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Alimentos procesados

17 de Diciembre 2017
procesados
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“La ingesta alimentaria debe ir más allá de cubrir el requerimiento nutrimental del día. En ello deben involucrarse también elementos como el gusto, el placer y la compañía, pero eso ya no pasa”, afirma Ana Berenice de la Barrera, responsable del Subprograma de Apoyo a la Docencia en Alimentos del Programa Universitario de Alimentos (PUAL) de la UNAM.

La investigadora asegura que debido al ritmo actual de vida se consumen demasiados comestibles procesados, bajos en vitaminas y altos en grasa, azúcar y sodio. “De momento salimos del paso, comemos, no muy bien, no muy rico, pero rápido. Es necesario cuestionar si eso beneficia a nuestras vidas”, afirma.

Dado que el costo de los alimentos procesados es elevado, generalmente no se ingieren con tanta frecuencia en zonas rurales, como en las urbanas.

Además, la comida procesada también contiene aditivos, sustancias que la industria utiliza para brindarle una mejora tecnológica, sin embargo, estudios demuestran que no es conveniente tomar colorantes durante años o décadas, sobre todo los niños, pues a la larga podrían provocar cáncer u otras enfermedades, alerta Ana Berenice.

La universitaria sostiene que es importante buscar la lista de ingredientes del producto, pues al entender cómo viene estructurada se puede conocer la calidad del alimento.

En el PUAL se realizan, al menos, dos cursos al año con esta y otras temáticas, como nutrición, historia de la gastronomía, sistemas de gestión e inocuidad, o compras inteligentes, y se dirigen a cualquier consumidor interesado así como a los trabajadores de la industria de los alimentos.

 

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