Periodismo imprescindible Jueves 25 de Abril 2024

Circo, maroma y teatro

Con la llegada de sus hijos, estas actrices conocieron un amor diferente a cualquier otro, y no sólo eso, su vida también cambió. Ellas más que nadie saben que el show debe continuar, por lo que ahora dominan el equilibrio entre sus carreras y la maternidad
06 de Mayo 2018
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POR JULIETA SÁNCHEZ Y JAVIER PÉREZ

“La maternidad es un don maravilloso –escribe Chimamanda Ngozi Adichie en su libro Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo–, pero no te definas únicamente por ella. Sé una persona plena… Marlene Sanders, pionera periodista estadounidense (y madre de un niño) que fue la primera mujer en informar desde Vietnam durante la guerra, una vez aconsejó lo siguiente a otra periodista más joven: ‘Nunca te disculpes por trabajar. Te gusta lo que haces, y que te guste lo que haces es un regalo fantástico para tus hijos’”.

Maternidad y trabajo, un tema que a lo largo de los años ha sido motivo de análisis y reflexión. Y hoy en día, en pleno siglo XXI, muchas madres trabajadoras siguen escuchando frases como “Deberías mejor quedarte en tu casa”, “¿Con quién se quedan los niños?”, “Así como están las cosas, yo prefiero quedarme con ellos”, “Qué va a ser de mis nietos” y más. Las actrices tampoco se salvan de estos juicios, aunque no por ello abandonan su carrera. Sí, algunas han modificado su rutina o incluso tomaron un descanso, sin embargo, ellas mejor que nadie saben que el show debe continuar.

“Cambia la vida –dice Gabriela de la Garza, actriz que se consolidó con la telenovela Las Aparicio–, cambió mi organización de vida, pero todo se ha acomodado para bien”.

Adriana Paz, quien ha ganado tres premios Ariel por filmes como La tirisia (2015), asegura que el cambio en ella sólo aplicó en la logística: “Se volvió más complicada. Pero con una oportunidad de aprender cosas a través de mi hija, a través de la enseñanza del conocimiento que estoy adquiriendo. Es lo más lindo que me ha pasado”.

Iliana Fox, quien entre sus créditos tiene Km 31 (2006), dice que ahora, con su hija ya de ocho años, debe elegir proyectos que le permitan estar en su país. “Ya no me puedo llevar a mi hija porque está un poco más grande, pero sólo eso”.

Estas actrices tienen clara la maternidad desde esa perspectiva, y la ven como un punto muy positivo en su vida.

Que nada les falte

Gabriela de la Garza tiene una agenda ajetreada en puerta. El 15 junio se estrena el thriller El habitante, en el que tiene un papel especial; y un poco antes, entre el 26 de mayo y el 29 de julio, estará en la obra Consígueme una vida en el Foro Shakespeare. Compaginar maternidad y actuación, sostiene, requiere mucha organización “y un ejército detrás. La verdad es que no podría hacer lo que hago en la forma como lo hago sin la ayuda en casa, ese es el secreto”.

A veces su hijo la acompaña. “Él ha estado muy presente conmigo en todo lo que hago en el set o en el escenario. Siempre está muy familiarizado con el proyecto que tenga en turno”. Y si no, se queda con su papá, con los padres de la actriz o con la chica que le ayuda desde hace años. “Afortunadamente es muy amiguero, la verdad es que sus amigos y mis papás me ayudan un montón”.

A Adriana Paz, quien recientemente filmó en España la serie de televisión Vis a Vis, quienes la han ayudado a cuidar a su hijo son su madre y su suegra. Cuando era más pequeño, una u otra la acompañaban a los sets o incluso a los festivales por diferentes partes del mundo, pues cuando su hijo tenía apenas meses de edad le tocó hacer la gira de festivales de la cinta Las horas muertas (2013). Pero ahora que ya tiene cinco años, Adriana decidió que el niño tendría que tener una rutina establecida, “por eso se quedó en México”.

Eréndira Ibarra tiene un hijo de poco más de un año. Mientras estaba embarazada filmó la comedia romántica A ti te quería encontrar, la cual se estrena a finales de junio; tenía que controlar las náuseas en las escenas más románticas. “Las mujeres –dice– tenemos en nuestra naturaleza la capacidad de rifarnos bien pesado. Nada más es cuestión de confiar porque sí te empiezas a apabullar y te tensas, muchos hombres te dicen: ‘lograste estudiar’. Logré hacer lo que puedo hacer para llegar al set y estar preparada, y eso es lo importante. Ya llevo dos proyectos desde que nació mi hijo, y siento que le agarro más la onda a ayudarlo para que no le falte nada, sobre todo que no le falte su mamá y que a mí tampoco me falte nada, sobre todo el tiempo para estudiar”.

Las enseñanzas

Gabriela, Iliana, Adriana y Eréndira coinciden en que la maternidad ha sido el regalo más bello que les ha dado la vida. Con sus propias palabras y bajo sus propias circunstancias, coinciden también en que les ha enseñado un montón de cosas. Hablan de una clase de amor diferente a cualquier otro y de una vida que comienza a planearse de forma distinta.

