise Van Varenberg pudo, al fin, forjar una carrera sólida en el cine de acción. En 1982 se mudó a Hollywood con la esperanza de conseguirlo. Trabajó como mesero, repartidor de pizza, taxista y hasta como sacaborrachos en un bar propiedad de Chuck Norris (quien lo llevó a trabajar como extra en la cinta Perdido en acción, de 1984) hasta que logró conseguir el papel que le abrió brecha y que hizo que el nombre de Jean-Claude Van Damme, el nombre artístico que adoptó, se conociera en todo el mundo.
En 1987, había conseguido el papel del alien en Depredador, pero optó por rechazarlo. Sin embargo, haber estado enlistado en el cast convenció al productor Menahem Golan de darle el protagónico en Contacto sangriento (1988). A partir de entonces, “mi vida se convirtió en Van Damme. Nadie es perfecto”, dijo el actor durante su visita a México, en la Mole Comic Con, para promocionar la serie de Amazon Prime Video Jean-Claude Van Johnson, la cual combina comedia y acción, y se estrena este 15 de diciembre en ese servicio de streaming.
En la serie más o menos se interpreta a sí mismo. O más bien, a la versión de sí mismo llamada Jean-Claude Van Damme (ese es el nombre de su personaje). Se trata de un actor retirado que tiene la misma filmografía que la suya, aunque en realidad trabajaba como agente encubierto. Encontrar casualmente al amor de su vida le permite regresar a la acción y enlistarse en una nueva misión.
Dave Callaham, el guionista (anunciado como el encargado de la historia de Wonder Woman 2; además, fue el responsable de Los indestructibles), aprovechó los recuerdos que Van Damme puso al servicio de la historia para trazarla. “Dave es un genio, porque no es un show fácil, tiene muchos personajes y hace saltos en el tiempo en los que tienes que saber muy bien cómo eran los looks –explica el actor nacido en 1960–. No es fácil, es un gran escritor. A él lo conocí en Japón, en la televisión, porque su mamá hacía judo, y entonces me invitó una vez”.
Van Damme, quien tuvo un emotivo encuentro con fans en el que repartió abrazos, besos y autógrafos, sostiene que esta serie le ha permitido cambiar su registro actoral. “Casi siempre hice un tipo de personaje, o dos como en Doble impacto (1991) –dice con humor–, pero ahora tengo la oportunidad de mostrar más a la audiencia, diferentes tipos de personajes, desde un elegante Van Damme hasta uno desastroso. Pude mostrar todo eso y esa es la razón por la cual el programa me emocionaba mucho. Y creo que ahora, probablemente, sea un mejor actor de lo que era antes. Es decir, van a poderme ver como no me habían visto”.
Además de contar con el respaldo de Amazon Prime, Jean-Claude Van Johnson es producida por Scott Free Productions, la compañía con la que el cineasta Ridley Scott ha entrado a la producción de los nuevos modelos de series televisivas. “Y nos dieron mucha libertad, para que Peter (Atencio, el director) pudiera expresarse e hiciera esta grabación. Incluso hasta cambiamos algunos elementos de la historia. La gente de Amazon nos lo permitió y espero que redunde en un buen trabajo”.
Van Damme es un apasionado defensor de los animales. De hecho, trabaja con grupos ambientalistas y es embajador global de la protección de especies en peligro de extinción. Él sostiene que darse a conocer no fue nada fácil, pues ha vivido episodios depresivos y de drogadicción.
“Si no sabes quién eres, tienes que pensar quién eres, por lo que te va a tomar cierto tiempo entender qué te gustaría hacer. Pero por supuesto tienes que aceptar que este es tu cuerpo, tu cara, tus manos, tu inteligencia, tu fortaleza y tus habilidades, que cuando puedas mirarte al espejo puedas cuestionarte a ti mismo. Tienes que crear en tu cuerpo un yo interior que acompañe al yo exterior. Cuando era pequeño era muy delgado, me golpeaban en la escuela y no le atraía a ninguna chica, y entonces me pregunté qué puedo hacer para volverme más fuerte porque sufrí en esa etapa, porque me aislaban, me dejaban de lado y necesitaba un amigo. Y así que yo me hice mi propio amigo, y me respeté y amé muchísimo y luego formulé el sueño más loco de mi vida: convertirme en estrella de cine. Y a partir de ahí mi meta fue trabajar más”.
