Periodismo imprescindible Viernes 19 de Abril 2024

Masculinidad y peligro en los jornaleros agrícolas de Sonora

Pocos consumidores de productos agrícolas se preguntan quiénes y cómo son los que trabajan en los campos. La palabra "valentía" es un término que rige parte del estilo de vida que llevan estos jornaleros y jornaleras en esa entidad
21 de Junio 2018
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POR JANNETH ALDECOA*

Gabriel tiene 22 años de edad. Durante el último lustro se ha dedicado a la agricultura. Reconoce que está cansado, principalmente por sortear la severidad del clima. Al hablar de alguna acción para su seguridad, sólo menciona que se cubre con el fin de protegerse del sol.

Según datos del Inegi, 5.5 millones de personas se encuentran ocupadas en actividades agrícolas; 56 % de ese total son agricultores, mientras que 44 %, como Gabriel, son trabajadores de apoyo, es decir, peones o jornaleros, cuya escolaridad promedio es de 5.9 años, esto es, tienen la primaria incompleta.

Los consumidores ignoran que, tras la ingesta de uvas u hortalizas, existe un gran mundo de personas que intervienen para que las disfruten. El trabajo de José Eduardo Calvario Parra, profesor investigador de El Colegio de Sonora, aborda las vicisitudes de jornaleros y jornaleras agrícolas de una región de Sonora, llamada Costa de Hermosillo, particularmente residentes del poblado Miguel Alemán.

Valentía

En ese mundo laboral, señala en entrevista José Eduardo Calvario Parra, la valentía es algo exclusivo de los hombres, pues existe cierta normativa que influye en la socialización de los niños y las niñas en cuanto a qué se espera por el hecho de ser varones.

“Se espera que un niño aguante más que una niña. Inculcamos una cierta normativa enfatizada sobre la valentía, y para demostrar lo que es ser hombre, a diferencia de las mujeres. Sí se da un proceso de ese tipo, pero no significa que sea unilateral, unilineal o unidimensional, sino que en esa etapa de su vida los hombres pueden optar por ser más cuidadosos y responsables”, comentó.

En Bríncale, no seas miedoso. Masculinidad y peligro en jornaleros agrícolas de Sonora, del investigador José Eduardo Calvario, se demuestran las contradicciones que existen en las prácticas de los jornaleros.

“No son tan homogéneas como uno piensa. No podemos decir que son muy transparentes y coherentes las prácticas que se hacen, tienen que ver con el género, la ordenación de la edad, la etapa de vida, contextos microsociales, con la carrera cultural, vinculado con el contexto social. Por eso encontramos que un varón puede ser cuidadoso para ciertas circunstancias, pero para otras no”.

Ejemplificó que un hombre puede ser cuidadoso al guardar sus herramientas de trabajo y para no dañar al compañero en el surco durante el corte de la uva; sin embargo, en el escenario comunitario puede tener prácticas como andar sin protección solar, o ciertas violentas hacia otros varones.

Documentó dos fuerzas normativas respecto a la masculinidad en los jornaleros. Encontró al hombre responsable y al hombre descuidado. Estos aspectos sufren fracturas según la edad, el contexto y hasta el tipo de relaciones de género que establecen.

Señala además que el peligro se vincula con la situación social, y se enfrentan a riesgos que pueden convertirse en factores de peligro.

 

Mujeres que incursionan en la agricultura

En el caso de las mujeres, participan cada vez más en labores de agricultura, y con ello modifican su forma de convivencia con otras mujeres, con varones compañeros de trabajo y con la pareja, revela Calvario Parra.

Señaló que la violencia de género y la violencia social se configuran como escenarios peligrosos donde las mujeres son más vulnerables. Estas se enfrentan no sólo a los mismos cuidados y peligros que enfrentan los hombres durante el trabajo en el campo, pues su creciente participación en dicha actividad aumenta los riesgos.

Su investigación documenta que también hay mujeres que, bajo ciertas condiciones, se arrojan en un sentido de valentía.

“Lo que pasa es que el resorte o motivación, tanto de hombres como mujeres, o la ordenación social de género, hace que sea cualitativamente distinto. Entonces, tenemos un panorama de precariedad laboral en los jornaleros, de inestabilidad en el mercado de trabajo, de contexto de violencia y de contexto climático-medio ambiental adverso; entonces nos da una combinación dura y una actuación explosiva”, explicó.

De acuerdo con el investigador, el caso de las mujeres demuestra cierto cambio cultural en términos de que existe un sector de población femenina jornalera, migrante residente en este lugar y que, considera, es probable que sea igual en lugares que guarden un contexto semejante, como en agrícolas de Caborca.

“Es la mayor masificación de la mano de obra femenina. Están trabajando mucho más las mujeres en los campos agrícolas, y la posibilidad de separación de su pareja por distintos motivos. Por lo tanto, está participando más en espacios, no solamente de trabajo, sino en cosas que antes eran más negadas para ellas: en festejos, fiestas, de tomar, beber, participar en riñas violentas, reivindicando un poco el tema de que ellas también pueden”.

Indicó además que en esta generación, a diferencia de la generación de las madres o abuelas, se encuentra mucho más marcada la subordinación hacia la figura masculina.

“Una manera de control por parte de los hombres en estas mujeres es a partir del control de los celos. Los celos son una forma de control; por ejemplo, en ocasiones les permiten trabajar, pero sólo si es muy cerca de ellos; o bien, controlan la forma de vestir: ‘No salgas con esa blusa’, todo ello son mecanismos que, de alguna u otra forma, son de control de los hombres hacia las mujeres jornaleras”.

“De alguna manera busqué contribuir a la solución de ciertas problemáticas sociales. Busco documentar las situaciones, dejar plasmado por medio de estudios, que a veces es una manera directa y otras indirecta de contribuir”.

Durante sus años de trabajo en este tema ha encontrado múltiples ejes de diferenciación de desigualdad social para, por ejemplo, desarrollar prácticas de cuidado frente a peligros medioambientales o peligros de eventos sociales, como la violencia.

 

*Agencia Informativa Conacyt.

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