No obstante, adaptarse a la maternidad mientras trabaja como actriz ha requerido hacer, en palabras de Adriana Paz, “circo, maroma y teatro. Cuando era bebé y tenía un llamado, me lo llevaba, hasta tengo una foto donde yo estaba en maquillaje y él estaba ahí. A los festivales fue una locura [se lo llevó al de La Habana con poco más de un mes de nacido], pues donde yo estaba tenía que estar él. Bueno, iba mi madre o la mamá del padre de mi hijo, las dos mujeres muy importantes para mí, me apoyaron y también hicieron posible el estar lo más cerca de mi hijo. Ha existido culpa, pero debo trabajar y hay compañeras que en algún momento deben dejarlos, mi madre misma; ahora él necesita de una estructura, de una rutina. La verdad ha sido muy difícil, pero cuando vengo a México [ha estado en España] me voy con él directamente”.

Gabriela de la Garza ha tenido una experiencia similar. “Recuerdo que desde pequeñito siempre es un problema cuando uno está en proyectos largos o de estar muchas horas en el set. Sí es una dificultad porque no hay apoyo, por ejemplo en las televisoras no hay una guardería donde los niños puedan estar entreteniéndose y pasarla bien, y tampoco el set es un lugar para niños: hay que estar en silencio, luego hay escenas que no son para ellos, entonces, finalmente acabas tomando una nana que esté contigo y en los descansos verlo. Se vuelve un poco complicado pero siempre uno encuentra la forma de estar con ellos”.

Iliana Fox, quien como Eréndira Ibarra y Gabriela fue parte del elenco de Capadocia, solía contratar una niñera, no obstante, dice que su hija ya es más grande y “puede estar más tranquila en un llamado sin la necesidad de contratar una niñera. A ella le encanta, está acostumbrada desde bebé, es una niña muy tranquila y eso ayuda mucho”. Aunque prefiere no aceptar papeles que impliquen salir de México a menos que pueda llevarla consigo. Ha tenido que rechazar algunos trabajos por esa razón.

Gabriela de la Garza tenía claro que dejaría de trabajar por lo menos un año una vez que naciera su hijo. “Trabajé hasta cuando tenía ocho meses de embarazo, estaba en una gira de teatro donde además hacía un desnudo. Eso se fue modificando porque el personaje no podía estar embarazado, entonces, le sacábamos y sacábamos al vestuario para que no se me notara. El desnudo terminó siendo una cosa muy extraña porque salía yo de espaldas y con la luz me protegían muchísimo para que no se notara mi panza. Y empecé a trabajar cuando mi hijo tenía once meses de edad, fue una decisión personal dejar de trabajar ese tiempo: no quería que él entrara a una guardería. No he tenido que declinar a ningún proyecto por ser mamá”.

Prioridades

Actualmente, Gabriela de la Garza filma Solteras, película sobre la dificultad de encontrar el amor verdadero. Ella dice que después de ser madre cuida más el contenido o el tipo de las escenas. “Prácticamente el 90 % del contenido que he hecho no lo ha visto mi hijo, en algún momento lo va a ver y quiero que se sienta orgulloso de su madre, no avergonzado, por su puesto que pienso en él cuando acepto un trabajo o hago una escena determinada”.

Iliana Fox, a quien recientemente hemos visto en la serie Dogma, trata de no actuar en proyectos sobre narcotráfico. “Me parece muy preocupante el México que le estamos mostrando a nuestros niños, me preocupa que en los proyectos los narcotraficantes se vean como los héroes y que los niños quieran ser narcotraficantes en lugar de bomberos o policías. Ese es mi granito de arena”.

Las actrices coinciden en que en un escenario ideal, debería existir una regulación ante los horarios de trabajo, que a veces pueden incluso ser de 17 o 18 horas al día. “Yo he podido hacerlo –dice Gabriela–, pero muchas veces he visto que otras actrices no han podido hacerlo. Por ejemplo, el festival del Día de las Madres, muchas actrices, quizá por ingenuidad, inseguridad, falta de conocimiento o miedo, no dicen: ‘A mí no me importa si es el único día que les prestan la locación, pero ese día no cuentan conmigo porque es crucial para mí y para mi hijo’. Yo sí he podido hacerlo, he estado 95 % en los eventos importantes de mi hijo y he podido decir ‘Yo trabajo hasta cierta hora, porque soy mamá y tengo que ver a mi hijo’. Y aun así ha sido complicado, a veces el horario de trabajo es demandante”.

“Sería para las mamás y los hijos mucho mejor –dice Iliana–, porque finalmente nuestros hijos son el futuro de México y es importante que tengan a sus papás presentes, y me refiero no solo a los artistas, sino a todo el crew, a todos los que son papás”.

En ese plano ideal, dice Adriana Paz, la producción debería apoyar a las madres. Ella comenta que ha contado con la fortuna de que siempre la han ayudado en ese sentido, tanto en México como en España.

“Somos mujeres y podemos con eso y más –dice Eréndira Ibarra, quien formó parte del elenco multinacional de la serie Sense 8, de las hermanas Wachowski–, por algo somos el sexo fuerte, eso lo tengo clarísimo, me di cuenta con mi hijo”.

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