Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

Ready Player One

Ernest Cline escribió en 2011 la novela en que se inspira esta película bajo la influencia del cine de Steven Spielberg. Ahora, este director toma el timón, no con ánimos de celebrarse a sí mismo, sino como un homenaje al cine mismo
31 de Marzo 2018
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El año es 2045. La ciudad es Columbus, Ohio. El futuro, tan prometedor en los libros y las películas de ciencia ficción, resultó un lugar estéril donde la pobreza es la constante. Ante la desilusión por el mundo real sólo quedan dos escapes, la nostalgia y la realidad virtual. Por ello, la gente huye al mejor lugar posible: El Oasis.

Creado por el genio de la programación James Halliday (Mark Rylance), el Oasis es un mundo de realidad virtual donde el jugador puede hacer lo que sea y convertirse en quien sea. Puedes esquiar en montañas nevadas con Batman, jugar una carrera de autos pilotando el Batimóvil, apostar tu dinero en un casino del tamaño del planeta. Pero lo que vuelve más atractivo al Oasis no es lo que puedes hacer sino quién puedes ser: desde Batman hasta Robocop, desde Chun-Li hasta Chucky, desde el Gigante de Hierro hasta las Tortugas Ninja. La imaginación es el límite.

A la muerte de Halliday, su testamento digital fue un reto para el mundo: ha dejado escondidas tres llaves dentro del Oasis, quien las encuentre no sólo ganará una fortuna, sino que será quien controle el destino de aquel ambiente virtual. El planeta entero ha jugado durante años  a fin de encontrar el premio y acabar así con su pobreza, sin embargo, luego de mucho tiempo sin que nadie encontrara una sola de las llaves, un chico que en la realidad se llama Wade Watts (Tye Sheridan) está a punto de cambiarlo todo.

Basado en la novela homónima del autor Ernest Cline, Ready Player One es un tsunami de referencias a la cultura pop, principalmente de la década de los 80. Un acto onanista de autocelebración a la triunfante cultura nerd que se engolosina en sí misma.

Por eso llama poderosamente la atención que el director de esta cinta, el “Mago de Oz” de esta ciudad esmeralda, sea uno de los arquitectos de nuestra propia cultura popular: Steven Spielberg. Ernest Cline reconoce que la gran inspiración para escribir Ready Player One fue justo el cine de Spielberg, sobre todo el de su primera época de grandes blockbusters que marcaron a toda una generación.

Pero lo interesante es que Spielberg le da la vuelta al asunto. Si bien hay varias referencias a su propio cine (aunque pequeñas y sutiles), este director no toma el timón con ánimos de celebrarse a sí mismo: lo suyo es un homenaje al cine. Tras la fachada de la adaptación de esta novela, Spielberg lleva oculto un cargamento donde si bien no deja de hacer referencias a los cómics, música y videojuegos, se da permiso con la finalidad de entregar un poderoso monumento al cine mismo.

Estamos ante una binomio que parecía imposible de armar y que Spielberg resuelve con la soltura que le dan los años como autor y gran cineasta: Ready Player One es cine y videojuego a la vez. El lenguaje cinematográfico cambia y se adapta, la realidad no alcanza para narrar esta historia y la gran mayoría de ella sucede en la computadora. Ready Player One es el pináculo del CGI usado no como herramienta narrativa sino como propósito en sí mismo.

El resultado es auténticamente abrumador. El espectador no puede pestañear sin perder alguna de las miles de referencias pop que inundan la pantalla: Las tortugas ninja, Robocop, Batman, The Joker, Street Fighter, Iron Giant, King Kong, Mario Bros., Godzilla, las Tutsi Pop, las Mad Ballz, las Battletoads, el Atari y cientos más.

Pero ello no es más que un trámite. A Spielberg lo que le interesa, y por lo que es grande esta película, es su propio homenaje al cine, y en concreto a uno de los grandes exponentes del mismo en una secuencia que quita el aliento por lo fantástico de la idea, lo genial de la ejecución y el amor que profesa Spielberg al cine mismo.

Ready Player One es una de las cintas más ambiciosas en la carrera de Spielberg, es su Mago de Oz (1939), su Matrix (1999), su Inception (2010). Todos en uno solo. Es también su regreso, después de casi una década, al cine de ciencia ficción. Spielberg hace que la palabra “visionario” vuelva a tener significado. Un hombre que no teme al futuro, y tampoco se olvida del pasado.

Dirección: Steven Spielberg.

Guion: Zak Penn y Ernest Cline, basado en la novela de Ernest Cline.

Producción: Steven Spielberg, Dan Farah, Daniel Lupi. EU, 2018.

Fotografía: Janusz Kaminski.

Edición: Michael Kahn.

Música: Alan Silvestri.

Con: Tye Sheridan, Mark Rylance, Ben Mendelsohn, entre otros.

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