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El cacao: solución a tus antojos nacida en nuestra tierra

Este fruto, cultivado por primera vez por la cultura olmeca, es tan benéfico para tu salud, que se convertirá en tu nuevo postre favorito
01 de Julio 2018
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POR GIOVANNA FRANZONI

Cuando estás a dieta, el pasillo que ni por error debes cruzar en el supermercado es el de los dulces y golosinas. En las reuniones pasa más o menos lo mismo: la mesa de postres es territorio prohibido. Consumir cualquiera de esos productos hipercalóricos sería un pecado mortal que tendrías que confesar a tu nutriólogo en la próxima cita. Las básculas no engañan.

Es así entonces que, quienes tenemos tendencia a engordar, pasamos la vida aplacando con todas nuestras fuerzas el deseo que llega con cada rebanada de pastel, barra de chocolate, helado o cualquier otro alimento dulce.

Pero lo que no sabemos muchos de los que nos sometemos a un plan alimenticio con el fin de bajar de peso o mantenernos saludables, es que hay una solución a nuestros antojos: el consumo de fuentes naturales de azúcar como el cacao no sólo mantendrá a tu paladar contento, además ayudará a tu organismo a mantenerse saludable y en forma.

Es irónico que México –en específico las regiones de Tabasco y Chiapas– sea un gran productor de cacao y aun así se desconozca a nivel popular el beneficio de su consumo. Ese “oro negro” cultivado por primera vez por los olmecas –cuenta la leyenda que fue regalado a nuestros ancestros por Quetzalcóatl, dios de la vida y los vientos– se expandió por el mundo para convertirse en la fuente primaria de deliciosos postres, de los cuales hay muchos que puedes incluir en tu dieta, sin rebotar en la báscula.

LOS MITOS

Ahora que la primera parte de este artículo te devolvió la esperanza de comer chocolate otra vez sin la necesidad de sentirte culpable, hay algunos mitos que es importante dejar a un lado antes de contarte todos los beneficios que te dará implementar el dulce cacao en tu dieta diaria.

El cacao engorda. Falso

Un estudio generado por la Universidad de Texas en 2016, a un grupo de mujeres que sufrían sobrepeso, demostró que el consumo diario de productos derivados únicamente del cacao no sólo ayuda a mantener una alimentación balanceada, además reduce el riesgo de sufrir obesidad. Así que no, el cacao no engorda. Obviamente no es lo mismo consumir cacao en su forma natural, que comer chocolate de producción industrial, que ya es una mezcla con muchísima azúcar, leche, conservadores, colorantes y mil cosas nada sanas.

Está prohibido si eres diabético. Falso

Otro estudio complementario hecho por la misma universidad demostró que el cacao no es dañino para personas diabéticas, pues su consumo no altera los niveles de glucosa en los pacientes. Por el contrario, consumirlo con regularidad podría disminuir los riesgos de contraer la enfermedad.

El chocolate te llena de granos. Falso

Hasta el momento no existe ningún estudio científico que respalde esta teoría, aunque hay cientos de artículos en Internet que desmienten el hecho. Así que deja de preocuparte, comer cacao o cualquiera de sus derivados no harán que despiertes con un chichón de grasa en la cara. Pero ojo, hablamos de chocolates hechos con más del 70 % de cacao. ¿Te has preguntado si más bien lo que te provoca esos barritos es la grasa vegetal adicional de los chocolates comerciales que casi no tienen cacao?

El cacao te vuelve hiperactivo. Falso

Beber o comer cacao no te convertirá en una máquina acelerada. Una taza de café tiene alrededor de 40 gramos de cafeína mientras que una taza de cocoa caliente apenas 0.1 miligramo, una dosis muy controlable para cualquier ser humano, incluso para los niños. Volvemos a insistir: nos referimos a la cocoa natural, que no es lo mismo que el chocolate en polvo que sí tiene altos índices de azúcar añadida.

UN SUPERALIMENTO

Aunque para muchos de nosotros nos basta con escuchar que el cacao es dulce, delicioso y no engorda, hay otras propiedades en las semillas de esta planta que harán que te comas tu próxima tableta de chocolate con más gusto.

Las semillas de cacao son ricas en fibra, lo que ayuda a controlar el colesterol, genera sensación de saciedad en el cuerpo y te servirá para controlar el hambre. También contienen 23 % de proteína, mucha vitamina B y un alto contenido de polifenoles, sustancia derivada del azúcar natural.

Los polifenoles regulan el sistema cardiovascular, mejoran el ánimo, dan energía, reducen la presión arterial en personas hipertensas y mantienen la elasticidad de los vasos sanguíneos. En pocas palabras, mantienen a tu corazón contento, tu mente activa y limpian tus venas del colesterol que resulta dañino para tu organismo.

Tal vez esa sea la principal razón por la que culturas como la maya y la azteca relacionaban el cacao con el corazón y la sangre humana –elementos que eran representados de manera simbólica mediante las semillas de cacao en rituales, casamientos y sacrificios.

Pero la mejor parte es que estudios como el generado en 2016 por el Departamento de Ciencia y Tecnología de la Comida, ubicado en la universidad de Virginia en Estados Unidos, demuestran que el cacao ayuda a mantener un peso saludable, regular el metabolismo hormonal, reducir los riesgos de obesidad y permite que tu organismo genere resistencia a la insulina.

¿BUEN CHOCOLATE?

Que el cacao sea benéfico para tu cuerpo no significa que puedas salir corriendo a la tienda de la esquina a comprar todos los chocolates que te encantan. La mayoría de los productos que se venden en el mercado contienen poco o nada de cacao pues son rebajados con saborizantes, azúcares refinadas y otras grasas vegetales.

Esto se debe en parte a que el cacao siempre ha tenido un valor muy importante en el mercado, y su precio comercial siempre se ha mantenido alto. Así que lo primero que debes saber es que un buen chocolate no sale barato y encontrarlo será un reto, aunque en México podemos recomendarte ampliamente a Chocolate Maya, un emprendimiento social basado en principios de comercio justo y producción orgánica con venta en línea y que también puedes encontrar todos los fines de semana en el mercado El 100 si vives en la Ciudad de México.

Para identificar si la tableta de chocolate que estás a punto de consumir está hecha en realidad de cacao, lo primero que tienes que ver es la etiqueta. Por lo general un buen chocolate está hecho con entre 70 y 80 % de cacao. Entre otras características, tiende a ser muy oscuro, su aroma es fuerte y predomina el sabor amargo sobre el dulce.

Si bien al momento de consumir postres procesados será casi imposible que encuentres uno hecho únicamente con cacao y otros azúcares naturales sin refinar, la cocoa en polvo o barras de chocolate amargo son una opción para tener en la alacena, y hasta para adentrarte en el mundo mágico de la repostería. Y si haces las opciones veganas, tendrás postres con mucho menos grasa e igual de deliciosos. Un tip: sustituye el huevo con semillas de chía previamente hidratadas, así no pierdes suavidad y reduces el colesterol de tu pastel.

¡Alégrate!, la próxima vez que tengas un antojo, puedes comer unos trozos de este delicioso ingrediente mexicano sin remordimientos o usarlo como base con el objetivo de preparar tus postres, pero recuerda buscar cacao auténtico y natural. El Internet está lleno de recetas dulces y saludables que te están esperando para que peques sin culpa alguna.

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