Periodismo imprescindible Viernes 19 de Abril 2024

El amor de la audiencia

Roger Waters ha tomado a México como uno de sus lugares obligados durante sus giras mundiales. Un lugar especial, podría decirse, y en esta ocasión ofrecerá tres conciertos en el Palacio de los Deportes;  tenemos ya 
una idea de su setlist
25 de Noviembre 2018
No disponible
No disponible

POR JAVIER PÉREZ

Hace dos años, el músico británico Roger Waters, ex miembro de la mítica banda Pink Floyd, reunió multitudes no solamente en su par de fechas en el Foro Sol, también en la presentación de una película en la sala 1 de la Cineteca Nacional.

Aquel 30 de septiembre presentó un documental a favor de reivindicar el derecho de Palestina por habitar sus tierras, The occupation of the american mind (Loretta Alper y Jeremy Earp, 2016), y un día después ofreció un concierto en el Zócalo capitalino, plaza pública que fue atiborrada desde varias horas antes y donde lanzó varias consignas, como la petición de renuncia de Enrique Peña Nieto como presidente de México justo enfrente de Palacio Nacional.

Ahora regresa a México como parte del cierre de la gira Us + Them por América latina. Acá ofrecerá tres conciertos en el Palacio de los Deportes, los días 28 y 29 de noviembre, así como el 1 de diciembre. En sus presentaciones –ya es habitual–, no han faltado los comentarios de crítica sociopolítica, como el que el músico de 75 años acaba de dar en Lima sobre la corrupción y la discriminación; o la petición al gobierno ecuatoriano de respetar el asilo de Julian Assange, mientras hacía una de sus visitas de activismo en la Amazonia ecuatoriana.

En los conciertos de la gira, cuyo nombre deriva de la canción de 1974 “Us and them” del álbum Dark side of the moon, Waters ha conformado un setlist de más de veinte canciones, entre rolas de los álbumes de Pink Floyd en los que él tuvo participación (como Wish you were here, The wall, Animals y el ya citado Dark side of the moon) y otras de su producción de 2017 Is this the life we really want?

Según  ha comentado Waters, con el paso de los años ha notado lo afortunado que es porque a la gente le gusta lo que ha hecho, y agrega: “Me siento muy feliz cuando camino hacia el escenario y empiezo a tocar mis canciones. No me había dado cuenta hasta, creo, 1999. Don Henley [el cantante y fundador de The Eagles] me pidió que hiciera una actuación de caridad en Los Ángeles. Eran unas 6 000 personas, y mientras caminaba pude sentir todo este silbido que simplemente puedo describir como amor de la audiencia”.

Pink Floyd setentero y algo más

De estos álbumes, Roger Waters ha sacado el setlist del espectáculo visual y sonoro que presentará en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México.

Dark Side of The Moon (1973)

Lanzado el primero de marzo de 1973, se le consideró un clásico instantáneo. Ha sido disco de platino más de 15 veces desde su aparición, y se considera uno de los discos definitorios del rock de los setenta. “Antes del disco vendíamos entre 12 000 y 15 000 lugares en América –le dijo Gilmour a la revista Q en 1992–, pero a partir de entonces podíamos llenar estadios completos y tuvimos que cambiar nuestra forma de dar shows”. Para Waters, este comentario musical sobre la locura y el aislamiento llegó con un costo alto: “Dark side of the moon acabó con Pink Floyd de una vez por todas”.

Wish you were here (1975)

En el sitio web American Song Writer, Andrew Leahey escribió, en un magnífico ensayo: “Wish you were here, al igual que el disco que lo precede, es un álbum conceptual. Con el tema central de la ausencia, las letras de Waters ilustran la diferencia entre los primeros años del grupo. Se habían vuelto multimillonarios con el éxito de Dark side, y también se habían convertido en la gallina de los huevos de oro de un gran sello discográfico, y la camaradería que alguna vez existió entre ellos se había distendido”.

Animals (1977)

Cuando aparece un cerdo flotando en los conciertos es porque llega el momento de interpretar “Pigs on the wing” o “Dog”, del álbum basado en la fábula política de George Orwell, Animal farm. No fue un disco fácil, incluso puede considerarse monótono. Las canciones que lo integran nunca fueron interpretadas por Pink Floyd después de la separación de Waters de la banda.

The wall (1979)

Para Roger Waters componer los temas de este álbum fue muy importante: “Escribir The wall fue una forma de expresar esos sentimientos que, gracias al tour, se convirtieron en la metáfora de algo más general”. Después de 35 años de su lanzamiento, Waters hizo una gira mundial que duró dos años y fue vista por 3352947 personas en todo el planeta. “Es un boceto bastante certero de lo que está sucediendo ahora, y de qué debe hacerse en el futuro con el propósito de despojar a los poderosos que rigen el mundo del poder, el cual ostentan a costa del resto de nosotros. Esa historia seguirá vigente mientras eso no se resuelva”.

Is this the life we really want? (2017)

Waters publicó su nuevo álbum al mismo tiempo que emprendía su gira Us + Them por América del Norte. Mediante las letras de las 12 canciones que integran el disco producido por Nigel Godrich (Radiohead, Paul McCartney, Beck, U2), el británico opina sobre el mundo moderno y los tiempos de incertidumbre actuales.

Recientes