Periodismo imprescindible Miércoles 24 de Abril 2024

Comprar un depa o ¿#YOLO?

Muchos jóvenes no están interesados en adquirir un bien inmueble. Las razones son diversas pero, sobre todo, porque para muchos es algo simplemente inaccesible
14 de Enero 2018
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Nacer, crecer, casarse, reproducirse (comprar coche y casa), envejecer y morir. Esa solía ser la línea de vida de la mayoría de las personas… hace 30 años. Ahora los millennials están escribiendo un nuevo patrón: nacer, crecer, viajar, ¿reproducirse?, trabajar con la finalidad de viajar y disfrutar… Y todavía les faltan unos 35 a 45 años para envejecer, pues hoy tienen entre 38 y 19 años de edad.

“A mí edad, mi papá ya tenía tres hijos. Una casa –la misma en la que vive ahora– y sabía a lo que se iba a dedicar”, dice Antonio Flores, de 34 años y con un hijo de 10. “Yo, lo más que he durado en un trabajo son tres años y aunque en donde estoy ahora me gusta, no sé si seguiré cinco más ahí. Todo puede pasar”.

Como a muchos millennials, a Antonio no le interesa invertir en un bien inmueble, siente que un crédito hipotecario es una buy essay cadena muy larga y prefiere cambiar de domicilio, cuando cambia de trabajo, para ganar calidad de vida. Así, en los ocho años que lleva fuera de la casa de sus padres, ha vivido en cinco colonias distintas: Guerrero, Anáhuac, Popotla y Juárez. “Si mañana cambio de empleo, me volveré a mudar. Es más flexible porque rento; si estuviera ligado a un crédito hipotecario, sentiría un grillete que duraría unos 20 o 30 años”.

Cierto, a los millennials no les gusta aquello que los ate a ninguna cosa por mucho tiempo. Su motivación principal es disfrutar, pasarla bien. El futuro y la vejez son aún temas muy distantes.

Un porcentaje mínimo de ellos tendrá la posibilidad real de jubilarse totalmente. La mayoría trabajará toda su vida, por ello, Eloy López, experto en finanzas personales y fondos de ahorro para el retiro, recomienda que la mejor inversión hacia el futuro es cuidar la salud desde hoy, mediante el ejercicio y hábitos sanos. “Necesitamos quitarnos de la cabeza que pasaremos nuestros últimos días bebiendo de un coco a la orilla de la playa. No es realista. La mejor inversión actual es cuidarse y ejercitarse para llegar en las mejores condiciones posibles a la vejez y seguir trabajando”.

La pensión será insuficiente para vivir, por lo que ahorrar con el propósito de invertir en un negocio alterno a futuro también es una buena opción: “La pensión sólo debe ser una de las entradas de dinero. Si los jóvenes se confían a ella, tendrán una vejez complicada”.

¿Invertir en inmuebles?

Mariana Lailson (27años), terminó la carrera de Periodismo hace casi tres años en una reconocida universidad privada. Sin embargo, ni eso ni su promedio de 9.2 le han abierto la puerta para poder desempeñarse en su ámbito.

En cambio, encontró un hueco laboral como instructora de entrenamiento funcional (una actividad similar al crossfit) durante 16 horas a la semana, por las que recibe unos 6 000 pesos mensuales. Actualmente vive con su madre. “No es que esté peleada con la idea de tener un departamento propio, pero con lo que gano, que ni siquiera es un ingreso fijo, no podría”, dice.

Mucho se dice que los millennials carecen de compromiso a largo plazo; no obstante, la economía global es cada vez más dinámica, lo que genera movimientos a nivel micro y macro.

Sólo dos de cada 10 personas alcanzan a cubrir alimentación, vivienda, salud, cultura, ropa, vestido y esparcimiento, mientras que en 1977 lo hacían cuatro de cada 10, explica David Lozano, investigador del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM.

Con los bajos salarios a los que acceden buena parte de los trabajadores jóvenes, tendrían que buscar opciones de vivienda en la periferia de las ciudades, lo que disminuye la calidad de vida y en automático deja de ser una opción.

En cuanto a los créditos ofrecidos por el gobierno para acceder al derecho a la vivienda –a través del Infonavit–, resultan más caros que los bancarios, pues a pesar de mostrar una tasa aparentemente baja de 10 % de interés, el incremento anual al salario mínimo (con el que son medidos los créditos) hace que la base del crédito también suba cada año.

Lozano considera que comprar un inmueble todavía es una buena inversión, pero también alerta sobre contratar un crédito hipotecario con el Infonavit: “Se ha vuelto obsoleto y ha perdido de vista lo que significa el derecho a la vivienda, al convertirse en un instrumento tan caro”.

“Antes, la gente entraba a un trabajo y sabía que debía durar unos 10 o 15 para obtener un crédito hipotecario. Eso dejó de ser una opción para los millennials, por su misma movilidad”, dice Eloy López.

Esto ha llevado a fortalecer la modalidad de renta para estos jóvenes –sobre la compra de inmuebles– y optan por no castigar su estilo de vida, aunque en el largo plazo no los haga propietarios de un bien inmueble.

El precio promedio de las rentas aumentó 6 % entre 2016 y 2017 en la Ciudad de México, con picos en colonias como Las Águilas (27 %) y Polanco (13 %), de acuerdo con el portal Propiedades.com. Y tras el sismo del pasado 19 de septiembre, otras colonias cercanas a la Condesa y Roma, como la San Rafael, también experimentan un alza.

Por lo anterior, los millennials no sólo prefieren rentar, sino también compartir departamento, entre dos o tres roomies.

¿Y el futuro, apá?

Raúl Valdés es ilustrador y tiene 36 años. Renta un departamento en la Narvarte, que por temporadas comparte con algún compañero de habitación. A él no le interesa tener ninguna propiedad: “La gente se la pasa trabajando para tener un lugar y realmente nunca disfruta de su dinero”, dice.

El único trabajo formal de Raúl fue hace años, como director creativo de una agencia de publicidad. Sabe que gracias a ello tiene un ahorro en el Infonavit, aunque desconoce a cuánto asciende y si algún día podrá acceder a él, al menos con el objetivo de recuperarlo cuando se retire.

Actualmente, Raúl trabaja como freelance, como 37 % de los mexicanos, de acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Y también forma parte del 61 % de los jóvenes mexicanos que no destina nada a un plan para el retiro, según el estudio Cultura financiera de los jóvenes en México, de la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar) y Banamex.

Pero vivir el “ahora” sigue siendo aún más millennial que pensar en el retiro y la jubilación. “Si termino como pepenador sería un buen final para mi vida de artista”.  

Créditos hipotecarios otorgados por:

Infonavit

745 198

Fovissste

79 577

Banca privada

118 500

Otras soluciones:

223 597

Fuente: Sociedad Hipotecaria Federal (SHF)

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