Periodismo imprescindible Miércoles 24 de Abril 2024

Ellos son los mexicanos que pondrán a México en el espacio

Actuaron contra los veredictos de sus padres, contra la cultura mexicana de hacer equipo; han tenido que dormir en estaciones, escuchan historias de compañeros que se enfrentan al narco e incluso contradicen un estigma de género en el que por cada 5 hombres, sólo haya una mujer. Claro, nada los detendrá
11 de Abril 2018
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El pez pulmonado. El eslabón entre el pez y el animal de tierra firme.  La Naturaleza ha intentado miles de veces extender a la tierra la vida del mar. (…) Un día, viajaremos a otros planetas. El humano sobrevivirá en esos planetas. La atmósfera y presión serán diferentes. Al estudiar estas y otras especies, aprendemos sobre la evolución y la adaptación a la vida. Con ese conocimiento podríamos enseñar al hombre a adaptarse al futuro .”

El monstruo de la laguna negra, 1954

 

Cuando el empresario Elon Musk hizo historia el pasado 6 de febrero al lanzar el primer cohete Falcon Heavy al espacio, había también memes cuestionando por qué con todo el dinero que invirtió en esta hazaña, no optó por ayudar a dar un paso para erradicar la pobreza o la hambruna en el mundo. Es una pregunta válida, pero lo es también la respuesta que la inversión a la tecnología aeroespacial tiene.

La misma pregunta podría hacerse a México. ¿Por qué en un país con la mitad de la población en situación de pobreza hace una inversión (pequeña, si se compara con otros países) en este rubro? Exactamente, somos la quinta economía emergente en destinar un presupuesto específico –en 2016 se otorgaron casi 99 millones de pesos para la Agencia Espacial Mexicana (AEM)–, según explica Camilo Andrés Reyes Mantilla de la Agencia Espacial Colombiana.

Pero esto es sólo la 0.005 parte de lo que destina Estados Unidos. Y Argentina, el primero en la lista, nos gana al presupuestar la 0.125 parte de lo que asigna la agencia estadounidense.

Pero los jóvenes mexicanos, una fracción de la población millennial de la que tanto se han quejado, están más interesados que nunca en ser parte de la generación contemporánea que llegue a otro planeta. Y aunque también están conscientes de que México tiene otros “problemas”, en la cosmonáutica ven la solución.

“A Colombia le decimos potencia dormida porque tiene vínculos comerciales a nivel mundial, pero para el país el sector espacial no ha tenido tantos avances ni en las esferas políticas debido a los problemas sociopolíticos, las prioridades cambiaron. Se invirtió más en defensa”, cuenta el experto de ese país como si retratara el nuestro también.

Sin que esto sea un problema para los jóvenes que ya trabajan en ir al espacio –más bien un reto– ellos conforman la generación que quizá no vaya al espacio –lo saben, están al tanto de eso–, pero serán los que abran las puertas y dejen el paso libre para que quienes les siguen tengan las oportunidades de producir la tecnología y la misión en la que ellos mismos vayan a Marte o a donde quieran.

 

 “En las actividades que trabajo ahorita, tienen una perspectiva más social porque van más enfocadas a educación, que a divulgación. La motivación de ello, es que, de camino por ejemplo vi en un puesto de revistas algo que es un poquito triste: lo primero que vemos es a quién mataron y cómo lo mataron.Y un titular amarillista que le pierde respeto a las personas fallecidas. Entonces es tomar el pretexto como un espacio para que muchas personas se dediquen más a la ciencia y tecnología, un ramo muy importante en la economía, en la política y en el entorno social de un país y se le preste más atención en México”. Moisés García, 25 años, estudiante de séptimo semestre de Ingeniería Mecánica de la UNAM, presidente de la Asociación Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería. Forma parte de Space Point México y es subdirector de Mars Archive.

“Más que la idea de sólo ser astronauta o querer ir al espacio. Yo sí quiero ver a México como país reconocido en el sector espacial. Más que uno o dos astronautas, que está padre también, tenemos que empezar a cambiar esa idea de que, de 100 millones de mexicanos sólo un puñado son los que van a sobresalir. ¿Por qué no sobresalir como nación?”. Juan Carlos Mariscal, mentor y fundador en UNAM Space y emprendedor.

“Me decían ‘seguramente ni sabes qué es un tornillo’ o ‘seguramente ni sabes cómo se maneja’ y claramente sí sabía que era un tornillo y también para que se ocupaba. Y era coraje en un buen sentido de decir que yo era capaz y ‘lo puedo hacer incluso puede ser mejor que tú’. Acepté ser parte de la iniciativa Mujeres Hacia el Espacio porque me parece que desde temprana edad a las niñas, jóvenes y a los niños se les debe hacer conciencia de que las mujeres somos capaces de estudiar materias relacionadas a la ciencia, tecnología e ingeniería matemática en conjunto con el arte. Sí desde pequeños les decimos que hay otros caminos y pueden seguir sus sueños de hacer un robot que explore Marte o si tú quieres ir, lo hacen y sí le quitas jóvenes al narcotráfico”. Michelle Peñaloza Flores, estudiante de Ingeniería Aeronáutica en el Tecnológico de Estudios Superiores Ecatepec. Es líder de la iniciativa Mujeres hacia el Espacio de la AEM. La única mujer en este pánel y en el equipo de investigación de la película El monstruo de la laguna negra.

“Desde siempre al escuchar las noticias de que científicos de la NASA desarrollan tal cosa. Y todos nos sorprendemos, pero, ¿cuándo escuchamos ‘científicos de la Agencia Espacial Mexicana desarrollan tal?’. Tal vez sí desarrollen, pero ‘cuántos de nosotros lo conocemos? Entonces, yo digo: ¿por qué no estamos haciendo lo mismo o cosas más grandes si tenemos los mismos recursos, potencial y capacidad? Yo creo que todos tenemos el sueño de ir al espacio, pero ¿cuántos con el sueño de llevar a México para allá?”. José Olivas, 20 años, estudiante del cuarto semestre de la carrera de Mecatrónica en la Facultad de Ingeniería de la UNAM e integrante de la asociación UNAM Space.

“De donde soy originario, el estado de Guerrero, desgraciadamente no existen carreras que te puedan orientar hacia entender el espacio. Mis papás me dijeron que fuera abogado o médico, porque no había más; hasta que les dije que quería ser ingeniero y enfocado al espacio, lo que implicaba salirme de Guerrero. Pero al final de cuentas, estoy acá”. César Augusto Baza, 26 años, ingeniero en Mecatrónica por la UVM, ingeniero mecánico del IPN, fundador y mentor de UNAM Space y emprendedor.

“Tenía ese concepto de que emprender, en mi mente, era hacer un negocio o dinero. Luego investigando la palabra, un emprendedor quiere decir de alguien que identifica oportunidades y con lo que tiene a la mano, comenzar algo ‘de la raíz’”. Irving Enrique, en su primera vez en un pánel (aunque no lo parecía, pues captó la atención y risas de los asistentes), ingeniero en Aeronáutica por el IPN.

 

 

 

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