Periodismo imprescindible Viernes 19 de Abril 2024

De niña prodigio a Pichichi

Charlyn Corral empezó a jugar a los 13 años en la Selección Nacional; hoy, a los 26, es campeona goleadora de España y una de las atletas mexicanas con más logros en la historia… y todavía le falta mucho
27 de Mayo 2018
Screen Shot 2018-05-24 at 6.10.01 PM
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Cuando el mexicano Hugo Sánchez ganó su quinto y último Trofeo Pichichi –el máximo galardón que se entrega en el futbol español a quien logra anotar el mayor número de goles durante una temporada– ella todavía no nacía.

Hace unas semanas, Charlyn Corral, delantera del club Levante, se coronó como la  goleadora de la liga de futbol femenil de España –la Liga Iberdrola– tras marcar 24 tantos, por lo que es la nueva pichichi.

“Sabía que Hugo Sánchez tuvo muchos (Trofeos Pichichi), pero ninguna mujer lo había conseguido. Para mí es un orgullo representar así a las futbolistas de mi país y, sobre todo, demostrar que sí se puede. Me gustaría hacerlo más veces”, comenta desde España la goleadora en una conversación con CAMBIO.

NADA ES CASUAL

Charlyn, de 26 años, es una de las deportistas mexicanas que ha obtenido más logros en la historia, y cuenta con una carrera más larga de lo habitual para cualquier atleta, ya que  la inició con su primera convocatoria a la Selección Nacional cuando tenía 13 años.

“Hay gente que piensa que tengo más de 30 años porque empecé muy joven; todavía tengo futuro y me encuentro en una etapa muy bonita de mi carrera futbolística, más madura”, reflexiona.

A los 14, Charlyn se convirtió en la jugadora más joven en marcar un gol en una Copa del Mundo; y hoy, ya tiene cinco mundiales –tres de ellos Sub 20– y ha pasado por el futbol de Estados Unidos, Finlandia y España.

Toda su vida ha estado llena de reconocimientos. En 2006, tras cooperar con la clasificación de México al Mundial Femenil Sub 20 de Rusia, la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) la nombró “la nueva niña prodigio del futbol mundial”, y hasta ingresó al libro de récords Guinness al ganar un concurso de dominadas en el que durante una hora y 45 minutos logró darle 8 671 toques al balón sin que este cayera al suelo.

Desde hace dos temporadas, en México hay una liga femenil de futbol conformada por los clubes de la Primera División, pero en los tiempos en que Charlyn empezó a jugar no había torneo ni algún tipo de infraestructura para que las mujeres se dedicaran a este deporte, empezando por las escuelas. Es más, las selecciones nacionales de futbol femenil en las que ella comenzó a participar, ni siquiera usaban la misma marca de uniformes que la selección “grande”, por lo que desde niña le tocó “picar piedra” a fin de poder dedicarse a este deporte.

“De niña, me empezó a gustar el futbol por convivir con mi hermano (George Corral, actual jugador del Querétaro, quien inició en las fuerzas básicas del América), que es un año mayor que yo, pero después me empezó a gustar porque me forjaba un carácter”, recuerda la goleadora que ya también tiene su imagen en el popular videojuego “FIFA”.

Y es que una de las características de Charlyn es el contraste de su aguerrida personalidad en la cancha con lo calmada que es si no está jugando futbol.

“Siempre sentí cómo me transformaba en la cancha. Yo era una niña muy tímida, pero cuando agarraba una pelota sentía que cambiaba, como que podía ser yo misma”, reitera.

CAMPEONA EN LOS ESTUDIOS

El apoyo de su familia, empezando por su papá, siempre fue importante para que ella  alcanzara el objetivo de convertirse en futbolista, aunque sabía el esfuerzo que eso representaba.

“Antes, las probabilidades del vivir del futbol (para las mujeres) eran mínimas, por lo que para mí lo más importante fue compaginar el deporte con el estudio”.

