Periodismo imprescindible Miércoles 17 de Abril 2024

Un amor inseparable

Todo comienza como una historia de amor, lo que nos indica que la película será una típica comedia romántica, pero conforme se añaden personajes, se transforma en un drama familiar y también en un retrato sobre el racismo
30 de Octubre 2017
46-47
46-47

El tercer largometraje del norteamericano Michael Showalter, The Big Sick  (Un amor inseparable, por su pésimo título en español), comienza como la clásica comedia romántica donde una chica conoce a un chico y viven un idilio amoroso. En este caso se trata de Kumail (el propio Kumail Nanjiani), un joven inmigrante de origen pakistaní, y Emily (Zoe Kazan), una chica de Nueva York que acude al lugar donde trabaja Kumail como comediante de stand up. Se conocen, se enamoran y empiezan a andar. A Showalter sólo le bastan 20 minutos para vendernos a esta pareja ideal a la cual queremos que todo le salga bien. Obviamente eso no sucederá.

El género de la comedia romántica está en crisis en los Estados Unidos. Lejos están las épocas donde una cinta de ese género llenaba las arcas y generaba recursos suficientes como para todo un año. Hoy día, para que un filme romántico funcione en Estados Unidos se necesita star power y que sea lo más soso posible. Ninguna de las dos se cumple en The Big Sick, sin embargo, ha sido un éxito en taquilla y en crítica, e incluso se rumora que podría llegar a la nominación grande a los Oscar, aunque para ello se necesita un poder económico que la cinta tampoco tiene.

La película es un vehículo de lucimiento para el comediante Kumail Nanjiani, quien luego de múltiples apariciones en series de TV, así como en su trabajo de stand up, decide llevar este guion al cine (escrito por él mismo y su esposa, Emily V. Gordon), en una mezcla de comedia romántica y dramedy, con un toque de humor racial donde Nanjiani no desaprovecha la oportunidad de decir algo sobre su condición como inmigrante paquistaní en plena era Trump.

Así, la entrañable relación entre Kumail y Emily entrará en una desesperada crisis, la cual le da un giro absolutamente inesperado a la trama. De ser una convencional (aunque entrañable) historia de amor, The Big Sick se va por linderos mucho más oscuros donde el simple amor romántico se abandona por una tragedia que cambia los planes de todos los involucrados.

Ese giro absolutamente genial de la trama da entrada a otra pareja entrañable, los padres de Emily, interpretada por Ray Romano y la genial Holly Hunter (denle un Oscar, por favor), quien  termina robándose por completo la película. Estos personajes ayudan a que la mira de la cinta se amplíe aún más confome se desarrolla: de simple comedia romántica se convierte en un drama familiar y, además, en una cinta sobre el racismo en la llamada América profunda.

Y esto último, que no deja de ser una cereza en el pastel, habla de como un género usualmente ligado al simple entretenimiento puede servir como catalizador de muchas otras intenciones, en este caso políticas. Aunque en el papel el director es Showalter, es claro que Nanjiani es el tambor batiente de esta cinta, a quien no sólo le importa narrar su historia de amor (que por cierto, es real), sino dejar en claro lo difícil que es ser un migrante en Estados Unidos en pleno 2017.

The Big Sick

Dirección: Michael Showalter.

Guion: Emily V. Gordon, Kumail Nanjiani.

Producción: Judd Apatow, Amanda Glaze. EU, 2017.

Fotografía: Bryan Burgoyne.

Edición: Robert Nassau.

Con: Kumail Nanjiani, Zoe Kazan, Holly Hunter, Ray Romano, entre otros.

Más sobre


Recientes