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Vehículos autónomos: diseñando ciudades para el futuro

Suena disparatado, pero compartir un auto entre varios pasajeros es lo más moderno que se ha hecho y es lo que comienza a transformar esta industria…
08 de Noviembre 2018
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¿Estamos viviendo “el futuro” y no lo sabemos? Esa es la cuestión respecto a las tecnologías y expectativas que tenemos sobre “el futuro”, uno que siempre es 50 décadas más lejano, que anhelamos, normalmente luce como película de Spielberg, es polarizado  y, cuando llega, estamos tan a nuestra vanguardia que no lo vemos.

En “el futuro” hay autos que vuelan, que se conducen solos y celulares que están integrados en nuestras manos. ¿Cuál es la diferencia con los helicópteros, los trenes y la tecnología de punta en cada smartphone que se presenta con año?

Uno de estos avances que parece estar a nada de ser utilizado por casi todos son los vehículos autónomos. Como el camión que reparte pizzas en el episodio de Black Mirror, sí.

De más fama que de hechos se han formado, pero no te preocupes (o sí), pues México está en el penúltimo lugar de 20 países con mejor calificación en el índice de disponibilidad para vehículos autónomos que hace la consultora KPMG. La última posición la ocupa la India, así que, si no has visto videos de cómo se forma el tráfico en ese país, quizá puedas tener esperanzas de que a México lleguen muy pronto estas tecnologías.

¿Qué es el futuro?

Miguel Guzmán Negrete, director de seguridad Vial del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) México, me dice que hemos vivido el futuro desde que se inventó la señal de autoestopista a nivel mundial y que se ha sofisticado gracias a la tecnología de smartphones y conectividad de personas: compartir tu auto es el gesto que transformó la industria en diferentes aspectos. Ahora con aplicaciones móviles puedes ir al mismo lugar que cientos de personas, sin tener que ocupar cada uno un solo automóvil.

El futuro es también todos esos datos que se recopilan en las aplicaciones de navegación, en las velocidades, los viajes y las distancias recorridas que permiten saber tiempos y eficiencias en la movilidad. La telemetría es la base para la autonomía de los vehículos.

Y para dejar de pensar en que un taxi autónomo pasará por ti y serán millones de autos en una misma vialidad, está también la parte del transporte masivo: el futuro está y siempre ha estado en la tecnología de hace más de 200 años: los trenes. “El tren como otro medio para desplazarse de manera eficiente es algo que se ha quedado bastante rezagado, pero es algo que hay que apostarle a la movilidad compartida eficiente”, dice Miguel Guzmán.

¿Qué hace falta?

Hace poco el conductor de un Audi A6 padeció un accidente y el auto se incendió. Lamentablemente la persona que iba dentro murió calcinada, me cuenta el experto en seguridad vial. Al investigar el suceso a petición de la familia del joven, se hizo el peritaje porque los familiares querían demandar a la empresa al argumentar que las bolsas de aire no se habían activado. Sin embargo, el vehículo circulaba a 160 kilómetros por hora. “Y a 160 kilómetros por hora ni el auto más desarrollado tecnológicamente hoy en día te sirve y menos si no llevas el cinturón de seguridad”.

Actualmente en México sólo el 25 % de los usuarios de un automóvil que han estado en siniestros de tránsito traían puesto el cinturón de seguridad. Ante eso, Miguel confirma que si algo se necesita hoy en día para avanzar hacia los vehículos autónomos, es educación vial. “Y la adaptación del ser humano a esta movilidad. Cuando se inventó el automóvil, no había cinturones de seguridad y después se añadieron. Hoy en día, en Estados Unidos y Europa es una medida obligatoria y antes, si no existía, era porque los autos circulaban a 30 kilómetros por hora”.

“Yo no choqué, mi auto chocó”

Si el Audi hubiera sido un vehículo autónomo, ¿de quién habría sido la responsabilidad del accidente, si no había un conductor? Las aseguradoras aún debaten sobre este tema, pero Miguel tiene claridad respecto a ello.

“La responsabilidad cambiará en un accidente porque no habrá conductores, pero habrá desarrolladores de la tecnología y también instituciones dedicadas al servicio de telemetría, de ubicación, de georreferenciación, programación y de detección de objetos”, me indica.

En pocas palabras: los humanos que estén detrás de los vehículos autónomos tendrán mucha responsabilidad en caso de un accidente o desvío en la ruta.

Vehículos autónomos para todos

“Sobre infraestructura, las carreteras de México reciben una calificación por debajo del promedio, pero no por mucho. Sobre todo en la calidad de la carretera, pero obtiene puntuaciones más bajas en otras variables. No hay pruebas activas de vehículos autónomos lo cual contribuye a su baja aceptación por el consumidor”, resume el informe de KPMG sobre México y que sitúa a Países Bajos como la nación con mayor disponibilidad para ver estos vehículos incursionar muy pronto.

¿Qué se necesita para triunfar como ellos en este ámbito, según la consultora?

  • Regulación gubernamental y apoyo al desarrollo de estas tecnologías.
  • Infraestructura y conexiones entre carreteras con excelente calidad.
  • Inversión del sector privado para innovación
  • Pruebas a larga escala promovidas por una fuerte presencia de la industria
  • Gobierno proactivo que atraiga socios y manufactura.

De igual forma, la telemetría: no se trata de todos los datos que se puedan obtener, si no, de los más útiles y en este aspecto es lo que podría beneficiar al transporte público y al interior de la República Mexicana, pues se apostaría más por las carreteras, que por vialidades principales en ciudades.

“El tema será una regulación inteligente que incentive, entre otras cosas, los viajes colectivos y generación de fuentes de empleo por la cantidad de conductores que serán desplazados”, prevé Bernardo Baranda, Director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés).

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