Periodismo imprescindible Sábado 20 de Abril 2024

Cambiar
 el mundo

18 de Febrero 2018
Vane
Vane

POR VANESA RODRÍGUEZ*

Que como seres humanos somos egoístas y que por ello el mundo está de cabeza, hoy ya no es noticia. A diario leemos o escuchamos sobre el aumento del desempleo, desigualdad social, corrupción, violencia… tanto que lo vemos como algo cotidiano. Esto nos ha llevado a pensar que mientras no nos afecte directamente ninguno de estos problemas, que el mundo ruede. Una mayoría que piensa así ha provocado que hasta el momento no hayamos logrado una convivencia pacífica por falta de igualdad de oportunidades y por una mala distribución de la riqueza. A nuestro alrededor, vemos cómo los más ricos tratan de compensar esta desigualdad realizando buenas obras (fundaciones, filantropía, asistencialismo), pero somos todas las personas comunes las que podemos –y debemos– transformar la realidad a fin de alcanzar la justicia social.

Quizá te preguntes “¿cómo puedo hacerlo?, si apenas con lo que gano me alcanza, o tengo que padecer un jefe con tal de no quedarme sin empleo”, sin embargo, déjame decirte que debemos reinventarnos en nuestra vida cotidiana –sin conformarnos con sólo sobrevivir–, ya que para cambiar al mundo se necesitan las acciones de cada uno, sin importar la esfera social, económica o educativa.

¿Cómo empezamos esta reinvención? Seguro recuerdas que platicabas con amigos o familiares cómo cambiarías al mundo con tu carrera. Pues el primer paso es regresar a esta forma de pensar. No dejes atrás al joven soñador que llevas dentro; el planeta ha cambiado gracias a los idealistas, y si no me crees sólo mira a Gandhi, Martin Luther King o Malala.

Se trata de dejar de ser egoísta, de buscar el bienestar individual y también el social. Las pequeñas acciones generan el cambio de una sociedad, porque queremos igualdad de oportunidades pero nosotros no las damos. Por ejemplo, cuando utilices el transporte público cede el asiento sin que te lo pidan, ello fortalece el valor de respeto, importantísimo para la convivencia social. Otra acción que puedes realizar es adquirir lo hecho en México. Consolidemos el trabajo de los mexicanos: si vas a comprar a un mercado, dile no al regateo. ¿Por qué menospreciar el trabajo de los que no tienen una tienda? ¿Acaso cuando vas a un centro comercial regateas? No, ahí aceptas el precio, ¿verdad?

Un segundo paso es no conformarnos con protestar, o quejarnos de las malas acciones del gobierno. Tenemos que actuar, involucrándonos con las decisiones y participando en todos los ámbitos.

Un tercer paso sería hacer algún voluntariado. ¿Por qué no devolver al mundo las oportunidades económicas o sociales que tienes? Te sentirás bien contigo mismo y ayudarás a que los demás accedan a mejores oportunidades.

Recuerda: que todo lo que hagas refleje tus valores. Combina esos ideales y sueños pueriles con las metas del adulto que hoy eres. Que el mundo no te cambie, tú cámbialo con tus acciones; así haremos la diferencia para alcanzar la igualdad de oportunidades, la convivencia y por ende la justicia social. Te sorprenderá mirar que no estás solo. Miles de personas coincidirán con esta forma de pensar porque todos queremos vivir tranquilos y felices. A reinventarse ahora, ¡es el momento!

*Maestra en resolución de conflictos.

@e_bei

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