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¿De verdad lo necesitas?

Aquí te dejamos nueve tips que te ayudarán a comprar de manera inteligente, lejos del lado oscuro de los descuentos (en una de esas hasta cambias de decisión y evitas adquirir algo porque NO LO NECESITAS)
10 de Noviembre 2018
De verdad lo necesitas
De verdad lo necesitas

POR GIOVANNA FRAZONI

El Buen Fin está a nada, Facebook ya tiene bien detectado lo que te gusta y los ads en tu muro son una constante bajo la misma constante: descuentos de noviembre.

Para algunos, esto significa la oportunidad de comprar ese televisor con el que llevan todo el año coqueteando; para otros, una pesadilla de bombardeo promocional en las redes, y para muchísimos más, el Buen Fin implica una deuda considerable durante el resto del próximo año.

Si más de un amigo a resaltado tu adicción a gastar tu dinero en objetos que no te sirven del todo o tu compulsión por comprar en Amazon, acá abajo hay un par de tips cuyo propósito es que el fin de semana de noviembre, entre 16 y el 19, no heredes un nuevo saldo en contra en tu tarjeta de crédito –o una deuda que no haya valido la pena.

Prioriza los gastos. Hay una diferencia abismal entre ahorrar dinero para comprar algo que necesitas y tener dinero pero buscar en qué gastarlo.

Tal vez es hora de comprar esa cafetera que tanto quieres con la finalidad de dejar de hacer gastos hormiga, sin embargo, debes priorizar esa compra entre las demás, de lo contrario saldrás del Buen Fin con una dotación de velas de aromaterapia y jabones para una tina que ni siquiera hay en tu casa.

Mi sugerencia: arma una lista. Si enumeras lo que te hace falta y lo ordenas por prioridad, tendrás un panorama mucho más claro de lo que verdaderamente te urge y cuánto puedes gastar en cada cosa. Ese es el primer paso hacia una compra inteligente.

Investiga y compara. Una vez escrita tu wishlist, Google se convertirá en el oráculo de tus compras. Investiga y compara los precios, promociones y garantías de cada tienda, así como los pros y contras del producto que estás a punto de adquirir.

A diferencia de cuando no había Internet, ya no tienes que caminar horas en un centro comercial con el objetivo de saber cuál es la mejor opción, así que no desperdicies el buscador que tienes integrado en el celular para ver cuál es la mejor alternativa en tu nueva compra.

Ten un plan B. ¿Recuerdas que Schwarzenegger tuvo que pelear a muerte por conseguir un Turbo Man en Jingle all the way? Bueno, pues eso suele pasar cuando existen otros cientos de personas como tú, que buscan cierto producto en determinada fecha.

Tal vez al final tengas suerte y encuentres a buen precio el producto que buscabas, pero no pasa nada si tienes un opción B a eso que te hace falta para que no arda el mundo porque no conseguiste lo que querías en este fin de semana de promociones.

Deja a los niños en casa. Si hacer una fila gigantesca con el propósito de pagar te parece insufrible, imagínate formarte mientras hay un niño a tu costado haciendo berrinche porque quiere una nueva tablet. O peor: que mientras caminas muy en tu papel de escoger la mejor pantalla plana que se adapte a tu presupuesto, un pequeño sale corriendo justo detrás de otro que te pisó el pie.

Papás, tíos y abuelos: por favor no lleven niños al Buen Fin, por su paz mental y la de los demás; así ahorran dinero en berrinches que no tenían contemplados, no le hacen pasar horas aburridas a los pequeños y no contribuyen al caos que es comprar en los centros comerciales esos días.

Busca promos por Internet. Muchas veces las tiendas establecen precios especiales para las compras en línea, lo que es un ganar ganar por donde lo veas pues con un clic compras sin tener que quitarte la pijama. Eso sí, busca lugares seguros de venta que cuenten con la verificación de Google y donde las políticas de privacidad protejan tus datos.

Piensa en todos esos meses sin intereses. Como todo en esta vida, el Buen Fin también tiene su lado oscuro: los meses sin intereses.

La forma en la que engañan muchas tiendas es justo a través de esta modalidad a crédito con mensualidades muy bajas, pero que llegan cargadas de intereses y terminan por convertirse en deudas eternas. Aquí el truco está en siempre sacar el total de esos pequeños pagos para asegurarte de que no resultarán contraproducentes.

También debes ser muy sincero contigo mismo sobre si podrás cargar durante cierta cantidad de meses con la deuda, pues de lo contrario vas a retrasarte en los pagos y eso se traduce en más dinero que le deberás al banco.

Deduce impuestos. Si estás por hacer una compra fuerte, estás dado de alta en Hacienda y emites facturas, usa el IVA de este Buen Fin a tu favor facturando todas esas compras. Acércate a tu contador con el objetivo de ver qué tipo de gastos puedes deducir bajo tu régimen fiscal pues, por insignificante que parezca, esos gastos podrían ayudarte a reducir tu pago de impuestos del próximo mes.

Ajústate a tu presupuesto. La única forma que yo he encontrado para mantenerme al margen de mi presupuesto es llevar el dinero exacto en efectivo que puedo gastar, de esa manera evito tentaciones externas y me enfoco en conseguir lo que quiero al mejor precio sin salir de la tienda con una deuda. Si eres como yo, te recomiendo hacer lo mismo.

Por otro lado, si crees tener el suficiente autocontrol, lleva tu presupuesto en mente y deja de deslizar las tarjetas cuando lleguen al tope de lo que en un inicio pensabas gastar. En cualquiera de los casos, tener un presupuesto fijo te mantendrá dentro del margen de lo que puedes o no adquirir sin caer en la red de las ofertas.

Busca otra cosa qué hacer. Si de plano estás hasta el tope de deudas porque tú y Amazon son mejores amigos desde hace tiempo, tal vez lo que menos necesitas es más ofertas o modalidades de crédito para seguir comprando.

Sé sincero contigo mismo, evalúa tus números rojos y en vez de endrogarte nuevamente en un centro comercial busca una actividad que esté alejada de las tiendas y el Internet para así evitar pensar en el Buen Fin y sus ofertas. Una vez que pase la tentación, arma un plan de ahorro con el propósito de que el próximo año este fin de semana largo de noviembre no te agarre en curva.

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