Cuando hago algo que no debo hacer, generalmente me aseguro de dos cosas: la primera es que haya alguien cerca a quien le pueda echar la culpa, y la segunda es que no exista un tercero que me pueda delatar.
Sí, confieso que cuando hago una travesura huyo y no me importa que le echen la culpa a otro, pero si se diera la situación en la que estuviera sola y tuviera ganas de hacer algo como robarme la comida del plato de otro gato, obvio no lo haría porque inmediatamente me culparían a mí. Hay veces en las que el cinismo y la astucia felina no son útiles, aun con mis siete vidas.
Digamos que algo así pasa con el exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, y con el gobernador con licencia de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa. Son de diferentes partidos, pero tienen varias cosas en común, por ejemplo, los busca la ley y se les señala por posibles actos de corrupción; ¡ah!, y también son investigados por Hacienda.
Además pasaron por alto dos estrategias que mencionaba al principio: si te vas a portar mal, asegúrate de que haya un tercero al que le puedas echar la culpa, y segundo, que nadie te vea, pero como son dos gobernadores tan controvertidos, pues la verdad es que ningún ser vivo se iba a querer juntar con ellos y, aparte, pues ¿cómo mantenerse lejos del ojo público?
Muchas veces, principalmente cuando hay visitas en casa, ha pasado por mi cabeza una serie de fechorías, como llenar de pelos la ropa de los extraños, pero siempre, para bien o para mal, llamo la atención y cuando eso pasa, pues no me queda de otra más que quedarme con las ganas y a eso le llamo inteligencia.
Si consideramos que siempre estuvieron en la mira, a estos dos no les costaba nada haberle bajado dos rayitas a su cinismo y po- nerle un freno a su ambición; si uno ya era dueño de ranchos y otro de una serie de pro- piedades, pues ¿como para qué necesitaban los recursos del erario?
Cuando en mi plato hay atún y en el de mis hermanos también, ¿qué caso tiene que coma de su plato? Generalmente cuando como una ración mayor a la que me corresponde termino con malestar estomacal y quien la pasa mal soy yo.
Digo, no es por nada, pero recuerden esa época en la que a Duarte se le empezaron a poner las cosas rudas y bajó de peso, tal vez fue por haber comido atún de más, quiero creer.
Tratándose de estos dos no sé qué es peor, si el que Duarte usara la TV para anunciar que pediría licencia o la cartita de Padrés ante su partido para explicar por qué no aparecía en púbico, en fin… dos rayitas menos de cinismo.
DharmaTip:
Si vas a sacar las uñas asume las consecuencias, porque si no
atacas primero tu adversario te dejará como cebra. @dharmaqueen1
