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Nación desconectada

Mientras que tú pides la cena por Uber Eats, hay un montón de gente en México que nunca ha usado una computadora; así de alarmante es la diferencia
09 de Diciembre 2018
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POR GIOVANNA FRANZONI

¿Te imaginas despertar un día y que no haya Internet en la Ciudad de México? Si le preguntáramos a la mayoría de los citadinos lo que creen que pasaría si nos quedáramos un día sin red, seguramente muchos de ellos describirían esas 24 horas como el fin del mundo.

Y en realidad, para quienes estamos acostumbrados al acceso ilimitado a las TIC tal vez sí lo sea, pues poco a poco hemos migrado nuestros hábitos de consumo hacia espacios como Facebook o Amazon.

Por otro lado, la gigantesca desigualdad económica que ha existido en nuestro país a lo largo de la historia ha provocado que, a diferencia de lo que muchos creen, el uso de Internet a través de computadoras y smartphones sea un privilegio del que goza menos de la mitad del país.

A esa imposibilidad de navegar en la red como lo hacemos muchos de nosotros desde finales de los 90 se le conoce como brecha digital. El concepto nació a la par de las primeras computadoras de escritorio, y engloba todo tipo de tecnologías de la información, incluyendo la televisión y la radio.

De manera más precisa, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) define el concepto brecha digital como “la distancia existente entre individuos, áreas residenciales, áreas de negocios y geográficas en los diferentes niveles socioeconómicos en relación a sus oportunidades para acceder a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, así como al uso de Internet, lo que acaba reflejando diferencias tanto entre países como dentro de los mismos” .

Por otro lado, la Unesco, en 2005 a través de su documento Hacia las sociedades del conocimiento, decretó que el elemento central para crear sociedades mejor informadas es el Internet, mismo que se considera una necesidad básica para cualquier país que pretenda evolucionar. A su vez, eso convierte el acceso a Internet y a las TIC en un derecho humano fundamental, ya que el no tener acceso a ellas supone una inequidad social y económica.

Dado que el Internet es la fuente de crecimiento de las sociedades y México un país con una gran economía que no ha sabido utilizarlo con el propósito de incrementar su uso con miras a una mejor calidad de vida para todos, la brecha digital actualmente sigue afectando a millones de mexicanos, quienes en su mayoría también padecen pobreza y viven en zonas rurales.

En la última medición de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés) en 2015, México estaba en el lugar número nueve dentro de los países en América Latina con mejor uso de las TIC –por debajo de Ecuador y Panamá, que no cuentan con una talla económica como la nuestra.

Sumado a esto, un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (2013) corroboró que el país ha perdido varios lugares en las clasificaciones internacionales de la sociedad de la información, y daba por hecho que esto se debe a la ausencia de políticas públicas eficaces en materia de las TIC, pese a la existencia de una economía de mercado que “vive” en la red desde los años 90 del siglo pasado.

Si bien los smartphones han ayudado a disminuir la brecha digital en cierto sentido –de acuerdo con un estudio hecho por el Inegi en 2017, el 89 % de los usuarios de Internet tenían acceso a la red por medio de un móvil– más de la mitad de la población en México nunca ha usado una computadora o nunca ha aprendido a usarla del todo.

Los estados de la República con una brecha digital muy amplia también son los que tienen más problemas relacionados con pobreza. Tal es el caso de Chiapas, Tabasco y Oaxaca, que dominan la lista de espacios dentro de nuestro territorio con menos acceso a Internet y otras tecnologías.

Esto se debe a otra de las grandes barreras que sigue ensanchando la brecha digital: la educación en el uso de las TIC, así como la implementación de las mismas en espacios laborales y escuelas.

A pesar de que es imposible que se logre desaparecer del todo la brecha digital en nuestro país –debido a que esta problemática está enteramente correlacionada con la desigualdad económica y el desarrollo social–, si pudiera existir una fórmula para acortarla en México sería esta: mayor infraestructura, planes de estudios en las escuelas que involucren la enseñanza de las TIC y nuevas políticas públicas que garanticen su inclusión social, así como nuestro derecho a su libre acceso.

La única forma de comenzar a generar este cambio es involucrándonos más en las propuestas de ley que apuntan hacia ese panorama, uno en el que la información sea un beneficio del que todos podamos echar mano y que nos ayudara a construir una sociedad de conocimiento. Apoyemos estos proyectos desde con un share, hasta salir a marchar con el fin de exigir que nuestro gobierno ayude a cortar la imposibilidad de acceder a la red para aquellos que la necesitan casi tanto como nosotros.

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