Periodismo imprescindible Viernes 29 de Marzo 2024

¿Qué hacer con lo orgánico?

Es cierto, en esta ciudad es un privilegio tener un jardín al cual alimentar con composta casera, un lujo con el que no todos contamos, pero lo que sí tenemos todos son desechos orgánicos. Aquí te decimos qué hacer con ellos o cómo erradicarlos poco a poco de tu vida
31 de Julio 2017
Foto: Especial
Foto: Especial

POR ELIZABETH PALACIOS

Aproximadamente, el 40 % de la basura generada cada día en la Ciudad de México está compuesto por desechos orgánicos que podrían ser aprovechados incluso pese a que no existe infraestructura para su manejo a gran escala.

Los procesos en la ciudad tardan mucho pues, incluso con los recientes cambios a la normatividad, lo orgánico todavía es el elemento olvidado por todos. ¿No sabes qué hacer con los restos de comida, café, té, huevo, y demás?

Una parte de ellos puede servir para hacer composta, que más que un abono, es un reductor de tu propia huella ambiental. Recuerda que 43 % de los desechos en México se generan en casa. Sigue estos pasos gracias a los cuales podrás poner manos a la obra.

1. Elige el lugar

Uno de los pretextos más comunes de las personas para no elaborar una composta es que no tienen dónde hacerla pues viven en departamentos pequeños. Lo cierto es que puede fabricarse con dos cajas de plástico. Una debe ser ligeramente más grande que la otra a fin de que sirva como depósito de los líquidos que saldrán de los desechos. A la de menor tamaño debes hacerle algunos agujeros en la base con la finalidad de que esos líquidos escurran.

2. Prepara la mezcla colorida

Cuatro son los elementos básicos que toda composta debe tener, y su color puede ser una guía divertida para no perderte. Los primeros son colores marrón o tierra, es decir, la mezcla de hojas secas, ramas, aserrín, restos de madera o periódico triturado.

El siguiente color es el verde, compuesto por los restos orgánicos de verduras, frutas, plantas o yerbas. El que sigue es el negro, representado por la tierra que necesitas a fin de dar cuerpo a las otras mezclas; y por último, el azul, que es la cantidad adecuada de agua para el resto de los elementos, todos en la misma cantidad.

3. Prepara las cajas

Haz hoyitos de menos de un centímetro en la parte inferior y a los lados de la primera caja, y colócala dentro de la de mayor tamaño, separada por un ladrillo o algo similar en la parte inferior, esto con el propósito de ayudar a que siempre esté ventilada. El ladrillo puede rodearse con una capa de madera o ramas.

4. Comienza a ‘compostar’

Coloca una primera capa inferior de ramas y trozos de madera para favorecer la ventilación. Después, alterna las capas de desecho de jardín (marrón) con los restos de frutas y verduras (verde), también puedes incluir cascarón de huevo (sólo el cascarón), restos de granos de café u hojas de té que debes sacar del saco en el que viene. La clave está en colocar una capa de tierra en medio de cada capa marrón y verde. Mantén húmeda la mezcla y revuélvela cada dos semanas.

Un elemento diferente podría ser agregar lombrices y así crear un ecosistema vivo llamado “lobricomposta”, y serán estas amiguitas las que muevan la mezcla por ti.

5. Cubre

Tu nuevo compositor urbano debe mantenerse tapado, ya sea con una lona o con la misma tapa de la caja de plástico, esto para mantener la mezcla húmeda y caliente.

¿Y LUEGO?

No te desesperes, esto no es un proceso automático. Tu composta tardará aproximadamente tres meses en estar lista durante la época de primavera o verano, pero en el invierno la espera podría alargarse hasta seis meses. Así que a la lista de ingredientes agrega disciplina y paciencia. Considera lo anterior al elegir el tamaño de tu compostero porque en todo ese tiempo saldrán desechos de tu cocina y tus macetas. Por ello también es importante que combatamos al verdadero villano de esta historia: el desperdicio de comida.

La sugerencia es comprar únicamente lo que vas a consumir. Visita con frecuencia el mercado de tu colonia o las pequeñas tiendas de frutas y verduras en lugar de ir una sola vez al mes a comprar cantidades desorbitares de cosas en el supermercado. Muchas de ellas terminan en la basura por la simple y sencilla razón de que cuando queremos usarlas, ya no están frescas o han caducado.

¿CÓMO SABER SI ESTÁ LISTA

El principal indicador es el color. La composta que ya puede ser utilizada como abono para plantas deberá ser oscura, y ya no debe observarse nada de lo depositado, excepto los trozos de ramas.

¿Y SI NO HAY DÓNDE USARLA?

¡Siempre hay!, aunque no tengas jardín, afortunadamente en la Ciudad de México hay varios huertos urbanos, que son espacios abiertos al público donde pueden recibir tus donaciones de composta. También, si vives cerca de algún área verde, como un camellón o parque, consulta con tu delegación qué debes hacer para que tu composta sea utilizada en esos lugares. De hecho, hasta podrías adoptar un área verde y reducir el monto de tu impuesto predial.

Si tienes la esperanza de crear tu propio huerto o azotea verde –algo que también te trae beneficios de reducción en el predial– puedes guardar tu composta en bolsas cerradas herméticamente y comenzar nuevamente el ciclo.

FOCOS ROJOS

Con el propósito de mantener sana tu composta, es importante que controles la exposición que tendrá al sol para mantener la humedad. El aroma es también un indicador de riesgo. Si comienza a oler a amoníaco es porque hay ya demasiados elementos verdes y muy pocos de color marrón. Entonces, equilibrarla con hojas secas o aserrín. Si el olor que detectas es como a podrido, hay demasiada humedad y necesita oxígeno, eso también se soluciona al agregar materia seca. Aquí ayuda el papel periódico triturado o los cartones de huevo también en pedacitos. Si tienes visitas, es decir, moscas y mosquitos, debes enterrar más los restos de cocina –te recomedamos que, de ser posible, los machaques un poco a fin de que se degraden más fácilmente y se integren a la mezcla.

LO QUE NO DEBES PONER

Ceniza de carbón

Huevo

Carne o pescado, tampoco los huesos

Restos de jardín que tengan fertilizantes químicos

Excremento de animales

 

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