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Cuestión de caballeros

04 de Febrero 2018
valeriagalván
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Cáncer. A todos nos suena, nos mueve y nos conmueve, sin embargo, ¿realmente nos importa? Conocemos el término pero poco sabemos acerca de las causas y su prevención. Muchos preferimos bloquear la posibilidad de tenerlo no realizándonos estudios o no hablando del tema.  A pesar de que todos conocemos un caso cercano, continuamos en la negación para no afrontar la posibilidad de vivirlo en carne propia.

En los últimos años se le ha dado mayor exposición y difusión en el género femenino, aunque el sexo opuesto no está exento de ser víctima de una de las causas de muerte más comunes en el mundo.

Así como a nosotras se nos informa y apoya con tonos rosa y moños, existe un movimiento que, muy al estilo “macho alfa”, apoya a nuestro amado sexo opuesto.

Se trata de una rodada bastante popular a nivel mundial que ha ganado lugar en México debido a la convivencia que genera entre los integrantes del mundo rider.

The Distinguished Gentleman´s Ride es el evento anual en el que cientos de riders se dan cita para vestir sus mejores galas (obvio, muy onda gentleman la cosa); ni modo de llamarle “The nacidos para perder ride” como aquella película de 1967 que inspiró a muchos hombres a que rodaran en motos.

Pues bien, hace un par de años fui con un date a una rodada de estas. Mi date de ese momento me pidió que me metiera en un outfit estilo chica pin up para que lo acompañara al evento.

Diego, mi date, pasó por mí muy temprano una mañana de domingo, y yo con mucho sueño me convertí en una especie de chica tomboy retro.

Disfruté mucho la convivencia, me sentí parte de un movimiento, pero confieso con mucha pena que hasta ese momento yo no tenía la más mínima idea del objetivo de la rodada.

Marcas, estilos y tamaños de motocicletas pasaban frente a mis ojos mientras yo tomaba fotografías de todo lo que se atravesaba.

Cuando Diego me acompañó a casa me preguntó “¿Sabes para qué sirve esta rodada?”, a lo que contesté: “Imagino que es para convivir con otro motoclub”. Me sonrió como diciendo “Ay, esta pen… sante”, “No –explicó–, se hace en muchos países del mundo a fin de recaudar fondos para la investigación y mejorar la salud de los hombres que padecen cáncer de próstata. Hay una fundación que se llama Movember y es la que opera globalmente con estas acciones”.

Me sentí apenada por no prepararme con información y estar más preocupada por mi atuendo. Diego y yo salimos un par de veces más pero nuestra dulce relación no trascendió. Él disfrutaba las motocicletas y yo los libros. Una cosa que sí tuvimos en común fue reencontrarnos en una segunda rodada con la intención de poner nuestro granito de arena es esta noble y elegante causa.

*Buscadora de historias urbanas de sus contemporáneos millennials. Ponte atento, tu historia puede ser la próxima.

@valeria_galvanl

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