POR MIRIAM CANALES
U nidos desde hace un par de años, el equipo de “Pasea Turismo Incluyente” formó esta iniciativa urbana asentada en la Ciudad de México que busca una reivindicación para un sector poblacional vulnerable. Turismo Incluyente es un movimiento mundial que busca adecuar la infraestructura de viajes, como incluir más rampas para sillas de ruedas y elevadores funcionales con más de una planta, entre otras. Es así como intentan mejorar la experiencia de hacer turismo mediante paseos que se ajusten a sus necesidades físicas y recreativas.
“Creemos que hay muchos prejuicios acerca de la discapacidad. Quisiéramos que la gente y empresas rompieran esa barrera, creemos que hay que comenzar desde ahí”. Comenta Rosa Colunga, una de las promotoras y administradoras. Su soporte financiero proviene de instancias como Socialab, de donde resultaron ganadores dentro de la convocatoria de “Desafío Ideas de Impacto”, junto con el patrocinio de otra institución bancaria y la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de Jalisco, que representan su capital semilla. Aunque reciben un apoyo adicional del Gobierno de la Ciudad de México, buscan mantenerse independientes.
Al equipo se ha unido otra chica en silla de ruedas de 20 años de edad, llamada Angie, quien cuenta con una carrera técnica en turismo y que ha sido instruida por Óscar Fernández, otro integrante con más experiencia, licenciado en Turismo del Instituto Politécnico Nacional. La encomienda de Angie consiste en orientar a otros paseantes como ella y adentrarlos en las actividades y dinámicas. “Me gusta el trato con las personas. Cuando vi que estaba abierta una vacante me comuniqué. Esto es muy padre y es juntar lo que yo vivo día a día con la discapacidad”. Es una de las principales imágenes de sus videos promocionales de redes sociales y la idea es que otras personas como ella se integren al equipo desempeñando la misma función.
Los recorridos de “Pasea” consisten en trasladar a las personas por museos, sitios turísticos y compartir su historia a través de dinámicas novedosas. El 2 de diciembre pasado, realizaron “Cine por el centro” rememorando viejas locaciones de películas filmadas en la capital, como Spectre, Con licencia para matar, El callejón de los milagros, Frida, Arráncame la vida, Sólo con tu pareja, entre otras. Preparada para la batalla, Angie asegura haber visto todas y guió a los asistentes. Sus compañeros de equipo, Rosa Colunga, Mariana Gutiérrez y Mariana Alemán tuvieron otras tareas, como administrar y coordinar el viaje y maniobrar los dispositivos donde se mostraron fragmentos de las cintas, y documentar su evento mediante las redes sociales.
Con un costo de 350 pesos y dos horas de recorrido, están habilitados para movilidad reducida. “Elegimos temáticas disruptivas y que sean deseables para personas con discapacidad. Hicimos esta selección de películas y buscamos poner en contraste cómo era la Ciudad de México antes y cómo es hoy –comenta el equipo–, tuvimos escenas altamente representativas con María Félix, El Indio Fernández, Tin Tan, etcétera”. Su periplo transcurrió desde el Metro Pino Suárez, pasando por Bellas Artes y la calle 5 de Mayo, hasta Bolívar, donde terminó
Uno de los obstáculos con los que se han encontrado a fin de ejercer sus paseos y desplazar a sus participantes, consiste en que muchos museos no cuentan con una infraestructura sólida: “Por ejemplo, lo que buscamos mucho en un museo es que sea accesible porque el recorrido necesita que tenga rampas y espacios de fácil acceso, contenidos en Braille, señalizaciones. El Centro Cultural España esta completísimo, pero otros no. Muchas veces el problema es mas de información que de presupuesto”, menciona Rosa Colunga.
La actitud también es indispensable para quien desee incursionar: “No dudo de gente que participe de buena fe y que otras discapacitadas tengan un dejo de desconfianza. Una ventaja es que en ninguna parte del recorrido llegamos a un lugar cerrado, buscamos calles amplias y accesibles. Por eso hemos hecho ensayos con el propósito de que Angie se sienta con confianza, que comprobemos cualquier detalle que pudiera salir”, explica Rosa.
Para el primer trimestre de 2018, tienen en puerta nuevos proyectos en los que buscan también mejorar su infraestructura tecnológica. Su página estará habilitada a fin de que sea posible agendar y pagar con antelación, incorporar lenguaje de señas, regalar souvenirs. Su siguiente paseo temático estará planeado como un juego de lotería donde se exhiban oficios de ayer y hoy y sus variaciones. “Hoy trabajamos con sordera y deficiencias psicosociales y motrices. Lo que buscamos en 2018 es mejorar en cuanto a lo visual, cognitivo e intelectual”, explica Mariana Gutiérrez. “Pasea” busca nuevos adeptos y a largo plazo avizoran extender su proyecto a otras ciudades, como Puebla o Guadalajara, donde cuentan con soporte económico, pero no aliados todavía. Un periplo único que brinda nuevas oportunidades recreativas a un público que también tiene derecho a disfrutarlas.
