POR JAVIER PÉREZ
“El Festival Pixelatl es el epicentro de la industria de animación de América Latina”, dice José Iñesta, director del festival, en un tono jubiloso que está lejos de pretensiones infundadas. Lo que él dice es una certeza imposible de contradecir. Durante la edición 2018, que se celebrará del 4 al 8 de septiembre de este año en Cuernavaca, Morelos, llegarán vicepresidentes y ejecutivos con capacidad de decisión de las principales cadenas mundiales de distribución de contenido, como Warner Bros. Animation, Netflix, Disney Worldwide, Cartoon Network, Dreamworks TV, Amazon Studios, Mattel Creations, Discovery Kids, Nickelodeon, Disney Junior, Adult Swim, entre otros, que acudirán a revisar proyectos mexicanos originales con miras a coproducir y desarrollar.
De hecho, las oportunidades para los animadores mexicanos incluyen buscar alguna de las 100 plazas en animación, efectos especiales y videojuegos que ofrece la delegación de Quebec, Canadá, a través de un programa de atracción de talento mexicano impulsado por las agencias de desarrollo económico Quebec Internacional y Montreal Internacional, que acompañan a un grupo de 10 empresas, entre las que se incluyen Ubisoft Quebec (¿a alguien le suena el videojuego Resident Evil?), ON Animation Studios (responsable de la animación de la película El principito), Rodeo FX (nomás encargada de los efectos especiales de la serie Game of Thrones), entre otras.
Pero más allá de eso, dice Iñesta, “lo más importante es que pueden conectarse porque se requiere trabajar en equipo. Tú no puedes hacer un trabajo solo, porque te vas a tardar años en sacar un proyecto. Así que este festival te permite crear lazos entre artistas internacionales para poder activar proyectos. Y aquí es muy importante la confianza para poder trabajar en equipo. De nada sirve que no cuentes nada y que todo lo mantengas oculto por temor a que te roben la idea. No sabes quién pueda estar escuchando”.
Los poco más de ochenta invitados provienen de 15 países distintos, e incluyen algunas luminarias que participarán no únicamente en actividades de lucimiento, sino en las actividades de formación, uno de los cuatro pilares del festival (los otros son proyecciones, la feria creativa y la cumbre) que busca convertirse en una experiencia para invitados y asistentes, por lo que se mantiene fuera de la ajetreada Ciudad de México, aunque muy cerca.
Lee Unkrich, el oscareado director de Toy story 3 y Coco, ofrecerá una master class sobre el proceso creativo de Coco. También estarán presentes Steve Ahn, director de Voltron y creador de Blossom detective Holmes, así como Deanna Marsigliese, a la que Iñesta llama “la verdadera Edna Moda” pues fue la directora de arte de personajes en Los increíbles 2. También estará la dibujante y escritora Hillary Florido, artista de storyboard de Steven universe y jurado de un importante concurso convocado por Cartoon Network dirigido a animadoras latinoamericanas (recibieron la cifra récord de 281 proyectos y seleccionaron 10 finalistas, de los cuales ocho son de mexicanas; la ganadora tendrá la posibilidad de producir su piloto para la afamada cadena).
Otro invitado destacado es Paul Harrod, diseñador de producción de la joya de stop motion Isla de perros, de Wes Anderson, quien hablará de los retos de su técnica de animación. Emily Grace Buck, narrative designer de videojuegos para Telltale y lead designer en el juego The walking dead: The final season, se incluye en el programa de conferencias, lo mismo que Leighton Gray, cocreadora, coescritora y directora de arte de Dream Daddy, el simulador de citas de padres solteros; Elizabeth Ito, directora de la popular serie Hora de aventura, así como John Aoshima, director en series de Disney como Gravity falls y Patoaventuras, y Joan Lofts, productora de Peppa Pig, una de las tres propiedades más rentables a nivel mundial en los últimos tres años.
Reunir a tanta personalidad, dice Iñesta, siempre es un reto, aunque tiene sus recompensas. “El festival es con el fin de promover y fortalecer el sector en México, y hemos visto una evolución enorme hasta la fecha. En 2012 no había ni siquiera un formato establecido para presentar proyectos audiovisuales, y a partir de los talleres que hemos dado [este año son 800 horas de sus actividades de formación] el nivel de los proyectos que se presentan es impresionante. Tratamos de ser incluyentes con todos los sectores y los conferencistas”.
Para quienes quieran ver filmes, el festival cuenta con su parte de proyecciones, que este año incluye 8 largometrajes de Irlanda, el Reino Unido, México, España, Estados Unidos, Colombia y una coproducción de Bélgica-Francia-Holanda. Además se proyectarán cuatro largometrajes de Japón como un homenaje al gran Satoshi Kon: Perfect blue (1997), Millennium actress (2001), Tokyo godfathers (2003) y Paprika (2006). En el programa de proyecciones también consideraron varios cortometrajes, incluyendo la muestra retrospectiva española Del Trazo al Pixel, y una muestra exclusiva del reconocido japonés Tomayasu Murata.
“México es la cuarta potencia en el mundo en términos de espectadores de cine, pero sólo 5 % de esos ingresos se los llevan las producciones mexicanas, y todos los largometrajes animados mexicanos que se estrenan han sido éxitos en taquilla, así que deberíamos pensar en hacer más de los dos o tres largometrajes que se producen al año, es una palanca de desarrollo”, dice Iñesta.
Además, propone algo que Pixelatl intenta evidenciar: “La animación y los nuevos medios permiten la transformación social a través de los contenidos. Y México tiene a los niños viendo en promedio 4.5 horas de contenido audiovisual diario, aunque este no es apto para sus edades. De hecho, no tenemos contenido para niños. No hay apoyos. Bueno, tenemos al Imcine, que se encarga de producir largometrajes, pero los largometrajes animados requieren de mucho más presupuesto que uno tradicional y de más tiempo, además de que emplea a mucho más gente. Hay programas, como Ibermedia, que se encarga de apoyar el cine iberoamericano, que tienen categorías especiales para la animación. En cambio, en México la animación entra como cine de ficción cuando debería ser un medio totalmente diferente, algo así como desarrollo audiovisual porque ahí entran videojuegos, realidad virtual. Sin embargo, en el país nos hemos atrasado y tenemos apoyos que son del siglo pasado porque ya con el desarrollo de nuevas tecnologías la producción va en otra dirección”.
