Periodismo imprescindible Jueves 25 de Abril 2024

La agenda del planeta 

Alán González no dudó ni un minuto en tomar la única cámara que grababa en formato 360º en América Latina para salir a las calles y levantar imágenes de la Ciudad de México, luego del sismo del pasado 19 de septiembre, resultando así el primer documental en realidad virtual hecho en México
16 de Septiembre 2018
No disponible
No disponible

POR GIOVANNA FRANZONI

El 19 de septiembre del año pasado, a los mexicanos en la Ciudad de México, Guerrero, Morelos y Puebla, se nos sacudió la vida. En menos de un minuto se perdieron amigos, familiares, hogares y paz.

Para los que vivimos en la Ciudad de México, el humo negro en el cielo –mucho más espeso que el smog al que estamos acostumbrados– anunciaba los edificios caídos, nos amenazaba con la tristeza que estaba por pintar nuestros rostros y nos reafirmaba lo que siempre se teme cuando suena la alerta sísmica: lo que teníamos de frente era una tragedia de la que ya éramos parte.

Fue una tarde de terror para todos. Nuestra gran ciudad se había caído en pedacitos y entre los escombros estaba nuestra gente. Entonces llegó el caos en las redes, vías de transporte, líneas telefónicas e histeria colectiva.

Pero ese miedo a la adversidad nos duró poco porque los mexicanos sabemos lidiar con la tragedia, estamos acostumbrados a torear las adversidades y a darle una mejor cara a lo que nos duele. Es gracias a ese chip dentro de nuestro inconsciente nacional que ese temor que se respiraba, se convirtió en un motor con qué ayudar a otros.

Ahora, a un año del sismo, ese aire de solidaridad que permeaba las calles de nuestra ciudad es imperceptible. Vive dentro de muchos casi como un espejismo. Parece haber quedado sepultado en esos edificios en demolición y entre las casas de campaña que son el nuevo hogar de muchos afectados. Nuestras ganas de ayudar a quien lo necesita se esfumaron con el rastro de esas nubes negras.

Tal vez se deba a la incomodidad que se evoca con el recuerdo. A nadie le gusta rescatar algo del subconsciente si sabe que eso le va a dejar un mal sabor de boca. El problema es que junto con lo que olvidamos, se minimiza la enseñanza que trajo consigo la tragedia.

Con esto en mente, Alán González, periodista y fundador de Mariachi Films, decidió dejar a un lado el compromiso que tenía con una empresa extranjera para usar la única cámara en 360º en Latinoamérica y documentar lo que el sismo del 19 de septiembre nos estaba enseñando.

Según Alán, lo más importante era que nadie externo a nuestro país viniera a moldear la memoria de un momento histórico tan doloroso y tan nuestro. Había que mostrar la catástrofe desde sus entrañas, desde la visión de su gente.

“Mi aportación, en vez de conseguir agua o levantar piedras, fue hacer mi mejor esfuerzo para ser muy transparente con lo que íbamos a grabar y absolutamente ético en el tratamiento del contenido. Teníamos mucha claridad de que era un retrato histórico y como recaía en nosotros la responsabilidad, era importantísimo ser éticos en el manejo del contenido”, me dice Alán cuando le pregunto sobre qué buscaba contar con este documental en realidad virtual.

Fue así como, sin importarle costos o los sacrificios que esto le traería a futuro, el día después de que el sismo golpeara nuestro país, Alán se lanzó con un pequeño equipo a Xochimilco con el propósito de comenzar a grabar el primer documental en realidad virtual hecho en México.

Un material completamente honesto, que no sólo pretendía mostrar de manera fiel los daños que había dejado la catástrofe, sino también evidenciar el dolor que este terrible suceso había provocado y cómo gracias a eso los mexicanos nos convertimos en humanos más humanos.

19S, título que se le dio al documental, es un recordatorio de lo que fuimos y somos después de ese terremoto de 7.1. Pero a diferencia de lo que cualquier videoblogger en Internet te pueda mostrar, o incluso lo que yo pueda plasmar en estas páginas, la realidad virtual despliega una arista del periodismo que no había sido explotada antes, y tiene que ver con una manera cruda y frontal de presentar los hechos.

Que Alán y su equipo hayan salido a las calles de la CDMX cargando una cámara gigantesca para grabar en 360º, hizo posible una narrativa tan transparente, que resulta imposible no sentirte una vez más ahí: rodeado de gente empolvada haciendo relevos con el fin de sacar escombros, las coronas de flores sobre las tumbas de quienes se nos fueron, los puños levantados en nombre de la solidaridad y la preocupación volcada en el otro.

Y resulta inimaginable que con el objetivo de regresar a sentir lo que permeó el aire en esos días tan difíciles para todos, hacen falta únicamente un par de lentes en realidad virtual y una silla giratoria.

19S es lo más parecido que existe a viajar en el tiempo. Es una pieza periodística que nos permite acercarnos al recuerdo tal como fue, sin engaños mediáticos, ni trampas del subconsciente. La realidad, para ser materia prima de enseñanza. De acuerdo con Alán y su crew, esta desgracia dejo varios aprendizajes:

“Yo aprendí que no podemos cometer los mismos errores, necesitamos, neta, trabajar mucho más en equipo. Y me sirvió mucho para rectificar que somos diminutos, que la agenda del planeta tiene otras prioridades, va a seguir su ciclo y hay que verlo con naturalidad. Tenemos que admitir que lo que pasó el 19 de septiembre no fue sólo una catástrofe natural, fue también un error humano”.

Ya con los lentes de realidad virtual puestos, es fácil entender la moraleja, pues Alán hizo hasta lo imposible con el objetivo de transportarnos al núcleo de varios edificios completamente dañados. Construcciones que fueron parte de un error humano o simplemente el resultado de la corrupción que hay en nuestro país, en donde hasta la revisión de obras y el uso de buenos materiales pueden soslayarse.

Es por ello que además de regalarnos a los mexicanos un pedazo de historia completamente transparente con el documental en realidad virtual, Alán se juntó con un equipo de programadores con el fin de crear una aplicación que lleva el mismo título que la pieza cinematográfica, 19S.

Sirve para almacenar tus documentos personales más importantes en tu celular, detectar qué tipo de grietas son las que dañaron tu edificio, y cuenta con un botón de alerta con el cual avisarle a tus amigos y familiares si todo está en orden o te encuentras en una emergencia. La mejor parte es que es completamente gratuita, pues fue pensada para ayudar a la sociedad si otro terremoto llegara a sacudirnos.

La primera parada del documental será en la Cineteca Nacional, en donde también se montó una exposición que muestra nuestros logros y nuestras debilidades ante un sismo como el que nos golpeó el año pasado.

Podrás ver el montaje a partir del 19 de septiembre en la Cineteca, una experiencia que no sólo va a dejarte un gran aprendizaje, también te hará sentir orgulloso de ser mexicano. Además, no existe en otro territorio de Latinoamérica una pieza documental de este tipo. Es un regalo para tomar consciencia, y al mismo tiempo nos pone frente a una nueva forma, nunca antes explorada, de hacer periodismo.

Recientes