Fue así que Charlyn concilió el futbol con los estudios, y en ambos campos tuvo importantes logros. Obtuvo ocho medallas –seis fueron de oro– y cinco títulos de goleo en las Olimpiadas Nacionales, ingresó a la preparatoria del Tecnológico de Monterrey, con cuyo equipo logró más de una decena de títulos y campeonatos de goleo, y participó en dos universiadas mundiales –en la segunda de ellas fue la goleadora, con 10 tantos.

“El futbol se convirtió en algo que me empezó a abrir puertas, y como persona también me hizo crecer”, indica.

Gracias a su desempeño dentro y fuera de la cancha, Charlyn viajó a Estados Unidos y obtuvo una beca deportiva completa para estudiar Administración del Deporte en la Universidad de Louisville, en Kentucky, Estados Unidos.

Ahí, en lo deportivo, entre otros logros, fue nombrada como una de las mejores jugadoras en la historia del equipo de esa universidad, las Lousiville Cardinals, en donde anotó 21 goles. En lo académico, fue reconocida por tener uno de los promedios más altos de esa casa de estudios, por ello tuvo que aprender inglés.

Charlyn buscó opciones en el extranjero porque en México no encontró las oportunidades que buscaba. “Muchas veces no eres profeta en tu propia tierra”, comenta. “Empecé a sentir que quedarme en México no era bueno, porque no quería estancarme”.

Tras graduarse, viajó a Finlandia con el objetivo de enfrentar su primera experiencia como futbolista profesional en el Merilappi United, escuadra en la que jugó cinco meses porque, en 2015, le ofrecieron jugar en el Levante de España.

LA TERCERA Y LA VENCIDA

Ya en esa escuadra valenciana, Charlyn demostró su más alto nivel. En su primer año, logró anotar 22 goles; sin embargo, no le alcanzaron para superar a Jenni Hermoso, del Barcelona. En su segunda temporada, la 2016-2017, consiguió 20 anotaciones, pero tampoco fueron suficientes para llevarse el título de goleo.

Y, por fin, en la pasada temporada (2017-2018), Charlyn obtuvo el campeonato de goleo tras poner el balón en las redes 24 veces en todo el torneo.

“Era un título que se me había escapado, siempre me había quedado cerca, pero ‘la tercera es la vencida’”, narra la mexicana.

Aunque no todo ha sido dulce en la carrera de Charlyn, ya que también ha tenido que superar momentos difíciles en lo profesional y en lo personal.

“Mi padre me dice que siempre elijo el camino difícil, y así lo he hecho en varias etapas de mi carrera porque no me gusta el camino fácil”, reflexiona.

“Lo que me caracteriza cuando alcanzo un logro es que no me conformo, siempre busco más, busco mejorar. No ha sido fácil, porque siempre intento que todo en mi carrera sea a través de trabajo y esfuerzo”.

Charlyn platica que varios de los momentos más difíciles que ha vivido como futbolista  ocurrieron al habitar en Finlandia. “Me di cuenta de mis carencias. Estaba lejos de la familia y fueron momentos duros, pero de los que aprendí mucho”.

EL TRI

En el 2015, justo cuando fichó con el Levante, vivió una de sus experiencias más duras: quedar fuera de la Selección Nacional.

Tras la participación del Tri en el Mundial Femenil de Canadá, en el que no se logró calificar a la segunda fase, Charlyn declaró que era momento de un cambio en la dirección técnica de la Selección Nacional, que era encabezada desde hace varios años por Leonardo Cuéllar (actual técnico del América femenil).

Debido a esto, no fue convocada al representativo nacional que participó en los Juegos Panamericanos de Toronto, de los cuales finalmente quedó fuera por padecer varicela. La situación fue agravándose hasta que Cuéllar, argumentando que había mejores jugadoras en su posición, la dejó fuera del equipo que enfrentaría la eliminatoria para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, por lo que Charlyn decidió publicar una carta de renuncia a la Selección Nacional.

