Como cada año, el tercer domingo de junio, en México se festeja el Día del Padre. Como sociedad, estamos acostumbrados a los clichés, a que en los colegios los niños y niñas decoren tarjetas con figuras de corbatas, sombreros o pipas, sin importar si sus padres son hipsters, o deportistas, o si las y los pequeños viven en una familia con dos mamás o con una que, sola, los saca adelante.
Esta conmemoración, por cierto, se hace en domingo gracias al también tradicional rol que marca que el padre es el proveedor único del sustento familiar, y en el entendido de que el trabajo antes era mucho más homogéneo y los padres siempre descansaban este día y lo dedicaban a la familia… otro cliché.
Con tales referencias culturales y de roles tradicionales, bien podría ser esta la celebración del día del abuelo porque los padres de hoy son muy diferentes.
En esta edición, el equipo de CAMBIO decidió explorar no sólo las múltiples aristas de la paternidad en el siglo XXI, sino ir más allá.
Fuimos detrás de las historias de aquellos hombres que decidieron encargarse de sus hijos de tiempo completo y adaptaron su vida personal y profesional para ello; sin embargo, también tras la de las parejas que viven una relación de equidad en todo, incluida la crianza de los hijos e hijas, debido a lo cual, de manera casi inexplicable, son criticadas por algunas personas.
Y por supuesto, como no todos los hombres quieren ser padres, y también hay derechos sexuales y reproductivos para ellos, hablamos con jóvenes que rondan los treinta años y han decidido que la paternidad no les resulta prioritario.
Tampoco nos gusta caer en los clichés, y por ello el otro lado de la moneda también está presente. Los millennials que sí han elegido ser padres han encontrado en esta era un alidado indiscutible para alcanzar su sueño de ser “el mejor padre de la Galaxia”, y ese aliado es un gigante de la tecnología, junto con una buena planeación financiera porque si algo tienen los hijos e hijas es que realmente representan un gasto muy elevado.
Los hombres de 2017 enfrentan retos que van más allá de sólo decidir ser o no ser padres. Están ante un momento clave donde todo lo que aprendieron sobre el “ser hombres” cambia de manera constante. De ahí que una rama de los estudios de género se ocupe formalmente de lo que ahora se conoce como “las masculinidades”, así, en plural.
¿Los hombres son felices cuando se les ha dicho por generaciones que no pueden llorar?, ¿que siempre deben ser unos guerreros?, ¿que cambiar un pañal es algo “de mujeres”?, y ¿qué tanto eso está directamente vinculado con la violencia de género?
Estas y más interrogantes tuvimos al planear esta edición y esperamos, si bien no tener la verdad absoluta reunida en estas páginas, al menos poner sobre la mesa nuevas formas de abordar la paternidad y la masculinidad en sí misma, o mejor dicho, las masculinidades.
Deseamos que muy pronto el mundo deje de esperar que las niñas se comporten como “unas damas” o que los niños hagan las cosas “como hombres” para que todos podamos enfocarnos en lo importante: ser y hacer lo que queramos como lo que somos, seres humanos diversos y únicos.
