Periodismo imprescindible Jueves 18 de Abril 2024

Agricultura que alimenta la vida

La agricultura biodinámica es la respuesta de algunos productores a la producción mecanizada que promueve la utilización de químicos industriales. Se trata de considerar  las granjas como organismos vivos, enfatizando la relación entre suelos, plantas y animales
17 de Junio 2018
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POR SEBASTIÁN SERRANO

Cuando falleció su abuelo, Gabriela González tenía 17 años y asumió el propósito de seguir sus pasos y recuperar su tradición. “Mi abuelo había sido agricultor toda la vida, trabajaba la tierra sin fertilizantes, ni químicos, y tenía una sensibilidad muy fuerte hacia los elementos que le proporcionaba la naturaleza, incluso conocía las yerbas y plantas para curar a personas y animales. Cuando mi papá tomó el rancho, él no tenía la misma conexión con la tierra, empezó a utilizar agroquímicos y pocos años después el suelo había perdido su productividad. Para mí fue un contraste de formas de vida y visiones, experimento de prueba y error. Así que decidí que cuando yo me dedicara a la agricultura no iba a hacer lo mismo”.

Gabriela se acercó a conocer los procesos de la granja familiar, y lo primero que la impresionó fue la gran cantidad de desperdicio orgánico: hojas, ramas, frutas podridas y cáscaras, todo se tiraba a la basura. Empezó a investigar cómo aprovecharlas y descubrió que la mejor forma era mediante la composta. Así dedicó casi 10 años a aprender todo el proceso con el objetivo de elaborar una buena composta.

Uno de sus maestros actuales es Eduardo Rincón, biólogo y ecólogo de la UNAM. Él me comenta que al terminar la universidad, decidió realizar su proyecto de cultivo orgánico en Cuernavaca; hizo su primera cosecha y crecieron 250 lechugas, no sabía qué hacer con tantas. Así que un amigo le recomendó venderlas en una escuela cercana donde eran muy sensibles a la agricultura orgánica. Le compraron la cosecha, pero quedó tan convencido con la filosofía de la escuela que inscribió a su hijo allí y le propusieron dar clases de agricultura biodinámica a los niños y niñas.

Eduardo me explica que cuando empezó a investigar más descubrió que todo parte de la idea básica de la filosofía de Rudolf Steiner: la antroposofía. Esta consiste en el análisis de las actividades humanas y su repercusión en el mundo. La biodinámica es un brazo de esta rama del conocimiento.

CULTIVAR EN TIERRA VIVA

En 1924, un año antes de que muriera, Steiner impartió ocho conferencias en las que planteó las bases de la agricultura biodinámica como respuesta a una agricultura cada vez más mecanizada que promovía la utilización de químicos industriales. El filósofo austriaco propuso una forma de cultivo que considerara las granjas como organismos vivos, enfatizando la relación entre suelos, plantas y animales.

De acuerdo con Eduardo, hay tres niveles de agricultura: el primero es la agroindustria que inició a principios del siglo XX, basada en químicos como el nitrógeno, además de herbicidas y pesticidas, elaborados en general a partir de los residuos de la industria armamentística de la Primera Guerra Mundial. La agroindustria tiene una visión únicamente empresarial, su principal objetivo es producir más en menos tiempo para obtener mayores rendimientos e ingresos, y utiliza lo que sea sin importar los efectos. El segundo nivel es la agricultura orgánica, que está más cerca de los procesos vivos, y le interesa la relación entre los ecosistemas: aire, agua y suelo; incluso la más avanzada, busca que se respeten las buenas prácticas sociales, éticas y promueve el comercio justo. Y en el tercer nivel está la biodinámica, que ve a la tierra como un organismo vivo en interacción biológica, no sólo con el ecosistema, también con los ciclos de los planetas, la luna y el sol. En la granja todo interactúa, y sus efectos se pueden medir a partir del calendario.

Para Gabriela la agricultura industrializada y a gran escala es una de las actividades humanas que más impacta en el medio ambiente: biodegradación, contaminación de ríos, deforestación, emisiones de CO2, etc. Y precisamente es ahí donde está la importancia de la biodinámica, que busca restaurar los ciclos vitales y entender sus procesos a fin de aprovechar lo que ofrece el entorno; no explotar, sino respetar y mejorar su potencial de vida.

