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7 indicios de que tu trabajo te está matando

¿Últimamente subiste de peso?, ¿tu relación sentimental está cada vez peor?, ¿qué me dices de tu insomnio?, ¿sigues enfermo? Detente, es momento de resolver de una vez por todas si es el trabajo lo que está acabando con tu salud, antes de que sea demasiado tarde
29 de Septiembre 2018
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POR GIOVANNA FRANZONI

No es lo mismo despertarse con un humor infernal porque es lunes y te espera una semana cargada de pendientes, a sentir que cada que cruzas la puerta de tu oficina tu vida se acaba. Eso de detestar a tus compañeros de la chamba o tener bajo desempeño en lo que haces va mucho más allá de tu temperamento e incluso puede estar afectando tu salud.

Tal vez ese malhumor que cargas desde hace meses se debe a factores negativos en tu equipo de trabajo, a las condiciones laborales o, simplemente, está ligado a que lo que haces no termina de llenarte a nivel profesional. El problema está en que, entre más tiempo pase y te encuentres inmerso en una situación de este tipo, tu calidad de vida decaerá sin que necesariamente te des cuenta, incluso si ya es demasiado tarde.

De acuerdo con un estudio realizado en 2017 por Boomerang, una plataforma en línea que funge como Bolsa de Trabajo, México se encuentra en los primeros lugares –junto a China y Estados Unidos– con la mayor cantidad de personas estresadas dentro de un ambiente laboral. Lo que se ve reflejado en números: la última Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica reveló que la ansiedad afecta a 14.3 % de la población en nuestro país, mientras que la depresión la padece 9.2 % de los mexicanos.

Es por ello que antes de comprometerte una vez más a hacer horas extra en el trabajo, debes detectar si es necesario buscar un nuevo empleo o hablar con tu jefe o jefa para que te ayude a despejar ese panorama laboral que muy lentamente te está matando, porque si haces match con más de dos de los puntos que hay a continuación, definitivamente hay un foco rojo en tu chamba al que deberías prestarle atención.

Te cuesta trabajo dormir

Tu insomnio siempre será proporcional a la cantidad de estrés que experimentes en el trabajo. De acuerdo con la Unidad de Trastornos del Sueño del Hospital Gregorio Marañón, ubicado en Madrid, el estrés de trabajo es el principal factor de insomnio transitorio y crónico, siendo el transitorio el primer indicio de que necesitas bajar la guardia, relajarte y alejar tu cabeza por lo menos un fin de semana del trabajo.

Ya sea que te encuentres en una etapa de insomnio transitorio o crónico, es importante que visites a un médico y platiques con tu superior para que disminuya tu carga de trabajo. Si de plano no te hace caso, busca un empleo en donde parecer zombi no sea uno de los requisitos.

Te estás poniendo gordo

¿Pasas más de ocho horas al día sentado y cuando sales del trabajo no te dan ganas de mover ni un dedo? Eso se debe a que, aunque no estés físicamente activo en la silla giratoria de tu cubículo, tus energías probablemente se van en solucionar problemas bajo un alto grado de presión o se desgastan debido a un mal ambiente de trabajo. Si bien uno de los síntomas del estrés es el insomnio, también lo es la ansiedad, que muchas veces se manifiesta como hambre interminable, que en realidad se traduce en ingerir de manera compulsiva comida nada saludable.

Si deseas resolverlo, organiza mejor tus horas de trabajo, con el fin de mejorar tu rendimiento pues eso evitará que tengas que quedarte horas extra. Por otro lado, hacer ejercicio cardiovascular mínimo tres veces por semana elevará tus niveles de serotonina, regulará tu sueño y calmará tu estado de ánimo, además de que tiene un papel fundamental en tu digestión, razón suficiente para bajar esas llantitas que te salieron por culpa de tanta chamba y chatarra.

Todo el tiempo estás enfermo

Pasaste de gripe a infección de garganta, para luego tener malestar estomacal, y en realidad no recuerdas cuándo fue la última vez que te sentiste bien del todo. Eso, mi amigo, se debe a que la carga excesiva de chamba y el estrés están dándole en la madre a tus defensas, pues con el propósito de mantenerte alerta, tu cuerpo aumenta la producción de adrenalina y cortisol. Eso disminuye tus glóbulos blancos, los que se encargan de protegerte de enfermedades.

Tienes depresión pero no quieres aceptarlo

La depresión no se va sólo con el hecho de salir de la cama todos los días. Mantener tu rutina activa sí puede ayudarte a lidiar con ello, aunque si lo haces por pretender que no pasa nada en realidad te estás dañando seriamente.

Si desde hace tiempo sientes que ya no eres el mismo, sufres por la ansiedad y te va bien la definición de “muerto por dentro”, lo mejor es que busques ayuda profesional; además estaría bien que te replantearas si lo que haces profesionalmente realmente te gusta o si el ambiente laboral es el adecuado.

La relación contus amigos, familia y pareja va de malen peor

Tal vez no tengas una adicción al celular, pero la mala costumbre que tiene tu jefe de mandarte un Whats fuera de horas de oficina y hasta en fin de semana está desarrollando una necesidad crónica a estar atento en tu teléfono. Y aunque sea parcialmente, no despegarte del trabajo resta tiempo a tus amigos o pareja. Eliminar ese tiempo de calidad con tus seres queridos es justo lo que levanta un muro de indiferencia entre ellos y tú. Habla con tu jefe para establecer horarios prudentes de comunicación o pon tu celular en modo avión por lo menos una tarde a la semana, tu novia o novio lo agradecerá.

Tu espacio personales un desastre

Volvemos una vez más al problema que tiene tu vida de cabeza: la excesiva carga de trabajo o la falta de motivación debido a un mal ambiente laboral. Eso agota tus energías al punto de que incluso doblar tu ropa parece tan complicado como subir al Everest. Es así como ese cansancio se ve reflejado en tu espacio personal, el que parece que fue atacado recientemente por un demonio de Tasmania.

Si no existe solución para que te reduzcan las horas de trabajo extra o la carga de pendientes, entonces no valoran el capital humano que aportas y ya es hora de buscar un nuevo empleo. Uno que sí te permita tener el resto de tu vida en orden.

Sueñas con tu trabajo

Sueñas que te metes a bañar, te vistes, te cepillas los dientes y te alistas con el fin de ir al trabajo, sólo para despertar cansado y repetir esa misma rutina. Si tu inconsciente está soltando material tedioso relacionado con tu trabajo durante tus horas de descanso es porque definitivamente ya no aguantas, o quizá te urge pedir vacaciones, o salir corriendo muy lejos de tu jefe.

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