Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

Naturaleza y tradición ¡a todo lujo!

Conjugar principios de respeto al medio ambiente y sostenibilidad con una propuesta de lujo en un resort todo incluido fue el objetivo de la nueva apuesta hotelera de Xcaret. Esto es lo que vivimos en este nuevo lugar que acaparó los reflectores durante la reciente temporada vacacional en la Riviera Maya
07 de Enero 2018
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A pesar de las múltiples polémicas que se han desatado por el exceso de construcciones y el impacto ambiental de los grandes complejos hoteleros, la Riviera Maya todavía es el destino preferido en México por el turismo, sobre todo internacional, y por eso las inversiones siguen llegando.

En mayo de 2017, un grupo de periodistas e influencers que cubríamos un evento en la Riviera Maya fuimos invitados a ver el avance de un nuevo hotel que había sido anunciado un año antes, y aunque lo que construían más o menos seguía la forma que se presentaba en los renders y la maqueta, parecía muy pretencioso para ser real.

Sin embargo, en diciembre pasado inauguraron la primera parte de ese lugar y no sólo se parecía a lo que tenían planeado, sino que se veía todavía mejor en vivo. Es el Hotel Xcaret.

Más que un todo incluido

La mayoría de los hoteles de la Riviera Maya –se han “reproducido” rápida y exponencialmente durante los últimos años– ofrecen el concepto all inclusive, mismo que, según las tendencias de mercado, pareciera que tiende a desaparecer. Y es que los viajeros hoy en día buscan vivir experiencias diferentes en vez de encerrarse durante varios días en un mismo lugar.

En este sentido, el concepto que creó Xcaret, y que bautizó como All-Fun Inclusive (Toda la diversión incluida), va más allá de solamente contemplar la comida, ingerir bebidas y tomar clases de yoga en la alberca.

Aquí, el pago de 8 000 pesos en adelante por cada noche incluye transportación de ida y vuelta al aeropuerto para que la experiencia se viva desde que aterrizas en Cancún, pero lo más atractivo es que contempla el traslado y el acceso a todos los parques de este grupo que, por cierto, es 100 % mexicano.

Así, los huéspedes pueden visitar cuantas veces quieran los parques Xcaret, Xplor, Xplor Fuego, Xenses, Xel-Há y Xoximilco, los que ofrecen diversas experiencias, que van desde actividades acuáticas y de aventura, hasta atracciones sensoriales y fiestas nocturnas, todo en medio de espacios naturales y la difusión de las tradiciones y cultura de México.

Además, quienes llegan a este hotel pueden tomar los tours a Xenotes y a las zonas arqueológicas de Chichén Itzá, Tulum y Cobá, que ofrecen desde hace varios años y que son muy solicitados por turistas locales y extranjeros que visitan este destino de Quintana Roo.

Tecnología y Ingeniería

Estas experiencias diferentes y únicas también puedes vivirlas durante el tiempo que  pases en el hotel. Para ello se diseñaron espacios que también aprovecharon el entorno natural o, en algunos casos, se mejoraron.

Un ejemplo son las caletas, las cuales funcionan como una especie de “segunda playa” entre el hotel y el mar en donde se puede nadar; lo anterior resulta una vanguardista obra de ingeniería que no afecta el cauce natural del agua.

Otra gran obra que se realizó en este punto del Caribe, muy cercano a Playa del Carmen, es un río interior en el que hay espacios privados a los que sólo se puede llegar nadando o a bordo de un kayak.

Todo se logró después de un trabajo de nueve años que incluyó estudios del ambiente terrestre, marino y geohidrológico de la zona.

México por delante

Prácticamente, 90 % de los proveedores de los materiales que se usaron para la construcción fueron nacionales –privilegiaron a los distribuidores locales.

En las 900 habitaciones, además de cuidar la tecnología y la comodidad, hay piezas de arte popular bordadas a mano por artesanos de Chiapas (aunque el diseño es hidalguense) y piezas talladas de ónix que son utilizadas como lámparas y que se trajeron de Guadalajara.

También hay azulejos artesanales en los baños e insumos de papel amate, talavera de Puebla, barro negro de Oaxaca y plantas que fueron cultivadas en los viveros de Xcaret, incuso es posible disfrutar amenidades cuya finalidad es cuidar el medio ambiente y apoyar a productores de la zona.

Los detalles se cuidaron hasta en el café, el cual fue desarrollado por la empresa mexicana Punta del Cielo, y se prepara en una cafetera de cápsulas, pero las de aquí son de material biodegradable que puede usarse para generar composta y contienen producto traído de lugares como Chiapas, Tabasco y Veracruz.

Por otro lado, en los espacios del hotel se puede convivir con las guacamayas rojas que son el resultado de un exitoso programa de conservación que también lleva a cabo Xcaret desde hace varios años, y que ayudó a que se recuperara la población de esa ave – estaba en peligro de extinción hace una década– en las selvas de Veracruz y Chiapas.

Muy a lo Xcaret

Quienes conocen el concepto de los parques de Xcaret, aquí encuentran detalles familiares, como la posibilidad de tomarse fotos en las cámaras instaladas a lo largo de las instalaciones, grandes puentes colgantes que comunican los edificios, y hasta una divertida ventana en los baños de las habitaciones que permite ver a través de ella mediante un interruptor.

Cuenta con 10 restaurantes en los que hay opciones como comida tradicional mexicana, del mar u oriental, todas en diferentes ambientes que van desde un mercado hasta una cueva. Además, uno de estos –el “Ha’”– está a cargo del chef Carlos Gaytán, y es el único que no está incluido en el precio del hospedaje, pero cualquier persona puede visitarlo aunque no esté hospedada aquí. La oferta se complementa con 8 bares.

Todo lo que hay actualmente en este hotel de 370 hectáreas es sólo la primera parte de un proyecto que estará terminado dentro de 10 años, cuando tendrá 6 000 habitaciones, un estadio multifuncional para 12 000 espectadores, un centro de convenciones y una plaza comercial y gastronómica.

Capital 100 % mexicano

La historia de Xcaret, que se remonta finales de los años 80, ha generado suspicacias en muchos sectores, como los ecológicos y otros competidores turísticos, pero lo cierto es que tan sólo en este hotel se generan alrededor de 1 400 empleos directos y más de de 5 000 indirectos. Por otro lado, esta empresa se ha convertido en un importante generador de turismo, referente en el mundo y, además, realiza diferentes labores sociales y de preservación de tradiciones.

La planeación y el diseño de este hotel están certificados por EarthCheck, una organización global de consultoría y benchmarking científico para la industria turística que fue fundada en 1987.

El hotel es una inversión de 2 000 millones de dólares, todos provenientes de capital mexicano, algo pocas veces visto en el sector turístico nacional en los últimos años, donde los capitales extranjeros, como los españoles y estadounidenses, son los que más dinero invierten.

EL Grupo Xcaret –hoy Experiencias Xcaret– fue formado en 1986 por los mexicanos Miguel Quintana y los hermanos Óscar, Marcos y Carlos Constandse. El primer parque abrió sus puertas a finales de 1990, en un terreno en el que inicialmente pensaban construir una casa, sin embargo, decidieron aprovechar sus recursos naturales, como cenotes o ríos subterráneos, con el propósito de crear una opción turística que hasta entonces no existía en el país y que conjuntaba la biodiversidad con la tradición mexicana.

Observar lo que hicieron en este lugar sí impresiona. Quizá no es para todos los presupuestos, pero da gusto ver que está hecho por mexicanos que, ahora sí, pensaron en todo. 

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