Cada día hay más cantidad y variedad de servicios en Internet: ya no resulta necesario ir al supermercado para hacer la compra ni acudir a clase con el objetivo de aprender. Esto provoca que los usuarios se encuentren más expuestos y, por lo tanto, que exista una creciente desconfianza a que ciertos detalles de su vida se conviertan en datos de dominio público.
Aun así, usuarios de las economías emergentes manifiestan una confianza casi total en las empresas de Internet, 9 de cada 10 personas lo hacen en países como China, India o Indonesia y más de 8 de cada 10 en Pakistán o México.
Sin embargo, menos del 60 % de los consumidores comparte esta opinión en lugares como Japón o Túnez.
Las últimas noticias sobre abusos de los datos han advertido sobre el respeto a la privacidad en la red, pero la principal fuente de preocupación de los usuarios son los delincuentes, seguidos de las empresas que ofrecen estos servicios, otros usuarios y hasta los gobiernos. La desconfianza frente a estas entidades ha aumentado especialmente en los últimos años.
Ante eso, Shamika Sirimanne, directora de la División de Tecnología y Logística de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, asegura que el desafío de los responsables de las políticas es lidiar de forma integral con diversas áreas: desde la conectividad hasta las habilidades y regulaciones existentes.