CONOCER LA NATURALEZA

Hay factores que se han desatendido en la industria agrícola, y hay que volver a considerarlos. Uno de los principales es tratar de entender la naturaleza y sus fenómenos: “Por ejemplo, la luna llena atrae el agua, en el mar es clarísimo con los ciclos de marea alta; a nivel de cultivos es el momento en el que las plantas crecen, es cuando más se desarrollan, pero también cuando más insectos puede haber y van a atraer más a las plagas”. En los procesos biodinámicos también se analizan las interacciones de los cuatro elementos: tierra, fuego, aire y agua. “Pero no de manera literal, sino a partir de la cualidad que representan. Por ejemplo las hojas desarrollan su crecimiento y se expanden como el agua, mientras que las flores son suaves y etéreas, por lo tanto se consideran elementos de aire, y las raíces que van al suelo y depende de este plenamente, se consideran elementos de tierra”.

YO QUÉ PUEDO HACER

Eduardo, durante muchos años, trabajó la Huerta de Vinci en Cuernavaca –una iniciativa dedicada a la enseñanza–, en donde daban cursos desde niños hasta ingenieros agrónomos. “Se debe partir de la curiosidad, querer conocer, tener la mente abierta. Comprender desde cero el vínculo con los ciclos naturales y la alimentación de buena calidad. Yo les recomiendo que siembren semillas aunque sean tres, sin excusa, y se den el tiempo de observar a la planta durante los ciclos de la luna, qué sucede en ella cuando está en su fase llena o menguante. Que puedas descubrir y compartir el fenómeno vegetal que está ahí, el ciclo entero de una planta”.

De acuerdo con Gabriela, también es fundamental tener ganas de aprender, leer, conocer, profundizar y cultivar el instinto de curiosidad sobre las cuestiones vivas y lo que implican. “En la actualidad creemos más en lo muerto que en lo que está vivo. Es importante cuestionarnos qué tiene que ver más contigo, lo vivo o lo muerto”. Para ella, si realmente queremos cuidar nuestra salud y la de nuestros hijos, debemos empezar por cuestionar el tipo de alimentos que comemos “¿Qué le quieres dar a tus hijos, cereales procesados hechos con maíz transgénico o amaranto producido a nivel local? Hemos entrado en un ciclo vicioso insostenible del sistema de producción de alimentos y consumo, en donde priman los intereses comerciales, no los humanos, ni los naturales. No podemos pensar en comer sano, sin respetar los ciclos naturales. La biodinámica empieza a florecer en el momento perfecto”.

Según Eduardo, la agricultura biodinámica empieza a despegar en las conciencias, en un proceso que inició con la orgánica y ahora pasa a la biodinámica, que a través de su principal organización internacional, Demeter, se ha convertido en un movimiento mundial –llevan cuatro encuentros internacionales y el quinto se va a realizar este año en Jalisco–. Atrae desde agricultores muy jóvenes que nunca han sembrado utilizando los esquemas de la agricultura industrial, hasta señoras que diseñan huertos de traspatio urbanos que crecen como vergeles. Uno de los mejores ejemplos a nivel mundial es India, el segundo país más poblado del mundo, en donde los pequeños productores recuperaron su tierra y la volvieron a hacer productiva gracias a la biodinámica.

Gabriela considera que tiene la obligación de que la biodinámica funcione y sea una herramienta para que la gente entienda el potencial que le pueden ofrecer los elementos vivos. “Los alimentos son organismos vivos, su producción debe ser a través de la vida. Es lo impresionante de la naturaleza, que sigue surgiendo y generando vida a pesar de lo que le hacemos”.

 

PILARES DE LA BIODINÁMICA

  1. La granja como organismo vivo

La biodinámica tiene que ver con una forma de vivir y ver el mundo. Busca recuperar la información útil de todos los elementos que intervienen en el crecimiento de las plantas, desde los microorganismos que habitan el suelo hasta los minerales y todos los nutrientes que se generen.

  1. Preparados biodinámicos

Se elaboran a partir de una combinación de elementos animales, vegetales y minerales. Se utilizan como base a fin de nutrir la composta, que es el principal elemento para recuperar el suelo. Los preparados se agregan a la composta como si fueran un remedio homeopático: se aplican en gotas con el propósito de que el suelo se estabilice, se deshaga de los químicos industriales, recupere todos los elementos que participan en el proceso vital e incremente su fertilidad.

  1. Calendario

Desde siempre, la agricultura se ha basado en los efectos que generan los ciclos y movimientos del sol, la luna y los planetas en el crecimiento de las plantas. La biodinámica ha buscado rescatar este conocimiento y aplicarlo con el objetivo de comprender los procesos vivos de la granja. Los calendarios biodinámicos permiten determinar los días más propicios para cierto tipo de cultivos y actividades.

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