Periodismo imprescindible Viernes 29 de Marzo 2024

La historia
 de un hit sin igual

“Despacito”, la canción más gigante del reggaetón, fue un parteaguas y marcó un antes y un después para la música, por ello, uno de sus autores y el principal intérprete nos cuenta la historia de este éxito
28 de Octubre 2018
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POR JULIÁN VERÓN

Hay algo muy particular en los hits: cuando los escuchas sabes que tienen un je ne seis quo; se escapan de la normalidad, huyen de los lugares comunes como si su vida dependiera de ello; y eso está cabrón. Hablar de éxitos coyunturales es hablar de “Despacito”: la canción en español y en cualquier idioma más streameada del planeta. Y para el idioma de Cortázar, es la canción más exitosa de su historia.

¿A dónde se puede ir después de hacer un hit tan gigante? Es difícil. Imaginen tener que seguir haciendo canciones y escuchando las comparaciones con un monstruo de ese tamaño. Hace tiempo platiqué con uno de sus compositores, Luis Fonsi, sobre la historia de la canción. “Cuando escuchamos las maquetas del disco para decidir con la disquera cuál iba a ser el sencillo, yo les insistía que tenía que ser ‘Despacito’, porque era un tema importante y valía la pena lanzarlo como primer sencillo. Sabía que teníamos algo bueno entre las manos”, me dijo Luis Fonsi.

Aunque claro, hoy en día es fácil hablar del megaéxito que fue y es. ¿Pero recuerdan cuándo salió? Yo sí. Muchísima gente estaba impresionada con el cambio de baladista a reggaetonero de Fonsi. Hubo burlas y más. Él no sabía si la canción iba a funcionar al 100 por ciento: “La verdad es que cuando escribes un tema o cuando estás en el estudio, no tienes idea si va a funcionar o si a la gente le va a gustar. Simplemente no sabes, por lo que es importante, por lo menos para mí, dar siempre el cien por ciento. La decisión final la tiene el público”.

Siempre que hablo de “Despacito” digo que Daddy Yankee es la columna vertebral de esa canción. Sin él, no hubiese sido jamás lo mismo; le dio estructura y movilidad. “Una vez que ya grabé mi voz en el estudio y los productores Andrés Torres y Mauricio Rengifo trabajaron en el tema, ‘Despacito’ se transformó en esta mezcla latina entre el pop y reggaetón. Sabía que la canción necesita esa chispa, especialmente en el segundo coro; y fue entonces cuando me comuniqué con Daddy Yankee, un gran amigo con el que he colaborado en varias ocasiones, y le dije: ‘te voy mandar una canción muy especial, solo escúchala y dime qué opinas’. Esa misma tarde me llamó y me dijo: ‘¡esa canción es un hit!’. Dos semanas después viajó de Puerto Rico a Miami, entró al estudio e hizo su magia. Para mí elevó la canción a otro nivel”. Y pues, como efectivamente todos escuchamos: Daddy Yankee elevó la canción a niveles que ni el mismo Luis esperaba.

Siempre que platico con artistas sobre sus hits, les pregunto sobre lo más raro que les ha pasado con ellos. A propósito, una vez hice música en mi país, y compuse una canción que llegó a número uno nacional. Me sentí John Lennon, claro. Y lo más raro que recuerdo es haber entrado a una farmacia y que estuviera sonando la canción mientras pedía un remedio para la gripe. Entonces le pregunté a Luis qué era lo más raro o mejor que le había pasado con “Despacito”: “Con suerte, las cosas que han pasado son más positivas y agradables que raras. Ver cómo la gente de todas partes del mundo ha hecho su propia versión de la canción, sobre todo la de países donde no se habla español, como Japón, Italia, Rusia, Alemania son los más sorprendentes porque no es su lenguaje ni su cultura. Todos los días veo algo nuevo, y claro, es algo que me alegra el día. Todo lo que ha pasado con ‘Despacito’ ha sido orgánico, nada ha sido forzado o premeditado, por eso me lo estoy disfrutando tanto”. Bueno, eso supera mi historia de la farmacia.

Cuando “Despacito” sonó en la radio, confieso que me sorprendió muchísimo la voz de Luis Fonsi en reggaetón. A ver: yo crecí con “Imagíname sin ti” y sus baladas exitosísimas, así que no sabía qué pensar sobre su nuevo género ni cómo lo iba a recibir la radio, pero pronto se convirtió en un virus radial. No dejaba de sonar en todos lados.

Una noche, una amiga me pasó el link del remix de “Despacito” con Justin Bieber, y lo escuché cantar “Des-pa-ci-tou” en español; dije literalmente: “Va a romper el mundo esta canción”.

Leí muchas historias sobre cómo se unieron Luis y Bieber, así que no pude no preguntarle a Fonsi sobre realmente cómo se contactaron. “Recuerdo estar de promoción en Europa y recibir una llamada a las 2:00 a.m. de mi disquera (ahí había estado hablando semanas antes sobre posiblemente hacer un remix con un artista americano), diciéndome que Justin Bieber había escuchado ‘Despacito’ en un club en Colombia [donde él se encontraba de gira] y que quería grabar el remix al día siguiente, mezclarla y lanzarla en tres días. Mi reacción fue sorpresa e inmediatamente les dije que sí. Le mandamos la secuencia y el hizo su parte en inglés, lo que no sabía es que cantaría el coro en español hasta que escuché el primer corte. El resto es historia”.

Efectivamente, el resto es historia. “Despacito” se convirtió en un hito para la música latina y la universal; quebró una barrera del lenguaje que nunca antes había sido rota a tan alto nivel desde “Macarena”. A veces la música nos deja este tipo de situaciones con el fin de que la analicemos de una forma pausada.

“Despacito” fue la mejor propaganda que ha existido para los beneficios que pueden surgir de la globalización; cambió el rumbo, fue un parteaguas, un antes y un después en la carrera de Fonsi y Daddy Yankee, y le dio un empujón sumamente necesario a un género que estaba en proceso de conquistar el mundo.

Cuando en algunos años se hable de cómo el reggaetón fue el género más popular del planeta, se tendrá que hablar de “Despacito” de manera obligada.

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