Periodismo imprescindible Viernes 29 de Marzo 2024

Mi paladar le pertenece a la comida callejera de México

La Ciudad de México tiene quizás una de las ofertas culinarias más importantes del planeta. Puedes comer como si vivieras en cualquier parte del mundo, desde comida venezolana, pasando por Guatemala hasta terminar en Argentina, pero la cultura mexicana de las garnachas realmente es otro nivel
21 de Octubre 2018
No disponible
No disponible

POR JULIÁN VERÓN

Tengo una relación especial con la comida. Creo que para conocer el corazón de las ciudades hay que sumergirse dentro de los platillos típicos de cada ciudad. Morder un taco y sentir el pastor dentro de tu boca es la manera más real y eficiente de ver de qué está hecho México: las horas de trabajo de las personas que amasaron la tortilla; cada cuchillazo del taquero que cortó el trompo del pastor, o las semanas que estuvieron los chiles de árbol esperando ser untados a alguna proteína con el fin de hacer lo que mejor saben: picar divino.

México es un país increíble para comer. La Ciudad de México tiene quizás una de las ofertas culinarias más importantes del planeta. Siempre les digo a mis amigos: “Acá puedes comer como si vivieras en cualquier parte del mundo”. Hay desde comida venezolana, pasando por Guatemala hasta terminar en Argentina, pero la cultura mexicana de las garnachas realmente es otro nivel.

Desde niño siempre veía en la TV la cantidad de garnacha que existe acá. Es como un paraíso del aceite. Y al comienzo, para cualquier extranjero, hay muchísimas cosas que cuesta entender: como que las quesadillas sólo sean tortilla y queso; o que existan “empanadas” que realmente son tortillas fritas. Pero cuando te adentras bien en este mundo, es algo increíblemente amplio y te hace entender más que viajar 70 veces en el Turibús a la comida mexicana.

Llevo dos años viviendo en México, este es mi top 5 de garnachas obligadas a probar en la CDMX.

Gorditas


Mi experiencia más memorable han sido las gorditas de tortilla de maíz azul, las amo. La consistencia del maíz azul tostado supera con creces a la del maíz de la tortilla de harina, no hay comparación alguna. Son una gran sorpresa, pero siento que no tienen muy buenas RP. Deberían existir más entusiastas de las gorditas. Creo que lo más agradable de las gorditas es que son bastante difíciles de entender. Cuando escuché por primera vez la palabra gordita pensé que era una especie de pan bastante grueso. Y no: son bien hermosas. Hagamos un club de fans, por favor.

Tacos de camarón frito

A ver: mi sorpresa más grande en la CDMX ha sido la comida del mar, y casi nadie fuera del país entiende lo delicioso de esto. México, no sólo la Ciudad, tiene una gran oferta de mariscos. Es algo muy difícil de olvidar y una de las mejores formas de curarte la cruda, claramente. A la persona que se le ocurrió mezclar camarones fritos con cebolla morada y habanero, hay que hacerle una estatua en Reforma. Con cada extranjero que hablo, dice lo mismo. Cuando uno (como extranjero) piensa en comida mexicana, sólo piensa en la tostada de WhatsApp, y esto es culpa de Taco Bell y toda la comida gringa.

Flautas

La primera vez que probé unas flautas estaban bañadas con una hermosa salsa verde y absurdamente llenas de queso. Tenía curiosidad, ya que las flautas son quizás una de las garnachas más queridas por los chilangos. Sentir en mi boca la tostada junto al queso derretido mientras mis labios se llenaban de salsa, fue algo que aún no sé cómo describir. Ah, además, venían con una especie de puré de papas. Nunca antes había probado algo parecido, y mi relación con las flautas desde ese día ha sido más estable que con cualquiera de mis novias (Flautas 1, Exnovias 0).

Sopes

Tenía mucho miedo cuando me presentaron los sopes. Primero, creía que era “una sopa”, y pues no sabía qué pensar. Además, siendo sincero, al verlos por primera vez pensé que no tenían una muy buena presentación. Y bueno, soy un hombre visual, si no me gusta cómo se ve mi plato de comida es bastante difícil que logre gustarme. Pero estamos en México, mis carnales: un plato que se ve asqueroso y bastante desordenado es una delicia. Recomiendo ampliamente el sope de chicharrón, es una locura total que debería tener seguro médico por tanta grasa y aceite, ¡divino!

Tortas de chistorra

En la mayoría de los países de Latinoamérica, “torta” significa lo que en México llaman pastel. Es algo difícil de cambiar aún para mi cerebro, pero bueno. Cuando me presentaron el concepto de tortas, recuerdo que dije literalmente “ah, un sándwich”. Qué equivocado estaba. El aguacate con chistorra es de las mejores combinaciones desde que algún ser erudito dijo que el hot dog debería llevar cátsup. Y si le sumamos los frijoles, bueno… ¿A qué genio o genia se le ocurrió eso? Sumar todos estos sabores y colores con cualquier salsa picante, realmente puede llevar la experiencia a otro nivel. Les digo, amigos latinos, las tortas no son sándwiches. Es algo que sí, pareciera bastante básico, aunque realmente es una gran manera de darle uso a un simple pan. Si deciden pedir una torta ahogada, la experiencia se multiplicará por mil. Pidan todo ahogado, siempre. Viva México.

Recientes