POR ALEJANDRO ALEMÁN
Los siguientes nombres probablemente no te digan mucho: Charles Ogle, Ben Chapman, Bolaji Badejo, Doug Bradley, Paul Naschy, Robert Englund, Haruo Nakajima. Pero si los listamos con los personajes que han interpretado, la cosa es diferente: Frankenstein, El monstruo de la Laguna Verde, Alien, Pinhead, El hombre lobo, Freddy Krueger y Godzilla.
En la historia del cine, son varios los actores que están presos tras una máscara, y cuyas legendarias actuaciones han trascendido con personajes que marcaron la cultura popular, aunque sus rostros y sus nombres carezcan de la fama que sí poseen los personajes que ayudaron a crear.
En I Am Your Father –documental disponible en la plataforma Netflix– los cineastas españoles Toni Bestard y Marcos Cabotá se dan a la tarea de contar la historia oculta tras uno de los más grandes villanos en los anales del cine: Darth Vader.
Para los fans de Star Wars, no es noticia que tras la máscara de Vader habitara un fisicoculturista inglés, realmente colosal, con cuerpo de superhéroe y altura de villano. Su nombre es David Prowse. Su carrera en el cine empezó por accidente, cuando un directivo de la Hammer (famosa productora de cintas de horror) lo conoció en su empleo como encargado del gimnasio en la famosa tienda Harrods, de Londres.
Así inició una carrera que pasó por el cine de terror, series de televisión y comerciales, donde el rostro del actor casi siempre estuvo oculto tras máscaras y prostéticos. Fue hasta 1971 que Prowse logra su primer papel en A Clockwork Orange (Naranja mecánica), donde finalmente su faz salía a cuadro. Esta mole de casi dos metros de altura era la que detenía a ese huracán de ultraviolencia llamado Alex (Malcolm McDowell) en el clásico de Stanley Kubrick.
Entonces vino la audición para algo llamado Star Wars. Lucas le ofreció dos papeles, Chewbacca (la casi mascota de Han Solo), el gran villano de la historia, Darth Vader.
Siempre a partir de la admiración absoluta, el par de cineastas madrileños descubren la biografía de Prowse en entrevistas de viva voz con el actor. Poco a poco los cineastas destapan la otra historia, no muy conocida por los fans, que hace ver a Lucas Films como una corporación tan malvada como lo es el Imperio comandado por Darth Vader en la película.
A Prowse no le avisan que su voz no será usada en la versión última del filme (lo descubre hasta que ve la película en el cine), pero la grosería absoluta será al filmar la tercera, Episodio VI, donde nadie, ni el director Richard Marquand, ni el productor Robert Watts, ni George Lucas mismo tienen la cortesía de comunicarle que no será su rostro el que se descubrirá cuando Luke le quite el casco a Vader, sino que se empleará a otro actor para estas tomas. Prowse se entera de esto por un periodista, ya que ni el director hablaba con él en la filmación. Era como si Lucas le hubiera declarado la guerra al hombre que portaba el traje del mayor villano de todos los tiempos.
La investigación de Toni Bestard y Marcos Cabotá descubre datos impresionantes y entrevistas inéditas que esbozan una teoría del por qué esta animadversión de Lucas contra uno de sus actores. Si bien el encono no es reconocido oficialmente, tampoco se explica por qué el actor jamás ha sido invitado a alguna de las tantas convenciones que la empresa ha organizado en torno a Star Wars.
Tras la máscara de fans, los cineastas logran poner a cuadro al productor y al guionista de las cintas, quienes si bien se portan amables, es claro que ocultan algo respecto a Prowse. Su sola mención les incomoda.
Envejecido y frágil (ya no puede caminar sin muletas), el actor no pide disculpas ni tampoco las ofrece, sigue andando gracias a los admiradores que aún lo reconocen como el alma de Vader. I Am Your Father plantea la falta de reconocimiento que tienen estas estrellas del cine y cómo su trabajo es vilipendiado incluso por Hollywood mismo. No extraña pues que la Academia todavía niegue la posibilidad a Andy Serkis (actor tras papeles como King Kong, Gollum y César del Planeta de los simios) de ser nominado al Oscar. Las corporaciones podrán no tener memoria, pero los fans siempre recordarán a estos hombres detrás de la máscara.
Dirección y guion: Toni Bestard y Marcos Cabotá.
Producción: Toni Bestard, Marcos Cabotá. España, 2015.
Fotografía: Nicolás Pinzón y Daniel Torrelló.
Edición: Saúl Benejama.
Con: David Prowse, Robert Watts, entre otros.
