Periodismo imprescindible Viernes 29 de Marzo 2024

La verdad incómoda 2

Al Gore no se rinde, de hecho, está lejos de hacerlo, y con la segunda parte de su documental demuestra lo que nos advirtió desde hace once años: el cambio climático acaba con nuestro planeta, y como él lo ha dicho, tal vez ya no alcance el tiempo
 para documentar la tercera parte
13 de Noviembre 2017
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En su elocuente discurso de aceptación al premio Nobel (2007), Al Gore, “el hombre que sería el presidente de los Estados Unidos”, advertía dos posibles futuros respecto a la crisis ambiental: uno donde las nuevas generaciones nos preguntarían “¿cómo encontraron el coraje moral para resolver esta crisis?” y otro donde, penosamente, nos reclamarán “¿qué estaban pensando, por qué no hicieron nada?”.

Once años después, ahora con su nuevo documental An Inconvenient Sequel: Truth to Power (en español, La verdad incómoda 2), es el propio Al Gore quien se pregunta y nos pregunta “¿por qué seguimos sin resolver esta crisis?”

Con una narrativa mucho menos didáctica pero más combativa que la del documental original –An Inconvenient Truth (Guggenheim, 2006)– Al Gore hace un corte de caja sobre lo ocurrido desde entonces con la crisis ambiental. Un recuento que, desgraciadamente, no es del todo positivo.

Los datos duros no mienten, sin embargo, más allá de cifras y gráficas, Truth to Power ilustra con imágenes vivas cómo las advertencias que hace once años sonaban escandalosas hoy día se han convertido en una realidad: glaciares que poco a poco se desmoronan en el mar, huracanes cada vez más intensos y recurrentes, inundaciones a nivel global, desastres naturales que dejan a su paso un número consistentemente mayor de víctimas y damnificados.

Muchas de esas imágenes, como las del Ground Zero de Nueva York inundado a causa del huracán Sandy en octubre de 2012, fueron advertidas por Al Gore hace 11 años –de esa manera se ganó el mote de “loco alarmista”–. Once años después la realidad se impone.

Gore no duda en volverse protagonista de su propio documental. Visita los lugares, se vuelve testigo de las inundaciones y a cada paso que dá incorpora más fieles a su causa, que no es otra sino la causa del planeta.

El exvicepresidente no esconde su enojo ni su frustración a más de once años de estar al frente de lo que él considera una misión. A diferencia del documental anterior, aquí se le ve enojado y vociferante, más viejo pero no menos decidido a continuar pese a los reveses, que no han sido pocos. Y es que en gran medida esta película es también el recuento de la lucha de Gore, de los fracasos, de la frustración que le (nos) provocan los gobiernos que no entiendan la urgencia. Es, incluso, la crónica de la mala suerte: la noche en la que cerraría un gran evento ambiental en Francia, este se ve ensombrecido porque a metros de ahí ocurre un atentado terrorista. La nota al día siguiente, por supuesto, es la violencia y no el cambio climático.

Pero si Gore se coloca en el centro de la narrativa es por la urgente necesidad de apuntalar al movimiento frente a la mayor amenaza: un Donald Trump que se erige como el líder de los negacionistas, que no sólo rechazan las evidencias sino que además promueven el uso de energías no renovables, con ello se alejan, incluso, de los Acuerdos de París, uno de los momentos cumbres del movimiento ecologista.

No obstante, a pesar del viaje de terror en el que se convierte esta cinta, también hay espacio para la esperanza. En una escena francamente alentadora, Gore se reúne con Dale Ross, el alcalde de Georgetown, Texas, un político republicano y conservador quien presume con orgullo a su ciudad como la primera de su país (tal vez del mundo) en operar al 100 % con energía renovable. “Lo único que se necesita a fin de combatir el cambio climático es sentido común”, afirma el alcalde. Lástima que ese recurso sea tan escaso últimamente en la Casa Blanca.

Rozando los linderos de la hagiografía, pero con el peso moral de una lucha impostergable, Al Gore no parece estar cerca de rendirse, invita a que la gente se sume al movimiento del cual deberían surgir nuevos liderazgos en esta lucha urgente, o de lo contrario, como bien lo ha dicho  (en tono de broma) a la prensa: “tal vez no haya planeta para hacer la tercera parte”.

La verdad incómoda 2 se estrenará en México el 17 de noviembre y la podrás encontrar en la Ciudad de México y Área Metropolitana, Acapulco, Cabo San Lucas, Cancún, Chihuahua, Ciudad Juárez, Ciudad Obregón, Celaya, Cuernavaca, Ensenada, Guadalajara, Jalapa, La Paz, León, Matamoros, Mérida, Mexicali, Monterrey, Morelia, Nogales, Nuevo Laredo, Puebla, Querétaro, Saltillo, San Cristóbal de las Casas, San Luis Potosí, Tampico, Tapachula, Tijuana, Toluca, Tuxtla Gutiérrez, Veracruz, Villahermosa y Zapopan.

An Inconvenient Sequel: Truth to Power

Dirección: Bonni Cohen, Jon Shenk.

Guion: Al Gore.

Producción: Lawrence Bender, Richard Berge, Scott Z. Burns, David Casey, entre otros. EU, 2017.

Fotografía: Jon Shenk.

Edición: Don Bernier, Colin Nusbaum.

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