Periodismo imprescindible Jueves 28 de Marzo 2024

Especulación inmobiliaria en la CDMX

02 de Octubre 2017
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En los días pasados, México sufrió una serie de temblores que cambiaron muchas cosas en el país. Uno de los lugares más afectados después del terremoto del 19 de septiembre de 2017 fue la Ciudad de México, dónde no nos imaginamos que podríamos sufrir tantas pérdidas, de hogares, centros de trabajo, escuelas, centros de recreación y, lo más importante, de vidas.

Después de 32 años del terremoto de 1985, parece que no tuvimos un gran avance en temas de seguridad, pero esto va de la mano con un tema económico de gran impacto: la especulación inmobiliaria. Al ser la capital del país, se concentran muchas dependencias e industrias aquí, lo cual eleva la demanda de propiedades que, a su vez, da pie a que las empresas inmobiliarias generen más y más desarrollos mediante la compra de predios que antes eran casas y que tenían un valor bajo de mercado para convertirlos en conjuntos de departamentos donde elevan su valor a precios millonarios.

Quizá esto podría considerarse como parte del crecimiento de una ciudad cosmopolita, pero la realidad es que al ser un país en vías de desarrollo, aún estamos expuestos a la poca ética de los empresarios que, al querer abarcar más mercado y obtener mayores ganancias, no cumplen las especificaciones impuestas por las instituciones que regulan la seguridad; así como a la avaricia de los funcionarios públicos, quienes otorgan los permisos de construcción, hayan o no acreditado los requisitos mínimos.

Entonces, así es como nuestra ciudad se convirtió en una zona de desastre, principalmente por la oferta y la demanda. Las zonas donde hubo mayores daños se convirtieron desde hace unos años en zonas de alta oferta, al concentrar conjuntos familiares mal edificados.

Actualmente, la información de las zonas de alto riesgo en la Ciudad de México no se da a conocer de manera pública, alegando que es sólo para la gente que tiene intereses jurídicos. La realidad es que al revelar esa información, el negocio de la construcción de viviendas tendría una caída, pues la gente sabría si su inmueble se encuentra en zona de vulnerabilidad; las construcciones que ya se encuentran en proceso o terminadas podrían no alcanzar su meta de ventas y la gente, ya poseedora de inmuebles, podría comenzar a vender.

¿Qué podemos hacer a fin de no caer en un caso de peligro y corrupción? Lamentablemente, en muchos casos no podremos tener la información más transparente, pero sí podemos tener algunos datos que serán de mucha ayuda: no dejarnos llevar por el consumismo –no porque una zona esté de moda y haya cada vez más desarrollos, significa que es lo mejor para nuestro bolsillo y seguridad–. Buscar que las empresas constructoras sean empresas sólidas y que tengan desarrollos previos, con los que podamos constatar la calidad de la construcción. Buscar zonas donde tengamos la certeza de que hay menor riesgo de derrumbe, así como verificar los permisos otorgados y que todo esté en orden. Adicionalmente a esto, con el objetivo de proteger nuestro patrimonio, es altamente recomendable contar con un seguro residencial que cubra los contenidos del hogar y el inmueble, en caso de ser propietarios de este.

*Ricardo Chavero: Asesor financiero especializado en fintech y coaching financiero.

@networthmx

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