POR JULIÁN VERÓN
Vivimos en una época dominada por el reggaetón. Al parecer, cualquier artista que quiera sonar en la mayor cantidad de espacios posibles tiene que coquetear con el dembow o el dancehall. Desde los baladistas más baladosos –Enrique Iglesias, Luis Fonsi, Alejandro Sanz– hasta Ximena Sariñana, han tenido que modificar su propuesta y estética musical para ser oídos por más gente y no perderse del radar.
El reggaetón es la tendencia del mercado, y los grandes artistas que son parte de alguna disquera de seguro habrán tenido varios mails de su A&R con “sugerencias” con el fin de probar suerte en el reggaetón. Es un fenómeno gigante que se comió todos los platos de la mesa. Además de que cada vez tenemos menos tiempo para escuchar música por nuestros estilos de vida, pareciera (como me dijo un amigo hace días) que “cada vez hay menos oferta”. Y esto es una sensación falsa. Sentimos que hay menos música por la cantidad absurda de oferta que tenemos. Es como cuando vemos Netflix: pasamos más tiempo escogiendo lo que vamos a ver que mirando realmente una película. Es la parálisis de la libertad de elección, leí en algún lugar.
La Mala Rodríguez es la mujer más importante del hip hop en español. Quebró barreras de género como ninguna y puso el oído de toda Hispanoamérica en sus letras. Es un nombre de culto y a la vez pop, y esto sólo significa que su obra trascendió de la mejor manera posible.
Con el propósito de estrenar el primer single de lo que será su nuevo disco, se juntó con Stylo G, jamaiquino, y han logrado una mezcla deliciosa entre los dos rangos de voz.“‘Contigo’ es una sensual pista spanglish donde el reggaetón se encuentra con el dancehall. Escuché el ritmo y me encantó la melodía. Quería escribir música con esa base”, dijo La Mala a Billboard sobre la rola. “Es una mezcla interesante entre su acento [Stylo G] y el mío. ¿Cómo no puedes disfrutarlo? Es una canción clásica para enamorarse.La idea de este video es obtener esa sensación de debilidad. Es una canción romántica, hermosa y linda. Es bueno dibujar todas esas emociones en el video. Nos lo pasamos muy bien filmando”, dijo la cantante española sobre el video que grabaron en Barcelona.
“Contigo” es una canción con una energía innegable. Es de esos temas que apenas das play te sientes bien. Es pop del mejor. Las canciones tienen misiones distintas. Probablemente algunas te hagan bailar y olvidar lo pesado de la semana, otras sacarán lágrimas y tocaran lugares dentro de tu corazón que no querías visitar de alguna otra manera. La música tiene este tipo de poderes y por eso siempre será una fuerza incontrolable.
“Contigo” es para reír y sentir que todo está bien. Disfrutar con alguien querido o enamorarse del amor. Apenas terminan los menos de tres minutos que dura la canción quieres darle play de nuevo. Probablemente se convierta en una especie de virus en las radios. Ojalá, la verdad.
Es interesante ver cómo los artistas evolucionan y prueban otros géneros. No hay nada más aburrido que una persona que piensa o lleva a cabo las mismas cosas que hace diez años; que se vista igual, ame igual o escuche las mismas cosas. Suceden cosas. Nos pasan cosas. Somos seres humanos, y para evolucionar necesitamos cambiar y dejar atrás viejas pieles. Y el arte es hecho por seres humanos. Si hoy La Mala quiere experimentar con otros beats y sensaciones, pues bienvenido.
Si eres fan de lo que hacía antes de “Contigo”, ahí siempre estarán sus discos antiguos; esos nunca van a morir, tranquilos. Sin embargo, exigirle a un artista que siga cantando y tocando los mismos acordes por años es un acto terrible de egoísmo. ¿Qué más interesante que ver a nuestros músicos favoritos sumergirse en géneros que no son con los que conocimos? Y lo mejor de esto es que suceden cosas interesantes e increíbles como “Contigo”. Hay que dejar prejuicios atrás y abrirnos. Es el 2018, no estamos en el 2001.
Desconozco la razón por la cual hizo un reggeatón. No tengo su teléfono ni la entrevisté en esta ocasión, pero sea cual sea la verdadera intención (que la escuche la mayor cantidad de gente o simplemente curiosidad musical), está bien. Si quiere hacer más dinero: bien. Si siente una curiosidad tremenda por ver cómo suena su voz y sus letras con el reggaetón, pues bien. Si luego de esta canción vuelve a sacar otras que nos recuerden más a lo que hacía antes, bien también. Hay que dejar ser a las personas, ya vivimos en un planeta suficientemente complicado como para exigirles a todos que sigan nuestra manera de ver al mundo.
Además, tales experimentos son celebrados cuando tienen resultados hermosos como este. Ojalá podamos seguir viendo en el próximo disco de La Mala más canciones de este estilo, que la reten a salir de su zona de confort y nos muestre otro tipo de colores.
