Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

Sin estereotipos

Con diez capítulos, la adaptación de la novela de Xavier Velasco, 
Diablo guardián, se convierte en la primera producción 
mexicana original de Prime Video, el servicio 
de contenidos digitales de Amazon
12 de Mayo 2018
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POR JAVIER PÉREZ

Diablo guardián es el título de una de las novelas más representativas de Xavier Velasco. Cuando era un escritor desconocido, el mexicano presentó el manuscrito con el objetivo de competir por el Premio Alfaguara de Novela y lo ganó en 2003. Desde entonces, se ha convertido en uno de los autores más destacados de la literatura mexicana. Ahora, luego de que desde 2012 vendiera los derechos de adaptación de esta novela, por fin acaba de ver la luz como una serie de diez capítulos y la primera de producción mexicana original de Prime Video, el servicio de contenidos digitales de Amazon.

“Para mí era un asunto de palabras, un asunto de lenguaje. Al ver la música, ver todo esto, es tal vez algo que uno se imaginó, pero que no pensó que iba pasar. Estoy como que enloquecido, muy contento –dice Velasco–. Mis expectativas generalmente las tengo cortas, no me gusta tener mucha expectativa porque siempre que esperas demasiado a lo que estás llamando es a la decepción. Lo que realmente espero de esta serie es que enganche a uno como televidente, que no la puedas dejar, que te desveles viéndola”.

Diablo guardián cuenta la historia de Violetta, una chica que a los 15 años cruza la frontera con Estados Unidos con más de 100 000 dólares robados a sus padres, con la finalidad de iniciar su aventura en Nueva York. En la serie, Violetta no tiene 15, sino 18. Y es interpretada por Paulina Gaitán, una actriz de 26 años a quien veremos en Las niñas bien.

Diablo guardián vino a cambiar mi vida completamente –dice Paulina–. Esto es un parteaguas de todo lo que yo había hecho anteriormente, yo hacía muchos personajes de chavita, y por primera vez pude crecer con Violetta, porque ella arranca de 18 años y termina de veintitantos. Entonces, este proceso actoralmente para hacerlo fue complicado, pero creo que funcionó”.

Si bien Xavier Velasco no se involucró en la adaptación ni en la filmación (aunque sí tuvo un personaje en la serie), se reservó el derecho de elegir a la protagonista. “Cuando vi que la protagonista tenía la actitud, la verdad es que dije estos tipos están haciendo cosas excelentes, no tengo nada que enseñarles ni corregirles”.

Paulina no la tuvo fácil. Antes de arrancar la serie, hizo seis call backs y luego tuvo que conocer a los ejecutivos de Televisa (la serie en primera instancia iba a ser producida por Blim) y a los productores Pepe Nacif y Ramiro Ruiz. “Xavier Velasco fue el último que eligió que yo fuera Violetta. Fue un proceso bastante complejo porque tuve que encantar a muchas personas para que me dieran el sí y me bajé 10 kilos, fue un proceso duro, pero lo logramos”.

Para Andrés Almeida, quien interpreta a Nefastófeles, adaptar novelas es una apuesta que se tiene que hacer con mayor frecuencia en México. “Deberíamos trabajar más a partir de textos literarios, pues tenemos un gran acervo y muchas historias”. En el caso de Diablo guardián, le gusta que los personajes no son estereotípicos. “No son ni el bueno ni el malo, sino que logramos generar esta dualidad que tienen, poder corresponder a ese ser humano que siempre está luchando con las dos partes. Más allá de ser el villano, creo que soy el que toma las peores decisiones en la serie”.

De acuerdo con Adrián Ladrón, a quien recientemente vimos en La cuarta compañía y quien interpreta a Pig, “tener la oportunidad de hacer personajes con un arco dramático tan claro, con tantos matices, es una oportunidad de jugar en el set a distintas cosas. Yo creo que los personajes se van construyendo en el camino y se nutren también de la relación con los compañeros. Así vas descubriendo nuevos rasgos del personaje”.

Por su parte, Xavier Velasco sostiene: “Estos personajes formaban parte de mis entrañas, de ahí salieron. A mí no me interesa juzgar a mis personajes, me interesa ser ellos. La literatura te da esta oportunidad, de ser la monja y la prostituta, de ser el villano y el bueno, de tener alas y cuernos. Para mí el juego de escribir tiene que ver con arriesgar, arriesgar tu identidad y meterte a ser ellos”.

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