Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

En el Nombre de mi Hija

La cinta está basada en un hecho real: un hombre, durante tres décadas, busca justicia para su hija de 14 años que fue encontrada muerta. Una lucha que evidenció la inclemencia de las justicias francesa y germana
28 de Agosto 2017
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En 1982 una adolescente francesa de 14 años llamada Kalinka, hija de un contador francés de nombre André Bamberski, fue encontrada muerta en su recámara. La adolescente vivía con su madre y su padrastro, el doctor alemán Dieter Krombach. Nunca se supo la causa de la muerte y, luego de una autopsia, sin mayores detalles se declaró que se trataba de una secuela provocada por un golpe en un accidente de tránsito ocurrido cuando Kalinka era una niña.

Para la ley era un caso cerrado pero su padre, André Bamberski, no estaba satisfecho, algo de esta historia no cuadraba. Naturalmente, dudaba de Krombach, el hombre que le había arrebatado a su mujer y a sus hijos luego de un divorcio provocado por las infidelidades de ella. Con determinación de acero, Bamberski se embarca en una Búsqueda frenética (Polanski, 1988) con el propósito de demostrar que Krombach es el asesino de su hija y así llevarlo frente a la justicia.

El relato anterior parece de película, y lo es, aunque también fue realidad. El contador André Bamberski dejó todo –dinero, carrera, familia– para ir en busca de Krombach, y cuando finalmente pudo fincarle cargos, la justicia francesa lo dejó ir. Ante el dolor y la furia, el apacible señor Bamberski se convirtió en una especie de Vengador anónimo (Winner, 1974), al cazar al doctor Krombach por toda Europa, gastar miles de euros en abogados y encontrar a su paso otras víctimas, mujeres que acusaban a Krombach de violador al ser intoxicadas previamente por inyecciones que el doctor les administraba. Kalinka, la hija de Krombach, tenía signos de haber sido inyectada antes de morir.

La historia, extraordinaria, digna del celuloide, se volvió famosa en toda Europa. Sin quererlo, Bamberski expuso no sólo la inclemencia de la justicia francesa y germana, sino también su velado machismo: fueron varias las acusaciones presentadas contra Krombach acusándolo de violador y casi todas fueron desestimadas o bien terminaban en una condena mínima.

Con amplia experiencia en el documental para televisión, el cuarto largometraje del director galo Vincent Garenq retoma esta increíble historia a partir del libro escrito por el propio André Bamberski (En el nombre de mi hija, Francia, 2016). Y aunque tenía todo para hacer de esto un thriller policiaco-político de denuncia social, Garenq se va por una ruta inesperada: conserva el registro de los hechos, filtra el drama, omite los procedimientos y simplemente narra los puntos álgidos de la historia de un hombre obsesionado y dispuesto a perderlo todo con tal de hacer justicia para su hija.

La osadía funciona principalmente por su protagónico, el afamado actor francés Daniel Auteuil (Caché, Cara a cara. Cuartel 36, El octavo día) en el papel del aguerrido Bamberski. Sobre sus hombros cae el peso de toda esta pieza y el histrión lo hace sin problema en una actuación siempre contenida, llena de matices y sutileza. Un hombre en apariencia calmado que no se detendrá ante nada, incluso capaz de romper la ley.

El ritmo de la historia (que acontece en un lapso de tres décadas) se narra con absoluta agilidad gracias a la edición abrupta (a cargo de Valérie Deseine), de cortes directos y cambios a negro, que no hacen sino elevar el suspenso y crear elipsis en un sólo movimiento. Esta agilidad en la narrativa provoca que la historia se haga a cada paso más emocionante, con giros de tuerca que parecen de ficción pero que no son sino la crónica de lo que ocurrió en la realidad. La historia, tan rica en subtextos, tan reveladora respecto a la burocracia y la mala impartición de justicia en los países europeos (¿quién lo diría?), da incluso para una miniserie de muchos capítulos. La ruta inesperada con la que Garenq afronta el relato nos deja con apetito como para conocer más sobre este hombre que dio la vida a fin de combatir, como él decía, “la cobardía de la justicia francesa”.    

AU NOM DE MA FILLE

Dirección: Vincent Garenq.

Guion: Julien Rappeneau y Vincent Garenq.

Producción: Hugo Bergson-Vuillaume, Cyril Colbeau-Justin, Jean-Baptiste Dupont. Francia, 2016.

Fotografía: Renaud Chassaing.

Edición: Valérie Deseine.

Con: Daniel Auteuil, Sebastian Koch, entre otros.

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