Sí, la biodiversidad es esencial si se desea salvaguardar la seguridad alimentaria mundial y la nutrición, mejorar los medios de vida rurales y reforzar la resiliencia de las personas y comunidades; es por ello que el director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, hizo un llamado con el propósito de transformar la manera de producir alimentos, que debe basarse en sistemas agrícolas sostenibles que resguarden la biodiversidad del planeta.
Los ecosistemas agrícolas sanos –resalta– aportan las bases ecológicas en la producción alimentaria, mientras que la biodiversidad agrícola y ganadera desempeña un papel fundamental para el ser humano.
Pero en la actualidad, la biodiversidad planetaria se enfrenta a distintas amenazas, advierte.
“La forma en que producimos nuestros alimentos supone una gran parte del problema y hoy en día, el mundo aún produce alimentos basándose sobre todo en los principios de la Revolución Verde, que inició hace más de 50 años e implica un uso de insumos químicos con un costo elevado para el medio ambiente”, asegura.
Ante esto, sugiere que la agricultura se gestione de manera sostenible.
La diversidad fitogenética puede usarse con el objetivo de desarrollar variedades de cultivos capaces de tolerar o prosperar en condiciones más cálidas y secas. De manera similar, la diversidad zoogenética aporta la materia prima para que agricultores y pastores mejoren sus razas y adapten el ganado a entornos y demandas que se modifican.
