Hace 20 años era un tabú hablar del tema, y jamás nos habríamos imaginado que en el 2017 asistiríamos a grandes exposiciones comerciales, en recintos tan emblemáticos como el World Trade Center de la Ciudad de México, en torno a una industria naciente y pujante: la del cannabis.
Tras la legalización del uso medicinal de esta yerba en abril pasado, los expertos en negocios e inversiones calculan que el mercado de la mariguana medicinal en México podría llegar a los 5 000 millones de dólares, esto según datos de la empresa HempMeds México.
Sin embargo, para explotar todo ese potencial aún se deben librar varios obstáculos. Y es que la Cámara de Diputados aprobó en abril su uso y su investigación científica, con lo que abre la puerta al crecimiento de la industria, aunque aún hay huecos en torno a su consumo y, lo más importante, sobre la producción de la materia prima principal, es decir, la planta.
Lo cierto es que en nuestro país todavía no se puede acceder a un tratamiento médico de cannabis en cualquier farmacia, y eso impacta directamente en la libertad y ejercicio del derecho a la salud de muchas personas que padecen enfermedades crónico degenerativas, quienes podrían vivir con una mejor calidad de vida si no existieran las trabas legales.
Es por ello que el equipo de CAMBIO quiso explorar diversos puntos de vista y salir a buscar las historias reales de quienes necesitan estos tratamientos. Lejos de lo que muchos piensan, el debate de la legalización del cannabis no es un asunto de jóvenes que quieren divertirse, o adictos a las drogas. Hablamos de un tema de salud y de derechos humanos.
En un país donde la mariguana medicinal aún no es bien vista, la investigación es fundamental para que esta industria detone en el país, sin embargo, ¿cómo le dices a una persona que vive con dolor permanente que espere? Por lo anterior contamos aquí las historias reales de una mujer mayor que gracias a esta planta vivió con menos dolor durante sus últimos años. También, conocimos a un grupo de madres que han sido criminalizadas por cultivar esta planta y por exigir el derecho de sus hijos e hijas a vivir sin dolor y sin convulsiones: Mamá Cultiva, una organización internacional de mujeres unidas por la legalización del cultivo del cannabis con fines medicinales.
Y como para tomar una postura frente a un problema siempre se necesita la mejor información, preparamos un artículo con todo lo que siempre quisiste preguntar sobre la mariguana pero temías preguntar, enfocado, por supuesto, en esas enfermedades que podrían ser tratadas con esta planta.
Y es que todos vamos hacia allá, la vejez nos acecha siempre, y en un país donde la actual generación de jóvenes ya no cuenta con seguridad social ni con acceso a servicios médicos formales ¿qué tan válido es criminalizar una alternativa de salud como el uso del cannabis? Los jóvenes de hoy son los adultos mayores del mañana, y también tendrán que enfrentar alzhéimer, artritis o esclerosis múltiple, enfermedades degenerativas que pueden ser tratadas con esta planta.
En medio de todo, por supuesto, hay un tema de negocios. El crecimiento del mercado es inminente, y de momento todo el beneficio nuevamente lo acapara Estados Unidos. Manos mexicanas ahora van a cultivar y cosechar mariguana al otro lado de la frontera recibiendo jugosas remuneraciones, mientras que en México todavía es imposible pensar en la producción agrícola de cannabis en grandes cantidades, y los pacientes mexicanos no tienen acceso a extractos medicinales a precios accesibles ni mucho menos a la autoproducción por la falta de regulación del autocultivo.
Retos aún hay muchos, se deben establecer empresas legales que puedan ser certificadas y garantizar calidad, desarrollar investigación científica, crear normas de manufactura y regular el registro del producto que se vaya a vender. Todo esto por supuesto antes de pensar en una producción farmacéutica en masa.
Sin duda, el mercado del cannabis medicinal será un terreno fértil para aquellos emprendedores visionarios que tal vez hoy sólo puedan producir en muy pequeña escala, tal como ya se ha visto en países como Uruguay o Estados Unidos la pregunta es ¿México estará preparado?