Finalmente, en febrero de 2016, México no obtuvo la calificación al torneo femenil de futbol olímpico de Río, y en abril de ese año, Cuéllar fue removido de la dirección técnica nacional.

“Para mí fue muy difícil quedar fuera de esas convocatorias; además, hubo momentos en los que mi imagen quedó manchada. Y eso no me preocupa tanto por mí, porque yo sé quien soy, pero a mi familia sí le afectaba porque a nadie le gusta que critiquen a sus hijos”, recuerda.

Ahora, este alejamiento terminó, y Charlyn volverá a vestir la camiseta verde en la etapa eliminatoria rumbo al mundial que se celebrará en Francia en 2019. Por ahora, ya fue convocada a la Selección Nacional de Futbol Femenil, dirigida por Roberto Medina Arellano, quien fue jugador de Pumas y obtuvo el campeonato con esa escuadra universitaria.

EL BULLYING

Charlyn es una jugadora rápida, habilidosa, bajita –mide 1.52 m– y de piernas fuertes que, en su forma de jugar, ha sido comparada inclusive con Diego Armando Maradona debido a que tienen características físicas similares. Sin embargo, esa singularidad, que le da a Charlyn varias de sus capacidades en la cancha, también le ha provocado críticas y burlas.

“Empecé mi carrera en la Selección desde los 13 años, y obviamente recibir críticas entonces o a los 15 o 16 es muy duro”, apunta. “Me trataban como si fuera una persona sin sentimientos; me afectaba porque era una niña y no sabía qué hacer. No puedes explicarle toda tu vida a la gente ni decirle qué te ocurre; además, no me conocían, y cuando una persona no te conoce y te juzga por la apariencia, pues duele. Esa parte fue dura, pero ya he madurado mucho”.

No obstante, Charlyn destaca que esas dificultades nunca impidieron que se desempeñara al 100 por ciento en la cancha.

RETOS Y FUTURO

Sobre la diferencia de salarios y difusión que hay entre el futbol masculino y el femenino, Charlyn dice que no hay que centrarse en ese tema.

“El futbol varonil ya tiene muchos años y mueve mucho dinero. El futbol femenil está empezando a crecer y por eso no podemos estar siempre pensando en lo que no hay, es mejor enfocarnos en lo que sí tenemos”, opina.

La seleccionada recuerda que las jugadoras que, como ella, empezaron en el futbol femenil hace varios años sabían que no iban a tener un ingreso similar al de los varones. “Lo hacíamos por amor a la camiseta, por amor al deporte”, subraya.

Charlyn agrega que este no es un problema exclusivo del balompié: “En otros deportes femeninos tampoco hay apoyo. Es poco a poco y paso a paso”.

Asimismo, dice que es un error común pensar que el futbol femenil será igual que el varonil. “En el futbol femenino ves jugadoras muy técnicas. Por fisiología es diferente, por ejemplo, las mujeres nunca van a tener la misma velocidad, pero puedes encontrar que si una mide 2 metros y la otra 1.50 se van a dar parejo”, describe.

Su contrato con el Levante termina en el verano; por ahora Charlyn está considerando propuestas de España y otros lugares del mundo, incluyendo México, donde el club Tigres ya manifestó interés por ella.

“Por ahora estoy escuchando, y ya tomaré la mejor decisión que esté basada en lo deportivo, pero también en todos los demás aspectos, incluyendo el personal”, revela.

A las niñas mexicanas que desean dedicarse al futbol, Charlyn les dice que es una meta que se logra con esfuerzo.

“Quiero decirle a las niñas que no desaprovechen todas las oportunidades que hay actualmente y que no bajen los brazos cuando haya obstáculos. Sin duda, hoy pueden vivir del futbol, pero sobre todo disfrutar muchas cosas bonitas de este deporte”.

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