Periodismo imprescindible Viernes 19 de Abril 2024

Realidad no tan virtual

Canción del agua es un viaje multisensorial 
al corazón del océano para mostrarte la triste realidad de nuestros ecosistemas marinos
05 de Agosto 2018
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POR GIOVANNA FRANZONI

Un esqueleto de ballena varado en la arena. Más adelante, restos de corales que no resistieron tanto como lo hicieron unas botellas de plástico. Caminar a partir de ahí se vuelve angustiante: ese desierto del futuro en el presente es mar; casa de miles de especies y parte del equilibrio de nuestra existencia.

Lo único en lo que podía pensar al recorrerlo era: ¿qué pasó con todas esa interminable agua salada?, ¿ese desierto con restos de animales acuáticos es sinónimo de nuestro destino?, ¿qué tan cerca estamos de acabar con todo?

Tal vez los seres humanos aún no hemos dado con la clave que nos permita traspasar la dimensión en la que vivimos y viajar al futuro; aunque no es necesaria una máquina del tiempo o la posesión de un oráculo para saber que, si seguimos bajo un ritmo de vida consumista, secaremos hasta el núcleo nuestro mundo.

Lo que sí es un hecho es que nadie puede comparar el imaginar nuestros océanos convertidos en desiertos, con viajar a ese ambiente apocalíptico a través la realidad virtual. La diferencia es abismal.

Canción del agua es un proyecto de SanMillan Produce y cuenta la historia del posible futuro, el pasado y el presente del océano. A partir de ese exacto orden temporal, la narrativa y los submundos que cohabitan con ella te sumergen en una historia que cambiará tu perspectiva sobre nuestros mares.

“La realidad virtual nos abre la oportunidad de tocar la conciencia, en este caso, hacia la responsabilidad que tenemos todos los seres humanos con el océano, con los seres que lo habitan y con la calidad de este órgano gigante con el que sin él, no hay vida”, responde María Teresa Argüelles, productora de SanMillan, cuando le pregunto sobre el objetivo de este nuevo mundo hecho de gráficos por computadora.

Y sí, estar debajo del mar (o de lo que solía serlo) durante un recorrido en primera persona te permite ver con claridad el cáncer que es tanto desperdicio plástico para nuestros mares. Un problema del que sólo somos culpables los humanos.

Pero lo que en realidad cautiva de este proyecto de realidad virtual es que a diferencia de cómo se utiliza comúnmente esta tecnología en la actualidad, la intención de sus realizadores no es sólo mostrarte, en 360 grados, la profundidad del océano o las condiciones en las que podría acabar, sino ir más allá. En Canción del agua cada uno de los escenarios es parte de una aventura acuática.

Con la finalidad de fortalecer la narrativa, SanMillan integró al equipo al director –nominado al Oscar– Felipe Hernández del Paso y a Chacho Gaytán a cargo de la música. Para terminar de impactar está Miel, una ballena jorobada con dimensiones impresionantes que es también tu guía durante el recorrido.

Son los restos de una ballena parecida a ella lo primero que se presenta en el corto. Sin embargo, justo cuando todo parece falto de esperanza, Miel aparece con el propósito de llevarte al pasado; uno con un océano limpio, lleno de colores y vida.

Después de mostrarte la belleza de su hogar en el pasado, Miel te transporta al corazón del océano en el presente, donde el agua es turbia, los envases de pet han superado en número a los peces y un delfín atrapado en una red plástica se esfuerza por mantenerse con vida.

Es ahí cuando ese mundo virtual hace clic con el nuestro, nos sumerge en pixeles para regañar nuestra conciencia. Esas 12 toneladas de desperdicio que llegan al mar cada año  o las 87 000 toneladas de basura que flotan actualmente en el Océano Pacífico son también parte de esa recreación. La historia nos muestra no sólo cómo nuestro consumismo afecta al ambiente de Miel, sino la cruda realidad de nuestros ecosistemas submarinos.

“Sentimos que lo que creamos es una pieza que inspira, y hacia donde estamos enfocando nuestros esfuerzos es en que la gente se involucre con temas para mejorar el ambiente. La intención es que cuando la gente lo vea, no sólo tenga una experiencia estética y lúdica, sino que sí salga con ganas de tomar acción en la problemática”, comenta María Teresa Argüelles sobre el impacto de Canción del agua en el público.

Es bajo esa línea de pensamiento que este proyecto pasó de ser un corto en realidad virtual –presentado por primera vez en el Festival de Cine de los Cabos del año pasado– a  una pieza que funge como el eje de una exposición multisensorial que muestra a profundidad el problema de la contaminación de nuestros mares, e invita a sus asistentes a ser parte de la solución.

La próxima presentación de la exposición en la Ciudad de México será durante el Festival del Bosque de Chapultepec, que será realizado del 18 al 26 de noviembre de este año. A nivel internacional, Canción del agua será la única pieza mexicana presentada en el Wild Life Conservation Film 2018, y estará presente en el Festival de Cine Hola en Israel.

Sin embargo, el equipo de SanMillan sigue en busca de espacios para presentar tanto el corto en realidad virtual como la experiencia multisensorial que nace de Canción del agua con la esperanza de que, entre más seres humanos viajemos al fondo del agua a través de un visor, haya más probabilidades de cambiar lo que se vislumbra en ese desértico futuro.

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