Periodismo imprescindible Martes 23 de Abril 2024

Con un lugar en la historia

El deporte blanco vive una época dorada, Federer, Nadal y Djokovic dominan las canchas, sin embargo, hoy la cima del tenis mundial está en manos del llamado “cuarto grande”: el británico Andy Murray
21 de Noviembre 2016
Murray
Murray

El camino de Murray no ha sido terso, ha tenido que remar contra corriente para hacerse de un lugar entre tres de los mejores tenistas de la historia.

Su camino inicia en el 2005, cuando, con apenas 18 años, debuta en la ATP (Asociación de Tenistas Profesionales) y pierde en el torneo de Barcelona. Sin embargo, en sus siguientes torneos logra sorpresivos triunfos, con lo que escala 449 lugares en el ranking mundial para ingresar en el Top 100 y llamar poderosamente la atención de sus rivales y conocedores del tenis.

Al año siguiente las victorias continuaron, logró ganar su primer torneo en febrero en San José. Su potente saque y su velocidad lo llevaron a ganar triunfos improbables en el año, incluso a sembrados Top 5, entre ellos Roger Federer (en ese entonces número 1), a quien venciera en los octavos de final del master de Cincinnati. Ese año termina en el 17 de la clasificación mundial, así fue el más joven dentro del Top 20 junto con Djokovic.

En el 2007 llegó hasta el número 8 de la siembra, pero debido su inexperiencia termina el año en el 11, con lo cual escaló de nuevo; sin duda cada vez subir en estos niveles era más complicado.

Los siguientes dos años fueron de ensueño para el británico: 11 títulos, finales de Grand Slam y escalar hasta el número 2 de la clasificación mundial lo confirman, pero la ansiada cima del tenis no llegaba… y faltaría mucho para eso.

Las siguientes temporadas fueron agridulces para Murray, pues los triunfos y títulos todavía llegaban, no obstante se mantenía como el eterno cuarto lugar de la ATP –Federer, Nadal y Djokovic no cedían, y el tiempo pasaba.

Pero en el 2012, fuera del conteo de la ATP, llegó quizá el triunfo más grande para el británico, pues se alzó con la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de ese año, y con la satisfacción de lograrlo ante su gente en Londres.

Es importante señalar que a partir de ese año se convirtió en su entrenador el famoso extenista Ivan Lendl, uno de los más grandes y queridos de todos los tiempos. Y aunque se separaron por un par de años, actualmente Murray sigue bajo la tutela de Lendl.

Terminó la temporada 2015 en el número 2 del conteo y sabía que era su gran oportunidad, pues Federer y Nadal no estaban en su mejor forma física, y Djokovic había perdido el hambre y la desesperación por el triunfo: se preocupaba más por su familia y menos por el tenis.

Cuatro años después de Londres, ahora en Río de Janeiro, Murray repitió el triunfo dorado de los Juegos Olímpicos, y aunque no le valía escalar lugares en la clasificación mundial, sí demostraba que su nivel era el mejor del momento, y que esta vez no se detendría por nadie para llegar a la cima.

Sin duda este 2016 ha sido su mejor año –ya suma seis títulos, la mayor cantidad en una temporada durante su carrera–, pero su momento cumbre llegó en el Torneo de Viena, cuando venció en la final a Wilfred Tsonga; y por fin llega a la cima del tenis mundial al desplazar a Novak Djokovic, quien atraviesa una mala racha.

Once años después de aquella derrota en Barcelona, Murray por fin tocó el cielo, pues ya no tiene que pensar en alcanzar a alguien para ser el mejor del mundo, la gloria llegó para él y ahora le queda conservarla por mucho tiempo, para así ganarse su lugar en la historia.

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