POR GIOVANNA FRANZONI
Marcos en color blanco encuadran fotos de familias mexicanas. Algunas más grandes que otras, pero todas con una constante: reafirmar el estereotipo de la familia tradicional –padre, madre e hijos– que se vende en las telenovelas, espectaculares de leche, discursos de figuras públicas moralistas, películas domingueras y hasta en las obras de teatro que los niños memorizan para los festivales escolares.
En esos pequeños cuadros de madera no hay lugar para noviazgos homosexuales, familias con algún integrante trans o hijos con dos papás. Como en nuestra sociedad, las molduras que penden de la pared al inicio de la exposición LGBT+, achican las posibilidades del amor y acortan los caminos con el objetivo de que exploremos nuestra sexualidad.
Unos pasos más adelante, están esos mismos marcos pero ahora sin fotografías; son los que exponen las posibilidades. Explican la variedad de familias que existen en México y cómo se componen; sobre todo, alejan los prejuicios con estadísticas que reflejan que los núcleos familiares tradicionales en nuestro país son menos comunes de lo que nos han hecho creer.
Al terminar el pasillo, una puerta; luego, un cuarto dividido en dos donde no hay opción: las niñas a lo femenino y los varones con lo masculino. Entre ellos un clóset vacío en el que rebotan voces. Son testimonios de quienes han tenido que vivir encerrados en apariencias, otros tantos de quienes temen disfrutar de su sexualidad por miedo a ser juzgados y muchos más de la violencia de la que son víctimas en su búsqueda de su propia identidad. Vaya que fue difícil salir de ahí.
Cuando por fin logré dar un paso fuera del clóset, me esperaba un arcoíris. Sobre él, en luz neón, las iniciales que identifican a la comunidad lesbiana, gay, bisexual, transexual, travesti, transgénero, intersexual, queer y asexual: LGBTTTIQA.
La idea de crear esta exposición única en su género fue del Museo de Memoria y Tolerancia (MMYT) de la CDMX. Desde que el museo abrió sus puertas en 2010, tenía entre sus planes exponer la problemática en la que se ve envuelta la comunidad LGBT+ desde quien la vive.
Así nació LGBT+: Identidad, Amor y Sexualidad, un proyecto que tomó ocho años formar pues a diferencia de otras exposiciones pendientes de retratar lo que sucede con las minorías que son parte de la comunidad, el MMYT buscaba mostrar cada uno de los ángulos en los que se ve afectada la vida de una persona gay, lesbiana, bisexual o transexual en nuestro país.
“Es importante que la gente entienda que existen leyes y la comunidad tiene derechos. Hasta ahora hay mucha renuencia de la sociedad de llevarlas a cabo a pesar de que la diversidad sexual es inherente a la condición humana”, remarca Linda Atach, curadora de la exposición LGBT+, sobre la importancia de este espacio creado para generar conciencia.
El recorrido, planeado con la finalidad de que sea experimentado en primera persona, no deja de enfrentar al público durante el recorrido realzando los contrastes. De acuerdo con Linda, el objetivo de estos matices es generar un cambio de actitud en el espectador.
Por esa misma razón, al saltar del arcoíris, topas con paredes negras que resguardan información desgarradora. Desde los números que colocaron en 2017 a México como el segundo lugar en Latinoamérica debido a crímenes por homofobia, hasta contenido mediático increíblemente violento para la comunidad.
En contraesquina, una colorida línea del tiempo celebra los logros de la comunidad LGBT hasta 2010, el momento histórico en el que se aprobó la ley de matrimonio igualitario para personas del mismo sexo en la CDMX.
Así se llega entonces a la última sala. Para mí, la más importante. En ella se muestran los esfuerzos que ha hecho la CDMX por ser amigable con la biodiversidad a partir de nuevas leyes y la inclusión social. Pero lo más importante: un festejo al amor en todas sus formas.
Sin embargo, este recorrido con claros y oscuros que hace imposible escapar de la cruda realidad que vive la comunidad, no es coincidencia. El público es confrontado para luego hacerlo partícipe del cambio con #PorUnMéxicoSinClósets, una iniciativa creada por el MMYT junto a México Vivo, que pretende juntar firmas con el propósito de que se distribuyan libros de texto gratuitos con información sexual en la que no se excluya a la comunidad LGBT+.
Tanto para Linda como para el equipo involucrado en generar esta iniciativa, se necesita con urgencia normalizar la diversidad sexual en espacios escolares a fin de crear un futuro más incluyente en el que no se tenga que contrastar la lucha con los logros de la comunidad.
Si deseas añadir tu firma a #PorUnMéxicoSinClósets puedes acudir a la exposición, ahí hay módulos físicos dónde registrar tu apoyo a la iniciativa. También puedes hacerlo mediante Internet en la página del museo, pero, créeme, no hay nada como experimentar en primera persona lo que es salir del clóset.
