Por Irma Gallo
Este año, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se decantó por Madrid, la ciudad donde, según cantó Joaquín Sabina, “las niñas ya no quieren ser princesas y a los niños les da por perseguir el mar dentro de un vaso de Ginebra”, será la invitada de honor en su 31 edición.
Y ¿por qué una ciudad y no un país o una región? Marisol Schulz, directora del encuentro literario y librero, tiene la respuesta: “Madrid es una ciudad con una gran vida cultural, editorial, literaria per se; por eso pensamos que la propia ciudad como tal valía la pena”.
La delegación de Madrid llega a Guadalajara con el lema “Ganarás la luz”, en honor al poemario de León Felipe publicado por primera vez en 1943, “un poeta que además tiene mucho simbolismo porque murió exiliado en México”, dice quien durante años fuera la directora editorial de Alfaguara México.
Sin duda se trata de una carta de presentación que sólo puede traer buenos augurios. Pero en junio, cuando se dio a conocer el programa que la capital española llevaría a la FIL, algunos periodistas y críticos literarios se preguntaron porqué se incluía a un escritor mexicano como Jorge F. Hernández (CDMX, 1962), y no a un típico madrileño como Javier Marías (Madrid, 1951).
Schulz también tiene una respuesta para esta cuestión: “Con este lema de ‘Ganarás la luz’ pensamos en la metáfora de la luz de Madrid a través de diferentes planos o diferentes propuestas. Una es la literaria, con autores que no necesariamente nacieron en Madrid, porque Madrid es una ciudad de acogida. Son autores que han hecho de esta su ciudad: Jorge F. Hernández, que es tan mexicano como madrileño porque ha vivido en Madrid y hace su vida también ahí”.
La delegación madrileña también es, según la directora de la FIL, intergeneracional. Hay escritores como Ray Loriga, Almudena Grandes, Luis García Montero, Marta Sanz, Andrés Barba (ganó el Premio Herralde de Novela de este año), Soledad Puértolas, Rosa Montero, Marcos Giralt Torrente, Vicente Molina Foix o Luisgé Martin (escritor representante de la comunidad LGBT), además de músicos, actores, científicos, periodistas y artistas plásticos.
Sin embargo, no todo en la FIL es la ciudad invitada de honor: desde que en 1991 lo ganó por primera vez el poeta chileno Nicanor Parra, cuando todavía llevaba el nombre de Juan Rulfo, el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances es uno de los reconocimientos literarios más esperados a nivel global. Y cómo no, si está dotado con 150 000 dólares. Este año lo recibirá el autor de El adversario, el francés Emmanuel Carrere. “No ha estado nunca en México” –dice, emocionada, Marisol Schulz–, y es una de estas figuras indiscutibles de la literatura contemporánea. Él es con quien se abren todos los festejos de la feria”.
Y por si esto no le bastara al público que cada año se da cita en Expo Guadalajara (el año pasado fueron más de 800 000 visitantes durante los 10 días que dura la feria), “al día siguiente –continúa la directora–. la apertura del Salón Literario Carlos Fuentes la tenemos nada más y nada menos que con Paul Auster”.
El autor de La trilogía de Nueva York tenía siete años sin publicar una novela y presentará en la FIL la traducción al español de 4 3 2 1, un texto de casi mil páginas con elementos autobiográficos que se despliegan en cuatro posibilidades distintas.
Como desde hace 10 años, el Festival de Letras Europeas ofrece la oportunidad de conocer las distintas narrativas del continente: “Es un convenio que se hace con distintas embajadas de la Unión Europea. Se elige a autores que ya están traducidos al español –explica Schulz– porque de lo que se trata es que estén leídos o que sean accesibles para el lector mexicano”. Este año, destacan la franco-marroquí Muriel Barbery, autora de La elegancia del erizo, que presentará su novedad literaria La vida de los elfos, y el poeta, narrador y ensayista rumano Mircea Cartarescu.
Además del Encuentro Internacional de Periodistas, la FIL también es ciencia, dedicada este año a la relación entre la ciencia y el cine, Latinoamérica Viva, Ecos de la FIL y Somos booktubers.
Otra parte del programa que emociona en especial a Marisol Schulz es el Salón del Cómic y la Novela Gráfica, que se presentará por primera vez: “Es otra forma de cuestionarse la literatura, y por ello le vamos a dar mucha fuerza a la parte del cómic y de la historieta. En esto nos distinguiremos de otros eventos alrededor del cómic que a lo que le dan importancia es a la merchandise; en este caso no, para nosotros es la literatura alrededor de la novela gráfica, o sea, la parte escrita. No queremos ser un Cómic Con más, de esos hay muchísimos”.
Además de las mesas de reflexión, que sucederán en el Foro Rius, el Salón del Cómic y la Novela Gráfica contará con un espacio de 306 metros cuadrados con 26 estands a fin de que los amantes de estos géneros encuentren colecciones recientes o incluso una que otra de lo más rara.
Durante los 10 días que dura la FIL también se entregan otros premios, se realizan homenajes, coloquios y, por supuesto, presentaciones de libros. Y cada noche, al término del concierto en el foro al aire libre, escritores y sus lectores, periodistas, editores, libreros, estudiantes y uno que otro colado se encuentran en las fiestas que organizan las editoriales en distintos bares y cantinas.
Y es que la feria no termina una vez que sales de la Expo Guadalajara. Es en estos espacios llenos de humo, con luz tenue, donde los cuerpos sudorosos bailan y otros más se apresuran a tomar sus tragos de mezcal, cerveza, whisky y tequila para así cerrar negociaciones finales de derechos de autor o incluso dar entrevistas memorables. Quizá algunos escritores aprovechen estas fiestas y terminen de pulir a sus personajes, o incluso estos lugares sirvan de inspiración para ponerle punto final a más de una historia.
Esta fiesta no acabará hasta que el último parroquiano se vaya; entonces, las luces se apagarán y la música callará. Guadalajara, una vez más, se convertirá en el encuentro más esperado del año para aquellos locos que aún creemos que los libros están más vivos que la vida misma.
