Alguna vez hemos dicho: “son 10 pesos más, no exageres”. Puede ser que en términos macroeconómicos y en nuestro universo unipersonal alguna vez hayamos ocupado esa expresión, pero es relativamente incorrecto ver los números pequeños en términos de consecuencias pequeñas.
Expliquemos. Cuando comparamos entre una comida de 70 y 80 pesos, podríamos pensar que la diferencia son 10 pesos y nos parecerá poco. Sin embargo, en realidad la diferencia es un 14 %, por lo que es enorme. ¿Te subieron el salario un 14 %? Entonces por qué piensas en gastar más , si solo son 10 pesos.
Las matemáticas pueden ser muy engañosas cuando no pensamos en términos relativos. A nivel macroeconómico sucede lo mismo si desconocemos el tema y alguien menciona que solo afectará el 4 % del PIB: es un cambio enorme para el país e incluso podría significar una depresión o desaceleración en la economía.
Si piensas que es una forma de justificar que el salario mínimo suba en promedio un 4 % los últimos años para compensar la inflación, recuerda que a menor ingreso la vida se vuelve más cara y sería injusto tratar de hacer una analogía dado que no aplica el mismo nivel de gasto.
Pero en nuestra vida diaria qué tan importante puede parecer el que de pronto hagamos incrementos que en cantidad no representen tanto, mas en términos porcentuales podrían terminar con nuestras finanzas.
En el ejemplo del que hablamos, realmente consideramos un cambio en nuestro nivel de vida de un 14 %, y eso significa ocupar menos ingreso en todos nuestros aspectos financieros, tales como créditos, ahorro, hipoteca o renta, despensa, colegiaturas, etc.
¿Te gustaría tener una disminución de tu sueldo en un 14 %? Imagino que no sería muy agradable tener esa pintura en el siguiente año con todos los cambios que esperamos para la economía, buenos o malos, y es importante que pensemos en términos relativos, relativo a nuestro ingreso y nuestro nivel de gasto. Los porcentajes también nos pueden engañar, si hablamos de una empresa que creció un 200 % porque el año pasado vendía un solo producto y ahora duplicó su productividad, es cierto que creció 20 mil puntos base en relación a su punto de partida. Lo que quiere decir que podemos esperar, o deberíamos esperar, que los países en crecimiento o desarrollo tengan aumentos porcentuales más altos que los países desarrollados, aunque recordemos que no es tan sencillo como un juego de números, sí es importante que tengamos percepciones y entendamos lo que nos dicen los números.
La siguiente ocasión que pienses en que una diferencia de 10, 100 o hasta 1000 pesos no hace una diferencia en el precio o costo de alguna decisión financiera que debes tomar, obsérvala en términos porcentuales y decide si será un cambio de gasto permanente o es una frecuencia menor, entonces tal vez podrías tomarlo en una sola ocasión, pero si va a ser un incremento permanente, entonces piensa en términos porcentuales.
Nuestra moneda, respecto al dólar, ha cambiado del inicio del sexenio a la fecha un 65 % negativo, quiere decir que vale considerablemente menos respecto a la paridad peso-dólar. No hablamos de siete pesos, hablamos de una diferencia del 65 %, y ganar menos de la mitad en un sueldo no parecería tan prometedor. Tratemos de investigar un poco más cuando escuchemos cifras y no solo repitamos los números. Es importante entender qué quieren expresar: igual que las palabras, pueden ser las mismas, pero con un significado distinto.
*Asesor financiero especializado en fintech y coaching financiero
@networthmx
