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Lo bueno, lo malo y lo feo de la jornada electoral

Aunque se registraron viejas prácticas que aún son el lastre para la democracia mexicana, también se reportaron modificaciones al proceso electoral que se vivió este 2018
02 de Julio 2018
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POR EQUIPO CAMBIO*

A las 9 de la mañana de este primero de julio, familias enteras (la tía, el primo, los sobrinos, la abuela con su bastón) ya estaban elegantes y salían a las casillas asignadas. Lo hicieron ver como si cada domingo se levantaran a hacer exactamente lo mismo, con una especie de protocolo ya establecido.

Estas elecciones padecieron los mismos problemas de cada sexenio desde 1994: escasez de boletas en las casillas especiales, falta de opciones para votantes que están cuidando a un internado en algún hospital –incluso a los pacientes en camilla– y quienes tienen un horario fijo, además de la impuntualidad: a las ocho de la mañana la casilla aún no abría; entre otros problemas, como robo de urnas y boletas en algunos estados –Puebla e Hidalgo–.

Desde la una y media hasta las seis de la tarde empezó a desatarse la violencia en Puebla. El modus operandi era este: hombres armados llegaban en dos o tres vehículos, casi todos Jetta, entraban a las casillas, disparaban al aire y robaban o simplemente aventaban o tiraban las urnas. La gente tenía miedo; cerraron las casillas temporal o definitivamente y dejaron de votar. Pero a la vez muchísima gente llegó a hacer fila, a esperar; insistían en votar, en no dejarse amedrentar.

Una señora dijo: “Que gane el que tenga que ganar, aunque no nos guste, pero que sea el que gane con nuestros votos”. Así su fiesta de la democracia.

Sin embargo, lo que también caracterizó este primero de julio fue en realidad la implementación de nuevos y mejores protocolos para personas transexuales, extranjeros y la posibilidad de hacer campaña de manera distinta a la que los partidos nos habían acostumbrado previamente.

Como Roberto Castillo, candidato independiente, que en la delegación Coyoacán acudió acompañado únicamente por dos integrantes de su equipo. Poca gente lo reconocía, no obstante, esas personas que lo ubicaron le aseguraban su voto. “Yo me voy por las personas, por los candidatos, no por los partidos y él definitivamente se ve como una persona íntegra”, dijo uno de los ciudadanos.

Afuera de la casilla, más de 40 personas esperaban emitir su voto en dos filas. Un representante de casilla dijo no haber visto nunca antes una fila más allá de cinco personas. Para él, esta votación será histórica no sólo por la magnitud, sino por el número de votantes. Personas de la tercera edad tuvieron preferencia, aunque muchos optaron por hacer fila como el resto de los ciudadanos.

El nerviosismo del candidato independiente era muy visible. Incluso tuvo que regresar a la casilla a que le marcaran su pulgar. Luego dio un mensaje donde, aún invitaba a todos los ciudadanos a votar, pero sobre todo agradeció a las personas que participaron en su campaña.

Protocolo trans

La aplicación del protocolo trans que garantiza el derecho de la identidad y el derecho al voto para todas las personas independientemente de su expresión de género fue otra particularidad de la cual el sistema electoral mexicano gozó esta vez. “La verdad muy bien, no sentí ningún tipo de discriminación ni trato diferente. Como una ciudadana más. Me siento contenta de poder ejercer mi voto y que mi país me reconozca la identidad con la que me siento más a gusto”, dijo Vanessa.

Con el fin de evitar actos de discriminación, este protocolo también beneficia a quienes por algún otro motivo cambiaron drásticamente su fisionomía y no lucen como en la foto que tienen registrada en su credencial para votar. Parte de lo que se establecía era que los funcionarios de casilla debían estar capacitados para llamar en este caso únicamente por los apellidos y no por el nombre del o la votante, un punto que se incumplió con un elector al que le llamaron por su nombre de la credencial, a pesar de que está en transición.

En algunas casillas ubicadas en la delegación Venustiano Carranza estaban mucho más a la vista estos letreros por parte del INE que explicaban dicho protocolo, pero en otras, situadas en la colonia Escandón, por ejemplo, estaban más escondidos.

Casillas, ¿especiales?

Todos juraban que eran foráneos, que venían de visita, de otros lugares. Nadie decía que vivía en otra parte de la Ciudad de México o que ya tenía tiempo residiendo ahí y estaban formados desde las ocho de la mañana para alcanzar lugar en estas casillas cuya implementación era para gente que estuviera de tránsito, que trabaja o que no pudo acceder a su casilla asignada.

Algunos alegaban que no todos eran gente floja que no quería moverse a su delegación respectiva y preferían acudir a una cercana a su locación actual.

En la casilla especial del Hospital General, las personas comenzaron a llegar horas antes de que comenzara la votación. Personal de Protección Civil del recinto aseguró que desde las 6 de la mañana, que comenzó su turno, ya había personas formadas; sin embargo, el primero en emitir su voto fue el ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, quien acudió en una silla de ruedas.

Los ciudadanos demostraron su descontento ante esto e incluso aprovecharon la oportunidad para reclamarle su gestión en el estado.

Conforme pasaba el día, la gente no dejaba de llegar y fue por iniciativa de un ciudadano que todos en la fila comenzaron a marcarse las manos con un número para evitar que se metieran más personas. Incluso doctores, pacientes y trabajadores del Hospital salieron a formarse, pero a los pocos que hicieron esto se les permitía ir y venir de la fila por su condición.

Todo el proceso no fue nada ágil. Cerca de las 3:27 horas, la joven Minerva Guzmán, proveniente de Jalisco y con el número 749 en su mano, emitió el último voto. Luego de esto, el descontento de todo aquel que no pudo votar se hizo evidente, e incluso insultaban a los funcionarios de casilla que estaban anulando todas las boletas locales que no se utilizaron.

Esta no fue la suerte de la casilla especial ubicada en la Biblioteca Vasconcelos de la delegación Cuauhtémoc, en la que había más de 1 300 personas formadas –también marcadas con un plumón– a pesar de que cada casilla de este tipo tenía 750 boletas para distribuir entre los electores y las personas mayores, con discapacidad y embarazadas.

El enojo vino cuando en la casilla anunciaron que no había más boletas y que por favor se retiraran. Algunos decidieron protestar caminando hacia las oficinas del Instituto Nacional Electoral y otros se fueron resignados a sus casas.

Las elecciones de las app, las elecciones inclusivas, las de mayor participación, las de candidatos con imagen fresca y joven, las elecciones de la tecnología, así fue el registro de la jornada de este histórico primero de julio 2018, y que quede como precedente para la mejoría de esta fiesta a la que suelen llamar democracia.

En la Unión Europea

La Unión Europea dio a conocer que busca trabajar con el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador y con el futuro gobierno para fortalecer la relación estratégica basda en intereses como la democracia, economías abiertas y leyes multilaterales basadas en el orden global.

“El nuevo acuerdo Unión Europea-México nos permitirá reforzar nuestras relaciones en los años siguientes. Contribuirá a la prosperidad mutua y traerá a nuestra ciudadanía más cerca”, dijo la vocera para las relaciones exteriores, Maja Kocijancic del Servicio Exterior de Acción Europea.

De esta asociación económica y política, el Servicio Exterior de Acción Europea es la única institución que puede felicitar a quien resultara ganador de las elecciones de 2018 en México.

*Carlos Tomasini, Laura Melgarejo, Estefanía Camacho, Elizabeth Palacios y Aurélien Guilabert /Ciudad de México.

Aranzazú Ayala / Puebla

Émilien Brunet / Bélgica.

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