Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

Da el paso 
y emprende el cambio

Es momento de desempolvar esa idea que te ronda la cabeza desde hace tiempo y que sabes será un gran negocio. Nunca es tarde para emprender, por ello aquí te damos un pequeño empujón con el fin de que esa idea tome forma y la materialices
30 de Septiembre 2018
No disponible
No disponible

POR SEBASTIÁN SERRANO

Sales de la universidad y no tienes trabajo. Llevas 5 años atorado en un estilo de vida godín, gris y predecible. Desde hace unos años necesitas y consideras que mereces un mejor sueldo, no te atreves a pedirlo o te han estado dando largas. Consideras que no tienes un trabajo decente y que debes buscar otras vías para tu crecimiento económico. Tienes una idea y consideras que va a ser un gran negocio… si tienes las agallas, los nervios y la pasión, llegó el momento de lanzarse a ser emprendedor. Y qué mejor si tu idea es de impacto y busca mejorar las condiciones de vida en este planeta.

No será una tarea fácil, requiere un buen modelo –de pruebas y ensayo–, así como  bastante tiempo y persistencia. Con el fin de explicar mejor este proceso, decidí sacar mis apuntes de mentorías y cursos, y los pongo sobre la mesa para que tengas una base con qué iniciar. La mejor forma de bajar las ideas y disponerlas de forma certera es creando tu modelo de negocio, y una de las estrategias más utilizadas en la actualidad es el Canvas (lienzo) que te permitirá visualizar todos los elementos que debes tener en cuenta si deseas iniciar tu emprendimiento, mantenerlo a flote, resistir los cambios de corriente y, finalmente, asegurar que llegue a buen puerto.

Este modelo te permite describir y visualizar en una página los componentes con el propósito de que construyas una estrategia clara, darle forma al negocio de tu vida y reunir las piezas clave. Además se trata de un esquema dinámico que permite evaluar tu prototipo, probar lo que intuías, descartar lo que no funciona y realizar los cambios necesarios con la finalidad de mejorarlo. El modelo de negocio Canvas tiene en cuenta los siguientes elementos:

1. Propuesta de valor. Es la descripción del beneficio que ofreces; qué problema consideras que vas a resolver para tus clientes. Algunas propuestas de valor pueden ser innovadoras y presentan una oferta nueva, mientras que otras pueden partir de algo ya inventado, sin embargo, propón aplicaciones diferentes.

2. Segmentos de mercado. Definir a quién o quiénes van dirigidos los productos y servicios que estás creando, qué problemas van a solucionar y para quién. Es fundamental reconocer el conjunto de características de los clientes a los que quieres llegar, a qué sector le puede interesar lo que ofreces y cuáles son las tendencias. Además, podrás verificar si el mercado realmente necesita tu producto y si está dispuesto a aceptarlo.

3. Relaciones con clientes. Primero es importante reconocer cuál es el perfil de tus usuarios y entender cuáles pueden ser sus motivantes. Identificar sus dolores, frustraciones, molestias, costos y dificultades que enfrentan. A partir de las necesidades que identifiques en tus clientes, podrás proponer soluciones y definir tu oferta de valor.

4. Canales. Mediante qué herramientas vas a ofrecer tu producto: un sitio web, redes sociales, un equipo de ventas directas; en un lugar o vas a ir tú a venderlo ¿Tienes el colmillo para participar en licitaciones públicas o la paciencia para solicitar fondos internacionales? También es importante el empaque, cómo vas ofrecer tu producto o servicio.

5. Flujo de ingreso. De algo tienes que vivir, y es fundamental definir los elementos administrativos, los recursos económicos, la viabilidad financiera, en fin, cómo vas a obtener los fondos que requieres con el objetivo de empezar y de ahí en adelante que sea rentable; cómo vas a recibir el dinero y cada cuánto. Lo ideal es diseñar un bolillo, un producto que sea sencillo y se venda como pan caliente, que sirva para pagar los gastos; así como un pastel, que requiera más tiempo y dedicación pero que deje ganancias más jugosas.

6. Recursos. Qué infraestructura necesitas con el fin de crear y promocionar tu producto –requieres una oficina, una computadora, etc.–, dónde lo vas a fabricar y cómo lo vas a distribuir.

7. Actividades clave. Una vez que tengas el producto, qué acciones requieres con el propósito de que llegue al cliente. Actividades relacionadas para lanzar y promover tu producto o servicio.

