Amamantar no es sólo una cuestión de madres, las clínicas y los hospitales deben informar y crear un ambiente favorable. Con ese objetivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) han lanzado una guía con el propósito de apoyar esta práctica en los centros sanitarios que proporcionen servicios neonatales y de maternidad.
La lactancia materna es la piedra angular de la supervivencia infantil. Es la forma ideal de aportar los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables.
De hecho, no existe ningún alimento más completo que la leche de la madre si se desea que los niños crezcan protegidos, inteligentes, despiertos y llenos de vida.
“La lactancia materna salva vidas; ayuda a mantener a los bebés sanos desde sus primeros días hasta su madurez”, declaró Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de Unicef.
Pese a que muchas mujeres enfrentan graves problemas al dar a luz fuera de los hospitales, la lactancia generalmente no es uno de ellos. Por este motivo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Mundial de la Salud consideran que son los centros sanitarios, representantes de la lucha a favor de la sanidad universal, quienes deben ejercer el liderazgo a la hora de promover esta práctica.
Ante esto, el Unicef y la OMS decidieron transmitir que la lactancia materna no depende de la situación económica de las familias, ni de la salud de los bebés, sino que debe promoverse para todos los niños.
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