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Vive la experiencia

Los hoteles y las empresas que ofrecen alojamientos en casas particulares ya no se conforman con dar techo a los turistas. Ahora también venden experiencias a los viajeros
27 de Julio 2018
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POR DEE-ANN DURBIN / ASSOCIATED PRESS

¿Quieres un paseo por sitios relacionados con Juego de Tronos por Dubrovnik, Croacia? Marriott te puede conseguir uno. ¿Deseas crear tu propio perfume en París? Airbnb puede ayudarte.

Operadores online como TripAdvisor y Expedia han estado vendiendo actividades por más de una década. Pero Marriott y Airbnb quieren una porción más grande del pastel y han agregado miles de opciones que los viajeros pueden reservar a través de sus portales.

Airbnb comenzó a ofrecer experiencias a fines del 2016. Actualmente tiene más de 20 000 actividades en 800 ciudades, que van desde una clase de yoga por 12 dólares en un porche de Nashville hasta un encuentro con lobos cerca de Seattle por 175 dólares. Una persona puede proponer una experiencia y esta empresa la incorpora a su portal si le parece interesante y legítima.

Marriott Moments, lanzado en octubre y con 120 000 experiencias en 1 000 destinos, brinda desde un paseo a pie por Detroit que cuesta 27 dólares hasta una visita de un día a la Toscana por 588 dólares. Marriott se asoció con la empresa online PlacePass, que es la que detecta y aprueba las experiencias.

Esta empresa tiene unas 10 000 actividades exclusivas para los miembros de su programa que premia la lealtad.

En ambos portales las experiencias cuestan lo mismo que si se reservasen con operadores de tours. West Wine Tours, que organiza paseos por Sonoma y Napa en California en una vieja camioneta restaurada, cobra 125 dólares en su portal y también en Airbnb.

Sin embargo, los participantes en el programa de lealtad de Marriott recibirán puntos cuando reserven experiencias. Airbnb planea lanzar también un programa de lealtad, aunque todavía no ha dado detalles.

Sarah Ellis reservó un paseo en bicicleta por Roma, una caminata por Copenhague y otra por sitios alusivos a la saga de Harry Potter en Edimburgo a través de Airbnb. También hizo un tour “Sherlock” mediante TripAdvisor en Londres, pero le pareció demasiado grande y comercial.

“Cuanto menos comercializado, monopolizado y estandarizado, mejor para tener una experiencia auténtica”, dice Ellis, una bibliotecaria de Fresno, California.

Hay quienes dicen que no reservan a través de empresas grandes. Matthew Kagan, socio de una firma de comunicaciones de Santa Mónica, California, afirmó que no piensa reservar nada mediante Airbnb o Marriott, a pesar de que es miembro del programa de lealtad de Marriott.

“Sitios como Yelp y otras opciones de crowdsourcing son muy útiles porque me da la sensación de que es algo más auténtico”, explica.

No obstante, Elizabeth Barber, profesora de la Facultad de Turismo de la Temple University, opina que las experiencias de Marriott atraen a viajeros que valoran los conocimientos de una firma confiable.

Danielle Oteri tiene una empresa llamada Feast on History que brinda visitas guiadas en Italia y en Nueva York, incluidos tours por tiendas de comestibles italianos del Bronx, desde el 2007. Tanto Marriott como Airbnb están ofreciendo sus paseos, que cuestan 79 dólares. Pero la mayoría de los clientes la contactan a través de su propio portal.

Oteri cree que la creciente demanda de experiencias obedece al hecho de que las ciudades se parecen cada vez más, con locales de cadenas como Starbucks en cada esquina, y la gente quiere experimentar un sitio mediante alguien del lugar, que conozca sus secretos.

“Cada vez cuesta más encontrar sitios que son únicos en una ciudad”, dice Oteri. “Ayuda tener a alguien que te guía”.

El boom de las experiencias, sin embargo, tiene su lado negativo, según Oteri. Airbnb empezó a brindar hace poco un tour parecido al suyo por 50 dólares, y TripAdvisor cobra una comisión de entre el 25 % y el 30 % cuando el paseo es reservado a través de su portal, mientras que Airbnb se lleva al 20 por ciento.

Los portales grandes, de todos modos, son vitales para los operadores pequeños que no pueden invertir mucho en publicidad. Marielle Chartier Henault dice que de cinco a diez clientes de Airbinb se apuntan semanalmente a la clase de natación de una hora por 36 dólares que ofrece en Toronto.

Joe Zadeh, vicepresidente de Airbnb, dice que una persona puede ganar un promedio de 6 000 dólares al año si hace cuatro paseos por mes y 30 000 si hace unas 15 actividades por mes. Algunos de sus operadores han llegado a ganar más de 200 000 dólares al año.

“Es una gran oportunidad económica en la que haces algo que te gusta”, dice Zedeh.

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