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Lecciones de Dharma

En la medida en que se acerca la fecha para elegir a su candidato a la presidencia de México, el PRD se parece más a una jauría salvaje de gatos
20 de Marzo 2017
Dharma Queen
Dharma Queen

Algo descomunal en el mundo de los gatos son las peleas: se oyen maullidos, vuelan cabelleras, corre sangre y hay consecuencias fatales.

Algo así me parece que sucede en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el cual desde hace años está divido en quién sabe cuántas tribus que nada más no se ponen de acuerdo, sólo representan sus intereses, y aún así vive de los impuestos que pagamos todos.

Primero su extraño método para designar al candidato a la gubernatura del Estado de México, luego la invitación de AMLO a su dirigente nacional, Alejandra Barrales, para que se sumara a las filas del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el apoyo público del ex coordinador perredista en el Senado, Miguel Barbosa, a López Obrador y si nos seguimos vamos a escribir un libro.

Lo cierto es que en la medida en que se acerca la fecha para elegir a su candidato a la presidencia de México, el partido se parece más a una jauría salvaje de gatos que a una organización política cuya obligación es despertar entre los electores el deseo de ejercer sus derechos políticos y ciudadanos.

Prácticamente no pasa un día sin que Alejandra Barrales tenga que salir al paso de lo que sucede en el partido. Diariamente se habla de unidad en torno a la dirigencia, objetivos en común por el bien del país y bla, bla bla, lo cual no sé qué tenga de cierto porque a estas alturas como que a México ya no le interesa lo que diga el PRD.

Para muestra están las encuestas de preferencia electoral que lo ponen en un cuarto lugar, a pesar de sus constantes alianzas con el Partido Acción Nacional (PAN) en distintos estados del país.

En mi manada no todo es miel sobre hojuelas: tenemos diferencias internas y de vez en cuando una pelea, pero, a diferencia del llamado “Sol azteca”, se reconoce que hay un líder y cuando alguien que no pertenece a nuestra comunidad amenaza nuestra tranquilidad, nos unimos para protegernos entre todos, lo cual no veo en el partido político al que me refiero.

Para empezar, no observo un líder que ponga orden, y en segundo lugar no veo un objetivo concreto, más allá de vivir de los impuestos de los mexicanos, y mucho menos unidad para sortear los embates internos y externos.

Tal parece que los perredistas son felices cada que se pelean entre ellos y son más felices aún si el resto del país observa cómo vuelan garras, colmillos y bigotes.

Si así piensan llegar al 2018, lo más probable es que hasta se arriesguen a perder el registro. Diría que ir en alianza con el PAN puede ser su salvación, pero la verdad es que con su compañero de enfrente las cosas tampoco se ven bien, pues se prevé otro rompimiento entre los calderonistas y la dirigencia, digo, después de ir de aliados en tantas gubernaturas, a los albiazules ya se les está pegando algo de los amarillos con negro, para muestra aquella asamblea nacional en la que se agarraron a golpes los pro y los anti Gustavo Madero.

DharmaTip:
Cuando veas una pelea de gatos, no te acerques, nada más échales agua para que se calmen, pero velos desde lejitos.

@dharmaqueen1

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