8. Socios clave. Identifica quiénes te van a acompañar en esta travesía y de qué forma van a participar, si es con una idea, apoyando para ofrecer el producto o invirtiendo capital. De igual forma, es importante encontrar qué aliados te pueden apoyar a impulsar tu idea y de qué forma trabajar con ellos.

9. Estructura de costos. Es fundamental definir cuánto te va a costar hacer tu producto (materiales, tiempo, espacio, servicios, personas implicadas y su mano de obra), con el objetivo de que puedas ofrecerlo a un precio real que te permita tener resultados monetarios.

10. Costos sociales y ambientales. Ya que tienes una idea maravillosa, es fundamental empezar a aportar con el fin de revertir las condiciones en las que se encuentra nuestro planeta y nuestra sociedad. Un buen inicio consiste en evaluar los efectos que va a tener tu emprendimiento, tanto para las personas como para el medio ambiente. Definir cuáles son los aspectos positivos que vas a aportar con el propósito de solucionar problemas concretos. Si construyes un marco de indicadores para medir el impacto social y ambiental de tu modelo de negocios, vas a poder demostrar a los clientes e inversionistas potenciales en qué consiste tu aportación.

Agentes de cambio

No podemos negar que el mundo en el que vivimos implica retos fundamentales; más allá de ganar dinero y tener “éxito”, exige un compromiso para generar un impacto positivo por parte de los emprendedores sociales y los inversores de impacto, con la finalidad alcanzar una nueva economía que juegue un rol activo en solucionar algunos problemas.

Sin lugar a dudas uno de los principales retos que tendremos que asumir en el siglo XXI es el cambio climático, evidencia clara del estado de deterioro ambiental al que estamos llevando nuestra Tierra. América Latina –especialmente México– es una de las regiones que va a estar más afectada por las modificaciones extremas en los patrones de temperatura y sus efectos, lo estamos viviendo: sequías, inundaciones, incendios, pérdida de la biodiversidad. Y esto a la larga va a generar problemas más profundos de los cuales ya vemos las primeras gotas, como una crisis por falta de agua o la disminución de la productividad agrícola por la erosión del suelo.

Por otra parte, como sociedad, nos hemos quedado cortos para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, pues según una evaluación de la trayectoria de América Latina, la región tiene un desempeño muy bajo en problemáticas ambientales, como reducir los desechos, combatir el cambio climático y proteger el medio marino.

Además, México es uno de los países del mundo en donde la repartición de los ingresos es de las más desiguales. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2014, el 46.2 % de la población mexicana vivía en situación de pobreza; de este porcentaje, el 9.5 % se encontraba en situación extrema. Esto quiere decir que prácticamente la mitad de la población tiene acceso limitado a la educación, salud, vivienda, alimento o servicios básicos; con los efectos de seguridad y violencia que esta situación conlleva.

Así que es fundamental que la actividad, productos o servicios que ofrezcas con tu emprendimiento también ayude a solucionar problemas. Sin duda, podemos apostar por romper paradigmas y convertirnos en agentes de cambio, para lo cual es fundamental ser empáticos, trabajar en equipo, tener la capacidad de generar un nuevo liderazgo y no temer a la innovación; generar nuevos mercados para el bien común, que logren impactos significativos no para el bolsillo de unos pocos, sino para la sociedad y el ambiente.

Esta necesidad ha llevado a que los agentes financieros se fijen cada vez más en los proyectos de emprendimiento de impacto que tengan el objetivo de resolver problemas sociales y ambientales de manera intencional, rentable y medible. Precisamente, la inversión de impacto es un sector que ha crecido desde 1997. En América Latina, tuvo un crecimiento del 113 % entre 2013-2017, según el reporte El panorama de la inversión de impacto en América Latina.

El emprendimiento de impacto no es sencillo, requiere persistencia, carisma y la capacidad de adaptarse a las necesidades al ofrecer aplicaciones concretas para solucionar diferentes tipos de problemas. Sin duda, llegó el momento de dejar de depender de un mercado laboral saturado, desigual y en muchos casos contaminante. No podemos quedarnos de brazos cruzados esperando, hay que innovar, aportar y tomar las riendas con el propósito de ser agentes de cambio. Se abre un mundo de posibilidades para los que tengan las agallas de emprender el cambio. Esta es tu oportunidad de dar el paso y empezar.

Recientes